UPN logra aguantar en Pamplona como la fuerza más votada este domingo 28 de mayo, pero la ruptura de Navarra Suma penaliza mucho a los regionalistas, que pierden hasta cuatro concejales. Una vez más el PSN tendrá la llave de la gobernabilidad, que podría dar la alcaldía a EH Bildu que crece y obtiene un concejal más.
El partido regionalista pierde claramente fuerza en el Ayuntamiento de la capital navarra tras la ruptura de la unidad de la derecha. UPN logra nueve concejales y baja en puntos el resultado alcanzado en 2019, cuando concurrió con PP y Ciudadanos. Cristina Ibarrola podría ser alcaldesa por ser la suya la lista más votada si el PSN, al igual que en 2019, deja que gobierne quien ha ganado los comicios, pero se enfrentaría a cuatro años de un gobierno en clara minoría.
La segunda fuerza vuelve a ser EH Bildu, que ha logrado ocho concejales, a tan solo uno de UPN, y que sube casi tres puntos con respecto a 2019. Dependerá de lo que decidan los socialistas, quienes una vez más volverán a tener la llave de la gobernabilidad en el Consistorio pamplonés. Joseba Asiron ha reclamado públicamente “correspondencia” por el apoyo que la coalición abertzale ha dado al PSN esta legislatura en el Parlamento foral.
El PSN, que eligió como candidata a la consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra esta legislatura, Elma Saiz, para tratar de mejorar sus resultados en Pamplona, se mantiene con cinco ediles y tendrá que decidir a quién da la alcaldía.
El PP, que ha alimentado sus listas con tránsfugas de UPN como Carlos García Adanero, su cabeza de lista, obtiene dos concejales. Son los mismos concejales que obtiene Geroa Bai (Socialverdes y PNV). La coalición de izquierdas Contigo Navarra (Podemos, Izquierda Unida, Batzarre, Berdeak Equo y Alianza Verde) obtiene representación con un concejal.
1