Yesa, la razón del desvelo de René Petit

Los cines Golem de Pamplona acogerán este próximo jueves, 20 de noviembre, dos pases del documental Los malos sueños de René Petit. El mensaje es claro: ¿por qué fue un error construir el embalse de Yesa en ese emplazamiento? Entidades de protesta como Yesa+no y Río Aragón han colaborado para recabar opiniones de vecinos de la zona en este documental, donde una de las voces clave es la del geólogo de la Universidad de Zaragoza Antonio Casas, que acudirá esta semana a la capital navarra para dar conocer este proyecto, que arranca con dos sesiones (19:00 y 21:00 horas) pero cuyo objetivo es seguir recorriendo parte del país, especialmente en aquellas zonas donde el agua, por la construcción de infraestructuras y su posterior aprovechamiento, se está convirtiendo en un caballo de batalla.

Este proyecto colectivo, financiado a través de un crowdfunding con el que se recopilaron unos 20.000 euros, surgió en primavera de 2013 por el contacto entre una persona residente en la ladera derecha de Yesa, la zona afectada por el deslizamiento y el posterior desalojo de las casas, y los responsables de Eguzki Bideoak, un colectivo social que, como se apunta en su web, promueve documentales centrados en “difundir ideas silenciadas”. Y, en concreto, según cuenta uno de los responsables de este rodaje, Aitor Santxikorrota, Yesa es un ejemplo de un proyecto “problemático y lleno de irregularidades”, ya impulsado (el pantano original se terminó en 1959) entre dudas, con un recrecimiento siempre barajado y ahora impulsado entre la oposición de colectivos como los mencionados. Tanto de Navarra como de Aragón, porque Yesa se encuentra “un poco en tierra de nadie”, lo que ha facilitado, en opinión de Santxikorrota, esa falta de explicaciones.

Iker Aramendia, portavoz de Yesa+no, explica que la ubicación del embalse “es muy buena en términos geográficos, por la cerrada de Yesa, pero muy mala en cuestiones geológicas”. Pese a todo, la posibilidad de ampliar ha sido insistente, y desde estos colectivos denuncian también los intereses de las constructoras (mencionan a ACS, Ferrovial y FCC) en un proyecto que supera los 100 millones. Otra razón que ven los opositores al recrecimiento son los posibles aprovechamientos de esa agua, en origen pensada para mejorar el suministro a Zaragoza y, después, para surtir a los regadíos, “pero las razones para ese recrecimiento no se sostienen”, sentencia Víctor Iguácel, de Río Aragón y Aturando Yesa.

Un total de seis personas han participado en las labores más técnicas del rodaje, aunque Yesa+no y Río Aragón han colaborado en la producción, para así poder recabar la opinión de 48 personas, aunque finalmente el metraje (de 72 minutos de duración) solo da cabida a seis de ellas (tres personas de aguas arriba y otras tres aguas abajo). ¿Y se encuentran también opiniones partidarias de este recrecimiento? Sus responsables aseguran que uno de estos testimonios sí lo es. Pero la pretensión del documental es clara: “Tenemos razón y queríamos exponer nuestros argumentos, pero si solo hubiéramos estado las asociaciones involucradas en la realización, el resultado habría sido más propagandístico. No es así”, defiende Iguácel.

Trailer “Los malos sueños de René Petit” from Eguzki Bideoak on Vimeo.

¿Quién fue René Petit?

Para explicar esta oposición al recrecimiento, en Los malos sueños de René Petit resulta clave la figura de este ingeniero jefe (y exfutbolista), que se encargó de la construcción de Yesa para la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que, siendo ya mayor, reconoció que ese proyecto no le dejaba dormir tranquilo. Y de ahí que se opusiera a la posibilidad de recrecer esta infraestructura. Esas palabras cobran protagonismo teniendo en cuenta las dificultades para estabilizar las laderas y los movimientos de tierras sufridos recientemente, mientras sigue adelante el proyecto. Entidades como la CHE o la Delegación del Gobierno en Navarra han insistido en que la seguridad está garantizada, ya que los movimientos en la ladera son “imperceptibles”, por lo que está asegurada la estabilidad de la ladera derecha. Por el contrario, desde la oposición al proyecto, como la Fundación Nueva Cultura del Agua, esperan que las obras sean paralizadas.

El estreno del documental, que se ha retrasado más de lo previsto, es el final de este proyecto y el inicio de su carrera en los cines. Por el momento, ya hay dos sesiones cerradas en Golem, pero sus responsables piden al público que compren antes las entradas (5 euros) a través de Internet para así intentar asegurar que haya más pases. Desde Eguzki Bideoak esperan que sea solo el principio de una larga trayectoria; y un argumento más en el debate en torno a Yesa y a quién tiene el control de los usos del agua.