La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, ha realizado una defensa cerrada de su gestión al frente del Ejecutivo. Pese a la ruptura del co-gobierno con el PSN, pese a las dificultades de un gobierno en minoría, y la falta de un proyecto presupuestario y, sobre todo, pese a “una de las crisis económicas más duras hasta ahora conocidas”, la dirigente de UPN ha ofrecido un largo listado de cifras para defender los resultados en Navarra, en especial en comparación con España en cuestiones como la educación o la salud. A este respecto, y para contrarrestar las críticas de la oposición, ha asegurado que la Comunidad Foral cuenta con “uno de los mejores sistemas sanitarios de Occidente”, y ha destacado por ejemplo a las nuevas Urgencias, que permitirán “una reducción de los tiempos de atención”.
A pesar de que, tras una semana de la puesta en marcha de este servicio unificado de Urgencias, los sindicatos han criticado la saturación del triaje o la sala de espera, Barcina no ha hecho referencia a esta situación actual, sino a lo que supondrá en el futuro este nuevo recinto, del que “todos los navarros pueden sentirse orgullosos”. La presidenta ha considerado que, en cuestiones de salud, está habiendo “alarmismos interesados”, y ha defendido su gestión, por ejemplo al asegurar que se ha reducido la lista de espera de consultas (dos días hábiles menos, quedándose en 60), y la quirúrgica (cuatro días hábiles menos, hasta 85). En general, Barcina ha destacado que el barómetro sanitario da una nota al Servicio Navarro de Salud de un 7,27, prácticamente un punto por encima de la media española. Y ha recordado que “el 80%” de los navarros considera que el sistema funciona “bien”.
La presidenta ha comparado continuamente los datos navarros con los estatales, también por ejemplo en materia educativa. A este respecto, ha subrayado que la comunidad tiene menos alumnos por clase y por profesor que la media nacional, y que el sistema universitario navarro es el que tiene “la tasa más alta de rendimiento” de todo el país. De ahí que Barcina haya defendido que “en Navarra hay menos ninis” que en el resto de España. Y, en concreto, ha destacado que el Plan de Aprendizaje de Inglés (PAI), muy criticado por la oposición, ha permitido “socializar” el acceso a la educación en inglés, tras pasar al principio de la legislatura de 28 colegios con esta formación a los 71 actuales, entre los que se incluye ya la educación concertada.
Otro de los aspectos a los que más tiempo ha destinado la presidenta (en total, ha hablado durante 90 minutos) ha sido la “igualdad de oportunidades”, a menudo puesta en duda por los movimientos sociales por ejemplo por las dificultades de acceso a la Renta de Inclusión Social. Sin embargo, Barcina ha reiterado en este punto, como el miércoles ya apuntó el consejero de Políticas Sociales, Íñigo Alli, que este ejercicio acabará con el reparto de 51 millones en RIS (aunque, hasta septiembre, se habían invertido 27 millones) y que el tiempo de espera para acceder a ellas es de 48 días, cuando hasta 2012 se alargaba hasta los seis meses.
Estos temas han marcado un debate marcado por un hecho claro: que se trata del último de la legislatura. Por ello, Barcina también se ha adelantado a las críticas de la oposición al lamentar que este tipo de medidas se hayan implantado en solitario, porque “alguien tenía que tener el coraje de adoptar medidas desagradables”, algo en lo que no ha encontrado apoyos entre la oposición. En su opinión, por los “cálculos electorales” de los grupos. Con todo, ha defendido que se ha logrado mantener la calidad de los servicios públicos, reducir las estructuras y las organizaciones y, así, afrontar una situación económica que, ahora “es mejor que la de hace un año”. Y eso se refleja, ha asegurado, en que Navarra cuenta con la menor tasa de paro de España.
Una advertencia a Bildu
Más allá de las cifras, que han copado el discurso, en el plano político Barcina ha cargado especialmente contra Bildu y, en concreto, a la elección de su nuevo candidato a la presidencia del Gobierno de Navarra, Adolfo Araiz, a quien se ha venido a referir como una vuelta al pasado. Para la presidenta, EH Bildu es un partido al que le falta “voluntad democrática” y, por ello, ha asegurado que “no vamos a permitir que impongan su proyecto totalitario”.
En cuanto al resto de la oposición, ha lamentado que los grupos sigan enrocados, por ejemplo, en su oposición a la reforma fiscal, devuelta recientemente al Gobierno por, según defendieron los partidos, su falta de equidad. Sin embargo, Barcina ha lamentado que un paso así supone que se mantendrán los impuestos más altos del país.
Al abordar la fiscalidad, la presidenta también se ha referido al “difícil” momento que pasan las relaciones entre el Gobierno Foral y el estatal, tras el “encontronazo” sobre el recurso sobre el IVA de Volkswagen. “Desde el primer momento afirmé que este desencuentro tenía que terminar inmediatamente. Ya adelanté que iba a exigir con firmeza que se respetaran nuestras competencias”, ha defendido. Y ha adelantado que su postura es que Navarra “no tiene una deuda” con el Estado en esta materia, por lo que ha asegurado que el Gobierno Foral “mantendrá su firmeza” en esta cuestión y en la defensa del sistema foral, que no supone que Navarra tenga “privilegios”.