El cementerio de San José de Pamplona ha acogido este viernes la inhumación de los restos humanos no identificados de 10 víctimas del franquismo en Navarra, que han recibido sepultura en el panteón construido en el camposanto pamplonés en un acto de “reconocimiento, justicia y reparación”.
Se trata de la primera inhumación que se realiza en el marco del convenio de colaboración suscrito por el Consistorio y el Ejecutivo foral para la sepultura de restos humanos no identificados de víctimas de la Guerra Civil de 1936 y del franquismo en la Comunidad foral.
Los restos humanos de estas 10 víctimas del franquismo han recibido sepultura en un acto que ha reunido a representantes de todos los grupos políticos con presencia en el Consistorio pamplonés, a familiares de víctimas del franquismo y a ciudadanos.
El acto ha estado presidido por el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Morrás, y la presidenta de la Asociación de Familiares y Fusilados de Navarra (AFFNA 1936), Olga Alcega, quien ha lamentado que estas diez víctimas “hayan tenido que esperar 78 años para ser inhumadas dignamente”.
Tras sus intervenciones, con la música del violín de telón de fondo, familiares de fusilados y miembros de la asociación han entregado las diez cajas con los restos humanos a los operarios municipales, que las han depositado en el interior del panteón junto a ramos de flores y banderas republicanas.
A continuación, el alcalde de la capital navarra, junto a Olga Alcega, ha depositado un ramo de flores sobre el panteón con la leyenda 'El excelentísimo Ayuntamiento de Pamplona a los Fusilados de 1936', una ofrenda floral a la que se han sumado representantes políticos y familiares de fusilados colocando en el panteón rosas rojas.
Los primeros restos que se han inhumado en el panteón municipal se corresponden con diez personas cuyos restos se recuperaron en la Comunidad foral entre los años 2010 y 2012. Se trata de una persona localizada en el exterior del cementerio de Añézcar en 2010, dos personas localizadas en la parte externa del cementerio de Oteiza de Berrioplano en 2010, otra localizada en el cementerio de Ripa en 2012 y seis más en una fosa en terreno cultivable en Atxoritz en 2012.
“Huesos que fueron vida e ilusión por una sociedad mejor”
La presidenta de la Asociación de Familiares y Fusilados de Navarra, Olga Alcega, ha puesto en valor que finalmente las víctimas del franquismo no identificadas puedan recibir sepultura en el cementerio de Pamplona, el “lugar de reposo digno de todos los que nos dejan”, y ha esperado que “algún día sepamos su identidad” y que “nunca quede ningún compañero en ninguna cuneta de Navarra”.
“Son huesos que fueron vida, que fueron ilusiones por una sociedad mejor, por el derecho a la cultura, la educación, por el derecho al trabajo digno, a pensar libremente, por el derecho a la igualdad, a la justicia y a la libertad. Al no conocer vuestra identidad, sois los padres, los abuelos y los tíos de todos nosotros”, ha resaltado.
Ha recordado, además, que quienes les quitaron la vida “fueron asesinos, que también asesinaron todos los derechos por los que habían luchado, les ocultaron a los familiares y construyeron una sociedad de mentiras y olvido imponiendo el silencio”.
“No son a simple vista solo huesos, en el calcio del hueso hay una historia desesperada del terror premeditado. Habrá que contar, desenterrar, emparejar, sacar al aire puro de vivir pendiente de abrazo, despedida, en el lugar preciso de la cicatriz”, ha relatado.
Alcega ha pedido al consejero Morrás, como representante del Gobierno foral, que “la ley de Memoria Histórica se cumpla desde el primer artículo hasta el último”, y a Maya, tras agradecerle la construcción del panteón, le ha reclamado que “para que este proyecto se contemple en el muro estén los 309 nombres de todos aquellos pamploneses que les quitaron la vida para que las familias puedan venir aquí a acariciar su nombre”.
“Una huella responsable y de recuerdo”
Por su parte, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha resaltado que le “llena” de satisfacción poder cumplir “con la memoria de esta tierra y ser capaces entre todos de firmar una acción de justicia con nosotros mismos como sociedad y con las propias personas que sufrieron la crueldad de dos episodios muy duros de nuestra historia”.
En su opinión, el panteón municipal que acogerá los restos de víctimas no identificadas “debe convertirse a partir de ahora en una huella responsable y de recuerdo, en una huella que nos permita mirar al pasado para construir un futuro mejor con cimientos firmes y basados en el respeto”.
“Como sociedad asumimos que éste es un espacio para el reconocimiento, la reparación y, sobre todo, para el aprendizaje, para que nosotros y las generaciones que vengan en el futuro tengamos siempre presente el camino que nunca debemos repetir”, ha ensalzado Maya, que ha afirmado que “toma nota” sobre la petición realizada por Alcega sobre poner los nombres de las personas desaparecidas en el panteón.
Finalmente, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Morrás, ha destacado que “estamos aquí en cumplimiento de una obligación ética, que tiene su base en la dignidad y en los derechos humanos”.
“Lo que estamos hoy inhumando son personas que no han recibido el trato que por dignidad y derechos humanos merecían, que hoy empezamos a modificar y que esperamos que cambie definitivamente para el futuro”, ha remarcado Morrás, que ha asegurado que “a partir de ahora tendremos un trato humano, digno y de justicia para recordar a estas personas que hasta ahora no habían recibido ni de lejos ningún tipo de reparación como merecían”.
“La administración, la maquinaria burocrática tarda, es lenta, pero la demostración de que intentamos y estamos haciendo todo lo posible para que en el plazo más breve posible se ponga en marcha y fructifique esa colaboración es la muestra”, ha concluido.