Los Sanfermines ya están aquí. Pamplona cuenta las horas que restan para el chupinazo. Las de la ciudad navarra son de las fiestas que más personas atraen. Adrenalina por la mañana con los encierros, buena gastronomía para el mediodía, buen ambiente por la tarde y fiesta por la noche. No obstante, con el recuerdo de la violación grupal del año pasado aún en la memoria de toda España, el Ayuntamiento ha reforzado su estrategia con el objetivo de evitar agresiones similares.
El inicio de la temporada estival de fiestas en Euskadi ha sido negro. En Sopela (Bizkaia), un hombre de 21 años intentó presuntamente agredir a una joven de 19. La víctima pudo zafarse de su agresor y denunciar los hechos a la Ertzaintza. El desenlace de otro caso que se produjo durante la celebración de San Pelayo en Zarauz fue más grave para la víctima. Un joven de 18 años ha ingresado en prisión preventiva tras ser acusado de violar a una chica de 16.
De cara a las fiestas de este año en la capital navarra, el Ayuntamiento de Pamplona ha puesto en marcha la estrategia Por unas fiestas libres de agresiones sexistas. Encaminada a erradicar las agresiones de este carácter, también contempla los casos que no se puedan evitar y establece un protocolo que permita actuaciones rápidas y contundentes. “El objetivo en estos casos consiste en proteger a las mujeres y a su entorno familiar y no dejar impune al agresor”, explica Laura Berro, concejala de Igualdad y LGBTI.
La estrategia está concebida para la totalidad del año, puesto que la violencia sexista, en cualquiera de sus formas, no es cosa de los nueve días que duran las fiestas, sino algo a lo que hay que hacer frente en todo momento. No obstante, durante las celebraciones en honor a San Fermín, los casos se incrementan. “De cara a las fiestas se acentúan algunas de las medidas”, aclara Berro.
Los de 2016 fueron unos Sanfermines especialmente negros, con cuatro violaciones, otro intento y siete casos de abusos sexuales. Por lo tanto, la estrategia concebida por el Ayuntamiento este año presenta algunos cambios respecto a la del anterior. “Sin olvidar el «no es no», que es fundamental, hemos querido ir más allá”, afirma Berro. La campaña pretende ser tanto intensiva como extensiva, para llegar al máximo número de personas posible. “Es importante que tenga presencia también fuera de Navarra, ya que hay muchos visitantes durante las fiestas”, comenta la concejala. “Es necesario que las mujeres que llegan a la ciudad en estas fechas festivas conozcan los recursos”.
María Castejón, formadora y experta en igualdad y colaboradora de la revista ‘Pikara magazine’, hace una lectura muy positiva de toda la campaña. “Hace ocho o nueve años sería impensable una estrategia de semejantes características y con un apoyo institucional y de la ciudadanía tan amplio”, comenta.
Berro afirma que desde el Ayuntamiento se trabaja con un trasfondo concreto. “Consideramos que existe un contexto de desigualdad entre hombres y mujeres, raíz de las agresiones sexistas”, explica. “La violencia contra las mujeres es la expresión extrema de esa desigualdad”.
Las denuncias son imprescindibles y reflejan un mayor grado de concienciación. “Que haya más denuncias no significa que se den más casos”, puntualiza Berro. “Es fundamental que durante las fiestas se visibilicen estos comportamientos y que las mujeres se sensibilicen”. Además, aunque la violencia física sea lo más visible, no es más que la punta del iceberg. “Desde el año pasado venimos pidiendo que se denuncien no solo los delitos contra la libertad sexual, sino también los tocamientos y todo lo relacionado con la intimidación”, recuerda la concejala de Igualdad.
Todos a una
Hacer partícipe a la ciudadanía es la piedra angular de la estrategia. Por una parte, la táctica adoptada por el Ayuntamiento ha conseguido reunir a su alrededor a la gran mayoría de las asociaciones feministas navarras. Desde la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres y/o Feministas de Navarra aseguran estar todos a una con la estrategia consistorial. Sin embargo, Berro es consciente de que se requiere el apoyo de todos. “Un ayuntamiento no puede cambiar un modelo social”, explica. “Puede apostar en esa dirección, pero necesita de todos y todas”.
Así pues, el Consistorio ha dado el pistoletazo de salida y amplios sectores de la población se han adherido a su estrategia. La Federación de Peñas de Pamplona también la respalda. En un manifiesto titulado Sin agresores no hay agresiones, las peñas se han adscrito a la campaña #metachodemacho contra los estereotipos machistas. “Nos comprometemos, nos posicionamos y nos unimos a nuestras compañeras las mujeres en la lucha por sociedades verdaderamente igualitarias y libres de violencias”, aseguran en el texto.
El trabajo codo a codo con los medios de comunicación también es esencial. “Por culpa de algunas filtraciones, el año pasado se publicaron en prensa algunas informaciones que aún no habían sido corroboradas por el Ayuntamiento”, lamenta Berro. Dado que toda denuncia conlleva una investigación, que incluye la confirmación por parte de la Policía, es importante tratar los datos con sensibilidad, ya que, de lo contrario, pueden generar desconfianzas innecesarias en la población. Por ello, desde el Ayuntamiento han llevado a cabo sesiones de trabajo con los medios de comunicación y otorgarán un premio a aquellos que mejor traten las informaciones referentes a las agresiones cuando sucedan. Por último, han publicado un decálogo con sugerencias y recomendaciones para los periodistas.
Como en años anteriores, se ha elaborado una pequeña guía de recomendaciones, dirigida a cualquier persona, sea hombre o mujer, que incita a adoptar una actitud activa frente a cualquier incidente sexista. De este modo, explica qué es la violencia sexista, aporta pistas para detectarla y pasos a seguir en caso de ser víctima de ella o de presenciarla e impulsa a las mujeres a empoderarse.
Libres, no valientes
El enfoque adoptado en las páginas de esta guía ha suscitado algunas críticas. Castejón echa en falta un mensaje más contundente hacia los hombres y que se centre menos en las mujeres. “Debería estar más dirigido a la masculinidad”, lamenta. “Las mujeres no queremos ser heroínas que se defienden por la noche, tan solo queremos ser libres por la calle”.
Pese a que es consciente de ello, Berro considera especialmente acertadas las recomendaciones dirigidas a las personas que presencien violencia sexista en cualquiera de sus formas. Además, opina que el vídeo se centra más en los agresores que en las víctimas. Aun así, no niega que queda mucho camino por recorrer, especialmente con los hombres. “Para el próximo curso, nos hemos fijado como reto trabajar todo el ámbito de las masculinidades feministas”, adelanta. No obstante, cree que, mientras que el trabajo con los hombres debe prolongarse a lo largo de todo el año, lo que urge durante las fiestas es brindar a las mujeres medios con los que defenderse.
María Castejón también considera que aún queda mucho por hacer, pero alaba la campaña. “Simbólicamente, tiene una gran importancia”, concede. “Sin embargo, se trata de un problema estructural que no ha de abordarse únicamente durante las fiestas”.
Manos rojas por la ciudad
Las manos rojas, empleadas por el Instituto Navarro para la Familia e Igualdad para mostrar su rechazo ante los episodios de violencia machista durante las fiestas de cualquier localidad, han sido adaptadas y estarán presentes a lo largo y ancho de Pamplona. Ya en las mismas entradas a la ciudad, sustituyendo a los paneles destinados en otras ocasiones a felicitar las fiestas navideñas o dar avisos meteorológicos, se podrá leer el lema de la estrategia. Además de pegatinas que se incluirán en los vehículos de transporte urbano y comarcal, en las líneas ferroviarias y en la red de taxis, se han erigido tres manos rojas de grandes dimensiones en el centro de la ciudad.
Con todo, Laura Berro espera que la estrategia incida en los tres públicos objetivos: el general, los hombres y las mujeres. Asimismo, confía en que se denuncie cualquier caso que se pueda dar, para que se pueda mantener el seguimiento y aplicar el protocolo. “Espero que las mujeres se sigan protegiendo, pero sin tener miedo y siendo valientes”, zanja Berro. “Ante todo, que todo el mundo se lo pase bien y disfrute de las fiestas”. Que son nueve días.