“Nos cuesta mucho decirle a un paciente que, por un error de laboratorio, se tiene que repetir la extracción. Antes era algo excepcional, unas dos ocasiones al año, pero solo en el último mes ha ocurrido seis veces”. Las trabajadoras del Laboratorio Unificado de Navarra (LUNA) han pintado ante los grupos parlamentarios este negro panorama de cómo funciona el servicio. Tubos perdidos, averías constantes, una cadena (un sistema robótico puntero) no ajustada, una previsión de equipos insuficiente… Este es el largo rosario de problemas enumerado por una representante de la plantilla, Rosa Gallego, que ha insistido en que esta unificación es “una obra faraónica sin cimientos”.
Esta situación, según esta portavoz, ha generado malestar entre los trabajadores. Tanta, que 83 de los 90 empleados aseguran no estar satisfechos con este funcionamiento y han prestado su firma para denunciarlo. “El nivel de presión es muy alto”, ha afirmado, y por ello el personal está “desmoralizado y triste”. Gallego ha repasado, paso por paso, los problemas que se suceden en el servicio, y que incluyen averías constantes, mantenimiento insuficiente, extravíos, falta de formación y un largo etcétera.
Y, una a una, también ha respondido a las recientes afirmaciones de la consejera navarra de Salud, Marta Vera, que defendió en conferencia de prensa y también ante el Parlamento este sistema y la satisfacción de los empleados. La representante del Ejecutivo reconoció cierta tensión “puntual”, pero también alegó que este proceso es extraordinariamente “complejo” y de los más innovadores realizados en Navarra.
Dos visiones, por tanto, opuestas de cómo funciona este sistema, adjudicado a la firma Abbott en octubre de 2012, y de si realmente ha supuesto un ahorro para las arcas forales, algo de lo que la plantilla duda. Geroa Bai ya denunció estos problemas a finales de julio de este año, puesto que estos errores habían provocado que en algunos casos se triplicaran el tiempo de espera de las analíticas, pasando de una hora u hora y media a tres e, incluso, cuatro horas. A estas críticas se han sumado en sede parlamentaria PSN, Bildu, Izquierda-Ezkerra y Aralar-NaBai, que han considerado que este es uno más de los errores cometidos por el Departamento navarro de Salud.
“Hablan mal de ustedes mismas”
Por el contrario, desde UPN, en una intervención muy censurada por el resto de los grupos, el parlamentario Antonio Pérez Prados ha lamentado que, con sus palabras, las representantes de la plantilla al final “hablan mal de ustedes mismas y de la institución que les paga”, a la que deberían brindar una mayor “lealtad”. Gallego, por su parte, le han respondido que “somos muy leales cuando hacemos un esfuerzo ímprobo para que esto salga adelante, pero más no podemos hacer”.