Máscaras, derroche y sátira social, la propuesta de ‘Bancarrota’ en el Gayarre

¿Las tarjetas black también se utilizaban hace siglos? Pues no tanto, pero algunas de las actitudes que entonces mostraba la clase alta, los codazos por acumular el dinero fuera como fuera, tienen un claro reflejo en la sociedad actual. El dramaturgo del siglo XVIII Carlo Goldoni, ahora considerado uno de los creadores de la comedia moderna italiana, reflejó en una historia cómo un mercader perdía su fortuna y, con la colaboración de un notario, intentaba recuperarla solo para volver a caer. Un grupo de actores y actrices navarros vieron la actualidad del libreto, decidieron actualizarlo (labor de Álvaro Lizarrondo) y el resultado es Bancarrota, la comedia, una obra premiada por el Teatro Gayarre y que este viernes afronta su estreno, en el Día Mundial del Teatro.

Sin embargo, hay quien ya habrá podido conocer a alguno de sus personajes. El reparto ha hecho lecturas dramatizadas, intentó acudir (vestidos como sus personajes) al primer día de rebajas en El Corte Inglés y apareció en televisiones nacionales tras personarse, sin dar muchas explicaciones, en el Teatro Real de Madrid durante el último sorteo de la Lotería Nacional. Se trataba de estar allí donde estuviera el dinero. Y el gasto. Esta forma de llamar la atención, de generar expectación de otras formas como las redes sociales y atraer a otro tipo de público, es una de las razones que, según apunta el reparto, pudo captar la atención del jurado que, gracias al teatro pamplonés y el Gobierno de Navarra, les otorgó el I Premio Gayarre al mejor proyecto escénico 2015. A él optaron un total de cinco propuestas.

Así arrancó la preparación de este proyecto, durante un mes en el Matadero de Madrid y durante otro tanto en el propio Teatro Gayarre. En total, se trata de un equipo de entre 15 y 20 personas, seis de ellas actores y actrices navarros. Cuando optaron al premio, la mayoría vivía en Madrid, intentaba formarse o buscarse la vida. De hecho, no tenían ni compañía propia, así que para presentarse al concurso lograron una colaboración con la pamplonesa Acrónica Producciones.

La situación del teatro

Porque vivir del teatro tampoco es, precisamente, sencillo. “Es la primera vez que voy a cobrar por ensayar; lo normal es acudir con una obra que has montado con tus propios medios, depender de la función, no tener una nómina que te pague durante los preparativos”, admite Txus Pellicer, integrante del reparto. “Trabajamos por gusto, porque si es por el dinero…”, lamenta.

Este toque de atención también se refleja en la obra, donde el reparto canta canciones en las que reivindica la difícil situación actual de la escena. La propuesta, por tanto, no es sencilla. Es una parte de comedia de enredo, otra de comedia dell’arte y, por tanto, de personajes con máscaras y, en general, un tono de crítica social y de humor constante. Y, por el momento, la propuesta ya ha completado el 75% del aforo, por lo que se espera este viernes rondar el lleno.

Para la obra este es el inicio de una serie de actuaciones que, en principio, seguirán en verano en el Festival de Teatro Clásico de Olite y que, después, según esperan, siga en Madrid y, posiblemente, en Venecia, aprovechando el tirón de su director, el romano Fabio Mangolini. Bancarrota no busca hacerse rica, pero sí vivir del teatro.