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Barkos y Urkullu insisten en normalizar relaciones y en la defensa de cada autogobierno

“Normalización”. Esa ha sido la palabra más repetida por Uxue Barkos e Iñigo Urkullu, tras su primera reunión como responsables de Navarra y Euskadi. El acto, celebrado en el Palacio de Navarra, ha tenido una evidente carga simbólica y se trata de una toma de contacto que, sin embargo, ambos dirigentes han insistido en que ha sido “fructífera” y que viene para quedarse. El TAV, la reactivación económica y la vuelta de la Comunidad Foral a la eurorregión con Aquitania y Euskadi han sido algunos de los temas, ya anunciados, que se han puesto sobre la mesa, pero los que más expectación han generado han sido la recepción de ETB en Navarra y la apuesta por hacer una defensa frente al Gobierno central del autogobierno y, por tanto, del Convenio y el Concierto económicos.

El objetivo, han aclarado, es trabajar de forma conjunta en aquello que el convenio y el concierto compartan. “Estamos en un tiempo político convulso, que nos obliga a estar ojo avizor de lo que pueda suceder ante pretensiones de reformas constitucionales, donde el autogobierno de Navarra y de la CAV puedan verse alterados”, ha apuntado Urkullu. “En ese sentido estamos planteando la defensa del autogobierno”, ha puntualizado.

El lehendakari precisamente se reafirmó este 24 de septiembre, en el pleno de política general en el Parlamento vasco, en su defensa de la “nación foral” vasca, a la vez que subrayó los logros del Estatuto, una forma a priori de descartar un proceso similar al catalán. Preguntada sobre esta cuestión en conferencia de prensa, Barkos ha asegurado que en la defensa de la “soberanía foral” ambas comunidades pueden encontrarse, pero siempre cada una con su propia capacidad. “Como presidenta de Navarra sólo puedo dar la bienvenida a una propuesta de entidad política como la que se ha planteado y saludarla”, ha apuntado. “Cuando hablamos de soberanía, hablamos de que cada comunidad tenga capacidad para hacer frente a su desarrollo político de la manera que la ciudadanía decida, es decir, de manera soberana”, ha añadido.

Barkos ha vuelto a reconocer que recuperar las relaciones normalizadas con Euskadi era uno de los “objetivos claros” del gobierno del cambio y, de hecho, así está recogido en el acuerdo programático del nuevo Ejecutivo. Es más, ha insistido en que ya se trabaja en una agenda para, “a corto y medio plazo” seguir avanzando en cuestiones comunes. ¿Cuáles? Ambos han recordado que hay convenios (17) suscritos entre ambas entidades, algunos de los cuales están “sin efecto”, y también han considerado como una prioridad avanzar en cuestiones como el Tren de Alta Velocidad, la educación y el euskera, la asistencia sanitaria, la reactivación económica, la mencionada vuelta de Navarra a la eurorregión Pirineos Atlánticos con Euskadi y Aquitania (Navarra formó parte de ella en 1992, después la abandonó y UPN insistió en que no se volvería a ella) para contar con una entidad en las relaciones ante la Unión Europea y, además, facilitar la captación digital de ETB en Navarra.

La recepción de ETB

Esta última ha sido una de las cuestiones más abordadas en la conferencia de prensa conjunta después del encuentro. Urkullu ha insistido en que, aunque ahora se trate de un problema técnico a resolver, la clave para conseguirlo era mediante voluntad política, una cuestión que, según ha dado a entender, no había con el anterior Gobierno Foral. “¿Cómo es posible que los navarros puedan ver en señal digital todas las televisiones del mundo y no ETB?”, se ha preguntado Urkullu. Ninguno de los dirigentes ha concretado, por el momento, quién asumiría el coste de facilitar que la cadena pueda verse, por fin, por TDT en toda la Comunidad Foral. “Ya lo analizaremos”, ha apuntado Urkullu.

Cabe recordar que Urkullu ya mantuvo en 2013 una reunión con la entonces presidenta de Navarra, la regionalista Yolanda Barcina, tras la que ambos hablaron de una relación “cordial” y de “vecindad”, pero siempre desde el “respeto institucional”. En este caso, el lehendakari ha destacado que ha sido un primer encuentro, pero “fructífero”, que atiende a una necesidad y que hay voluntad de profundizar en esa colaboración. La próxima cita, han avanzado, será en Vitoria.