El riojano Juan Vicente del Álamo, una de las dos personas en el mundo que han sobrevivido a tres trasplantes de corazón y el único español, presentará el próximo mes de octubre 'As de corazones', un libro que plasma sus vivencias y con el que busca concienciar sobre la donación de órganos, ha explicado a la Agencia Efe.
A sus 53 años, Del Álamo desprende ilusión, ganas de vivir y positivismo en cada palabra. Nada demuestra que ha tenido la muerte muy cerca en tres ocasiones y que ha superado el trance gracias a los donantes de tres corazones y a los equipos de la Clínica Universitaria de Navarra, que le atienden desde hace 24 años.
Su historia de superación comenzó en 1979, cuando era un joven de 18 años preocupado solo por jugar al fútbol y, tras sufrir una lesión de menisco, le realizaron diferentes pruebas y le detectaron que su corazón no funcionaba bien. Se mantuvo en tratamiento hasta 1990 y se sentía “muy bien”, ha asegurado, pero los médicos le advirtieron que en menos de un año podría sufrir una muerte súbita, por lo que decidió someterse a su primer trasplante de corazón.
Con su “nuevo” corazón inició una vida “diferente”, dedicada a promover la donación a través del deporte y ha sido ocho veces campeón de Europa de tenis en los Campeonatos para Trasplantados y una vez subcampeón mundial. “El deporte es una forma de dar gracias por lo que me ha dado la vida y también un modo de incentivar la donación”, ha afirma Del Álamo, que además preside la Asociación de Trasplantados de La Rioja.
Todo iba bien y “no tenía ningún síntoma malo”, pero en 2003, en una revisión, le detectaron un problema de coronarias y le recomendaron someterse a otro trasplante. “Fue un mal momento, sobre todo porque no lo esperaba, pero por mi familia y por las ganas de vivir tiré para adelante”, ha explicado Del Álamo, quien ha reconocido que tener que volver a despedirse de los suyos antes de entrar al quirófano fue “lo más doloroso”.
De nuevo la operación fue “perfecta” y regresó a su vida anterior hasta que en 2010 “sí que empecé a sentirme mal”, con cansancio, hinchazón de piernas y “mala calidad de vida” y, además, desde los primeros análisis médicos “vieron que el corazón no funcionaba correctamente, aunque los médicos no entendían porqué”.
“Pocos meses después nadie daba un duro por mí”, ha asegurado, y, aunque se sometió a técnicas médicas “de todo tipo, hasta de purificación de sangre”, sus problemas durante dos años le dejaron en una situación “muy precaria”.
“En 2012 pesaba cincuenta kilos y estaba al límite”, ha admitido este riojano, hasta que en mayo de ese año “apareció un corazón que no iba a rechazar” y le trasplantaron días después.
Su historia tampoco acabó entonces, dado que luego sufrió una neumonía y tuvo que seguir en tratamiento e ingresado hasta casi el verano de 2013. Un tiempo en el que soñó “con la muerte”, ha reconocido, aunque “ver el fin” le hizo mejorar y, de hecho, fue poco después cuando regresó a su casa y realizó el tramo del Camino de Santiago entre Astorga (León) y la ciudad del Apóstol.
Ha vuelto a jugar al tenis y se prepara para intentar llegar al Mundial de Trasplantados de 2017 en Málaga, ha comentado Del Álamo, una persona con cuatro corazones a lo largo de su vida.
Todas estas vivencias suponen “una historia mala”, ha reconocido, pero “con una vertiente positiva”, la de que “la fuerza mental te puede hacer superar cualquier cosa, por lo menos para mí ha sido fundamental”.
“He pasado por momentos duros, en los que me escondía a llorar, pero pesa más lo bueno, las ganas de vivir y el agradecimiento a quien dona órganos en un momento tan triste como es la muerte de un ser querido”, ha subrayado.
Su libro pretende “concienciar sobre la importancia de las donaciones” porque, “aunque España esté a la cabeza, no podemos dejar de pedirlas ni bajar la guardia, siempre hay necesidad”; así como intentar afianzar la donación de sangre, que “también eso me ha salvado la vida”.
“Quienes hemos pasado por un trasplante sabemos lo importante que es mantener la llama de las donaciones, de concienciar a los demás de que puedes dar vida a otros a través de tus órganos y no hay que dejar de decirlo”, ha concluido Del Álamo.