El Gobierno quiere parar la obra de Yesa, pero la oposición no ve motivos

N. Elia

Todos los grupos parlamentarios coinciden en el objetivo, dotar de la “máxima seguridad” las obras de recrecimiento del pantano de Yesa. Pero esta aspiración común no ha sido suficiente para que todos los partidos pidan la paralización de los trabajos, como solicita el Gobierno foral. Los grupos se han pronunciado después de conocer en detalle el estudio llevado a cabo por técnicos de diferentes departamentos del Gobierno en el que se advierte que “existen importantes incertidumbres sobre la seguridad de la presa y las laderas del embalse de Yesa, sobre todo la derecha”, y se recomienda al Ejecutivo foral que solicite la paralización de las obras de recrecimiento “mientras no se aclaren las cuestiones relativas a la seguridad”.

El informe, que cuestiona los parámetros con que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha calificado como seguras las obras, no ha terminado de convencer a regionalistas y socialistas. Desde UPN se ha pedido no “difundir temores” y desde el PSN se ha dado por buena la respuesta de Fomento a una pregunta de los socialistas en el Congreso, en la que el ministerio afirmaba que las obras se están realizando “con plenas garantías de seguridad”. Excepto socialistas y regionalistas, los partidos que sustentan al Gobierno se han unido a su petición para que Fomento paralice las obras.

Varios departamentos involucrados

Uno de los participantes en el estudio interdepartamental del Gobierno de Navarra, César Pérez Martín, ha explicado que el informe propone la creación una comisión en la que participen el ministerio de Medio Ambiente y Agricultura, el Gobierno de Navarra, el Gobierno de Aragón, la CHE, ayuntamientos y asociaciones para elaborar un dictamen con “expertos independientes de reconocido prestigio internacional” en materia de riesgos asociados a grandes obras hidráulicas.

La necesidad de este gran estudio, ha aclarado Pérez, radica en que “el coeficiente de seguridad de la ladera derecha no ha sido definido con precisión por la CHE”, y “los parámetros de cálculo sismológico, que cumpliendo la normativa vigente cuando se redactó el proyecto, son inferiores las nuevas propuestas de modificación de la norma y a los estudios históricos de la sismología de la zona”. Además, ha recordado, el plan de emergencias implantado presenta “dudas en cuanto a la eficacia de las alertas sonoras en Sangüesa y el tiempo necesario para la evacuación efectiva de la población”.

El estudio se ha presentado en el Parlamento a instancias de la consejera de Presidencia, María José Beaumont, que ha lamentado que el Ministerio no ha dado respuesta “a los múltiples requerimientos” del Gobierno de Navarra para recibir información sobre la situación de la ladera. La falta de respuesta por parte de la Administración central es, en opinión de Beaumont, más grave teniendo en cuenta que “siguen existiendo importantes incertidumbres en relación con la seguridad de la ladera, que contradictoriamente la Confederación Hidrográfica del Ebro considera estable”.