Los tres grupos parlamentarios, además de Geroa Bai, que apoyan la investidura de Uxue Barkos como presidenta de Navarra han defendido esta decisión por la necesidad de un cambio. Por parte de Podemos e I-E, por las necesidades sociales, mientras que EH Bildu ha destacado además la necesidad de dejar atrás la oposición a cualquier referencia a lo vasco. Más allá de la propia Barkos, EH Bildu sin duda ha sido el partido más mencionado en la sesión parlamentaria. Y, ante las acusaciones de UPN sobre que la coalición integrada por la izquierda abertzale será quien dirija en la sombra el próximo Gobierno de Navarra, el cabeza de lista de EH Bildu en el Parlamento, Adolfo Araiz, ha advertido a Barkos de que habrá nuevos intentos para generar “grietas” en el “entendimiento entre diferentes”. Ante ello, Araiz le ha pedido “lealtad” y “reciprocidad”.
Araiz, en cualquier caso, no ha hecho referencia expresa en su intervención ante el Parlamento al nombramiento de María José Beaumont, una de sus propuestas aceptadas durante las negociaciones del nuevo gobierno, como consejera de Interior, una decisión que sobre todo han criticado UPN en Navarra y el PP de forma nacional. Araiz, en lugar de responder a las críticas directamente, se ha dirigido a Barkos: “No se deje seducir por cantos de sirena vacíos que no tardarán en llegar. No le queda duda de que si el régimen se tiene que vestir de lagarterana para generar grietas en el gobierno y en quienes le vamos a apoyar, se vestirá”. Y se ha referido a lo sucedido en los últimos días como un ejemplo. “Si usted es leal, nosotros los seremos y viceversa”.
“Estamos en un nuevo ciclo político y las viejas estrategias no les va a servir”, ha dicho en referencia a UPN en general y a Javier Esparza, su cabeza de lista, en particular. “Esa estrategia no sirve para nada, les ha llevado a la oposición y no han hecho autocrítica. Olvídese del Que vienen los vascos”, ha declarado.
Podemos: las críticas dentro del acuerdo
En cuanto a otra de las cuatro formaciones que apoyarán la investidura de Barkos, Podemos, su secretaria general, Laura Pérez Ruano ha argumentado ese voto por la necesidad de dejar a un lado el “bipartidismo” de UPN/PSN y por las necesidades sociales: “No nos envolvemos en banderas, porque nuestra patria es la gente”. “Nosotros hemos apostado por el cambio y por eso damos nuestra confianza a Uxue Barkos”, ha defendido, a la par que ha matizado que se trata de un “apoyo condicionado” al cumplimiento del acuerdo programático.
Porque, finalmente, Podemos ha firmado ese acuerdo, pero no ha hecho sugerencias de nombres para las consejerías. “Hemos optado por preservar nuestra independencia”, ha reiterado a este respecto, y ha reconocido las “dudas” surgidas durante las negociaciones. Podemos, de hecho, ha sido crítico en el Parlamento con parte del organigrama del gabinete y con algunas ambigüedades del acuerdo programático, como el TAV (Podemos se refiere a él como “un tren a ninguna parte”). Aunque, con todo, ha afirmado que este pacto es una hoja de ruta para lograr un cambio de políticas “en profundidad”.
I-E: “Un nuevo tiempo comienza”
El cabeza de lista de Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin, ha cerrado las intervenciones de los grupos parlamentarios en el pleno de investidura defendiendo que “un nuevo tiempo comienza” y que este es únicamente el reflejo del resultado electoral. Nuin ha defendido que ese cambio “no violenta” a la sociedad navarra, como sí lo hubiera hecho la maniobra que puso sobre la mesa UPN, que era la posibilidad de un gobierno PSN/I-E apoyado por los regionalistas. Y ha insistido en que lo importante del cambio está en las políticas sociales, la reforma fiscal justa, la defensa de lo público y, en definitiva, “poner freno a las políticas de la derecha. Navarra lo necesitaba como el respirar”.