Cabe recordar que en abril de 2013, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (Affna36), en colaboración con la sociedad de ciencias Aranzadi, comenzó en Urbasa los trabajos de localización de los cuerpos de Balbino Bados, Balbino García, y Gregorio García. En este caso fueron las familias de los dos primeros quienes solicitaron la exhumación.
En la citada sima no sólo se encontraron los restos de estas tres personas, sino que además fueron hallados los cuerpos de otras siete personas. Una de ellas ha sido recientemente identificada. Se trata de José Urbizu, de 27 años, de Zegama, de profesión carbonero y que será entregado a sus familiares en próximas fechas.
Aún quedarían seis personas exhumadas por identificar, por lo que Affna36 ha hecho un llamamiento a familias de Guipúzcoa, Álava y Navarra y que crean que sus familiares fueron asesinados en Urbasa a que se pongan en contacto con la asociación para darles nombres a estos desaparecidos. Para ello han facilitado el correo electrónico affna36@yahoo.es.
En opinión de la asociación que agrupa a los familiares, “se trata de militantes republicanos que en 1936 fueron fusilados, con la singularidad de que además los arrojaron a una sima en un intento de ocultar su muerte, de lanzarlos todavía más al olvido”.
Desde affna36, han subrayado que “en este caso el trabajo no se basa en la localización de los restos, ni en su exhumación, sino de emparejarlos con una historia vital y familiar que es necesario completar”.
La asociación ha opinado que “llama la atención que este tipo de investigaciones tengamos que seguir haciéndolas las asociaciones con nuestros propios medios, tratando de publicar un mensaje desesperado para encontrar a seis familias que sin duda siguen viviendo bajo el interrogante de la desaparición, de forma precaria y voluntaria, con rigor científico pero todavía sin ayuda oficial”
A juicio de Affna36, “si hubiera un plan concreto, una hoja de ruta precisa, una voluntad inequívoca por parte del Gobierno de Navarra de comprometerse con el trabajo de exhumación de las personas desaparecidas en el 36, no tardaríamos tanto en solucionar un problema como este”.
Por último, ha subrayado que “cuando Aranzadi o la propia asociación afrontan la búsqueda de un desaparecido no estamos tratando de solucionar sólo un problema individual o particular, sino que estamos encarando un problema social, de nuestro imaginario colectivo, de nuestra memoria democrática”.