“UPN se ha arrodillado ante los que pretenden que Navarra sea una provincia española más; su discurso está hecho trizas”

Bakartxo Ruiz (Pamplona, 1977) es la candidata de EH Bildu a la presidencia del Gobierno de Navarra. Defensora de la gestión del cuatripartito, apuesta por repetirlo sin duda, y asegura que sumarán los escaños suficientes para no tener que depender de los socialistas, “que siempre han sido una muleta de la derecha”. Reivindica la izquierda abertzale como “un elemento de certidumbre, que cumple con su palabra”, y atiza a Podemos por haber generado inestabilidad en el Gobierno del cambio.

¿Apuesta por repetir el cuatripartito? El balance final parece positivo…

Bueno pues efectivamente yo creo que esta primera fase del cambio ha funcionado mucho mejor de lo que a muchos les parecía y sobre todo mucho mejor de lo que a muchos les hubiera gustado. Los que auguraban el apocalipsis o que sin UPN o el Partido Socialista Navarra iba a ser ingobernable se equivocaron y los hechos así lo han demostrado. Se ha avanzado en derechos sociales, se ha avanzado en reconducir las políticas públicas y se ha avanzado hacia un modelo que superara la exclusión, la discriminación y la crispación de épocas anteriores y creo en ese sentido podemos hacer un balance satisfactorio. Ahora bien, creo que también hay margen y posibilidad de que el cambio sea más profundo, de que en la segunda fase que tenemos por delante podamos tener mayor ambición y dejar determinadas inercias del pasado. Me refiero a modelos de infraestructuras obsoletos y a seguir avanzando en derechos sociales y democráticos para toda la ciudadanía.

Sin embargo, acusó a Geroa Bai de gobernar “como si tuviera mayoría absoluta”

Desde EH Bildu planteamos desde 2015 la configuración y la fórmula de gobierno. Lo sustentamos cuatro fuerzas políticas diferentes, el cambio es diverso, plural, y requiere de grandes consensos y de ser capaz de desatascar determinados desacuerdos, de tomar decisiones lo más compartidas posibles. Creemos que estos cuatro años se ha funcionado moderadamente bien en ese ámbito, pero queremos sentirnos identificados e implicados en cada una de las decisiones que toma el Gobierno, aunque no sea fácil consensuar entre cuatro fuerzas políticas que tenemos modelos socioeconómicos diferentes y programas diferentes. Hemos cumplido con la palabra que le dimos a la ciudadanía de Nafarroa.

¿Cuáles han sido las principales discrepancias?

Dentro de las discrepancias, que las ha habido, puedo hablar de infraestructuras, puedo hablar del tren de alta velocidad, de la gestión que se ha hecho en Aroztegia en Baztan, puedo hablar de la gestión del desalojo del gaztetxe Maravillas o del Consejo de Diálogo Social, por ejemplo. Geroa Bai ha adoptado en algunas ocasiones una actitud propia de alguien que tiene 26 parlamentarios y no nueve.

Las encuestas les dan un aumento en la intención de voto, ¿cómo lo interpretan?

Yo creo que hay que ser humildes, pero al mismo tiempo hay que saber reconocernos a nosotras mismas, y no solo en el ámbito político sino también en el social. EH Bildu ha sido una fuerza clave al posibilitar una mayoría social y política alternativa al régimen de UPN y el Partido Socialista. Somos un elemento de certidumbre, una fuerza política que cumple con su palabra: hemos aprobado cuatro presupuestos y más de 100 leyes esta legislatura.

¿Ha sido Podemos el eslabón débil del cuatripartito con sus disputas internas?

El ruido que ha generado Podemos con sus con sus vaivenes y con sus disputas internas ha sido un factor de incertidumbre. EH Bildu ha aportado lealtad a la palabra dada a la ciudadanía y ha aportado mucho trabajo, solvencia y sobre todo la capacidad de llevar adelante el compromiso, no exento muchas veces de dificultades.

El PSN también está en auge, y María Chivite ha vetado a EH Bildu. ¿Puede complicar la gobernabilidad? O al menos su presencia en el futuro gobierno

Bueno, el Partido Socialista en Navarra está queriendo vivir de las rentas de los resultados electorales de las generales y creo que se equivoca. Está haciendo un cuento de la lechera, pero el PSN siempre ha sido una muleta de la derecha. Jamás la ciudadanía navarra lo ha visto como agente de cambio. En 2015 tuvimos el mejor ejemplo de ello, cuando por fin el cambio político social en Navarra tuvo una concreción política e institucional. Fue precisamente cuando el Partido Socialista dejó de tener la llave, y creo que la ciudadanía navarra más allá de las elecciones generales es algo que sigue viendo con claridad.

¿Y qué pasa si los votos no le llegan al actual cuatripartito?

Las fuerzas del cambio vamos a ser capaces de revalidar y de consolidar la mayoría que tenemos actualmente, y si llegado el caso el Partido Socialista tuviera la más mínima incidencia para decantarse entre una mayoría con las derechas o reformular o revalidar la fórmula de cambio que llevamos trabajando a lo largo de estos cuatro últimos años, tendría que decantarse: hacer lo que ha venido haciendo a lo largo de toda la historia política de Navarra, o lo contrario.

Parece que además de derecha habrá ultraderecha en el futuro Parlamento…

En Navarra la ultraderecha la conocemos bien. Con diferentes siglas. A lo largo de décadas, UPN ha sido capaz de aglutinar desde el centro derecha hasta la ultraderecha, y ahora que la derecha se ve más fragmentada aparece un partido como Vox. A mí me preocupan los resultados en las generales, porque trasladados a las forales serían dos parlamentarios. No aportarían en el sentido ideológico o político una cosa diferente a lo que hemos conocido en el Parlamento de Navarra bajo las siglas de UPN o del Partido Popular, pero provocará una competición entre las derechas que radicalizará su discurso.

Una de las radicalizaciones más evidentes son los ataques al autogobierno, a los derechos forales. ¿Qué opinión le merecen?

En los últimos años vivimos un proceso de recentralización muy preocupante, y voy más allá de las siglas de partidos concretos. Cuando hablamos de la crisis del régimen del 78 también estamos hablando de una crisis del modelo autonómico, del modelo del Estado español autonómico. A algunos partidos de ámbito estatal no les gustan las competencias históricas, ni siquiera las reconocidas en la propia Constitución Española que algunos tanto defienden. Es una tendencia que cada vez tiene más importancia en todos los partidos de ámbito estatal.

Las derechas ponen el ejemplo de Navarra Suma como vía para recuperar el poder en España. ¿Acierta o se equivoca UPN?

Me parece muy significativo. UPN, azuzado seguramente por el nerviosismo o por el miedo al declive electoral, se ha acabado por arrodillar ante los que pretenden que Navarra sea una provincia española más; es pan para hoy -unas pocas migajas- y sobre todo hambre para mañana. Creo que el discurso navarrista de UPN está hecho trizas, supone la renuncia a defender unos derechos históricos para Navarra y una comunidad diferenciada como ellos dicen en el ámbito del Estado español.

Pero ojo, cuando oigo hablar de foralidad, quiero recordar que el Partido Socialista, en estos meses de Gobierno, ha actuado contra tres leyes forales. Una de ellas ya está en el Constitucional, la Ley de Residuos, por prohibir las bolsas de plástico un año antes que en el conjunto del Estado. Y las otras dos son leyes de marcado carácter social: la Ley de Familias Monoparentales, para equipararlas a las familias numerosas en determinadas ayudas o beneficios, y la Ley de la Reforma de la Administración local, que lo único que plantea es aplicar la capacidad que tienen Navarra reconocida desde 1928 para autogestionarse. Eso es el PSOE también.

En clave Navarra, las políticas sociales han sido una de las puntas de lanza de la actividad del cuatripartito.

Si en algo hemos dado pasos es en política social, pero todavía entiendo que muchas personas viven una situación muy complicada, y hay que seguir avanzado en esa materia. Incluso la Ley de Renta Garantizada, que yo diría que es la más avanzada de todo el Estado, tiene margen de mejora. Planteamos reducir el requisito de residencia a un año. Se ha avanzado tanto en ampliar las prestaciones como en colectivos como mayores, para evitar la pobreza energética, pero se puede hacer más.

Para eso hace falta dinero, ¿es suficiente con la reforma fiscal de 2015?

Es algo que va intrínsecamente unido. La reforma del año 2015 supuso un antes y un después. Veníamos de gobiernos de UPN y del Partido Socialista, y justo la última reforma fiscal que aplicaron ambos fue para disminuir los ingresos en 100 millones de euros. Mienten cuando dicen que se pueden bajar los impuestos y que al mismo tiempo se pueden incrementar los ingresos para mantener los servicios públicos y un sistema de protección social que sea suficiente y que sea redistributivo. Eso es mentira. Siguen los dictados de la Confederación de Empresarios de Navarra o de determinados thinktank como Institución Futuro. Nosotras apostamos por incidir y por profundizar en la reforma fiscal de 2015: hay margen de mejora en el ámbito del Impuesto de Sociedades. Creemos que las empresas con mayores beneficios en Navarra proporcionalmente aportan mucho menos que las rentas del trabajo. Hay que revisar los beneficios fiscales empresariales, que ascienden a más de 120 millones de euros, y hay que valorar muy bien si responden a los objetivos con los que se plantearon o son una vía para eludir pagar más impuestos de los que deberían. Hay que seguir firmes en el mantenimiento de los impuestos de patrimonio y de sucesiones frente a los que pretenden que los ricos no paguen o paguen menos. Recaudamos unos 100 millones de euros con esos dos impuestos son fundamentales para pagar por ejemplo la renta garantizada.

¿Qué le parece el debate sobre la identidad y los símbolos? ¿Es verdad que quieren anexionar Navarra al País Vasco, como dicen sus antagonistas políticos?

Bueno creo que en este ámbito se generan unos falsos debates que no van a ningún lado. El modelo de EH Bildu, el modelo de capacidad de decisión, de derecho a decidir, nada tiene que ver con la transitoria cuarta. Nosotras no apostamos por ningún tipo de anexión a ninguna comunidad autónoma, tampoco a la CAV. Nosotras lo que defendemos es que los navarros y navarras podamos decidir qué tipo de relación queremos con el Estado español y con otros territorios vascos porque obviamente el proyecto de Bildu es un proyecto soberanista. Es un proyecto que aspira a que Euskal Herria pueda conformar una república independiente con sus siete territorios, cuatro de los cuales pertenecemos al Estado español, pero defendiendo que el ámbito de decisión y el sujeto político es Navarra.

Y respecto al tema de símbolos, durante años UPN y el Partido Socialista han pretendido meter debajo de la alfombra la diversidad y la pluralidad que navarros y navarras tenemos respecto a nuestras creencias, nuestras ideologías y los símbolos. Creo que la ley que hemos conseguido derogar en esta legislatura lo único que pretendía era castigar esa pluralidad, era una ley anti-ikurriña. Sería necesaria una nueva Ley de Símbolos que recogiera de manera democrática que los ayuntamientos por ejemplo pudieran tomar las decisiones que sus mayorías municipales les demandan. Creo que hay que plantear que los símbolos tienen que ser reflejo de la pluralidad de sensibilidades que tenemos en la sociedad navarra.

¿Qué me dice de las infraestructuras? El TAV, el Canal de Navarra…

Apostamos por una política de infraestructuras que estén al servicio del bienestar de la ciudadanía. Creo que es momento de superar modelos obsoletos en los que se han primado grandes infraestructuras, el cemento, el interés especulativo particular de determinadas elites por encima de las necesidades reales que tiene la ciudadanía navarra. Y Geroa Bai ha sido incapaz de ofrecer alternativas. No podemos olvidar que el tren de alta velocidad en ningún lugar de Europa lleva un kilo de mercancías. Solo servirá para llegar 20 minutos antes a Madrid y no incide en la vertebración del territorio; es más, pone en peligro estaciones como la de Tafalla o Altsasu.

En cuanto al Canal de Navarra, la misma cuestión. EH Bildu es muy crítica con todo el planteamiento del pantano de Itoiz-Canal de Navarra que se proyectó de manera conjunta: se sobredimensionó en su momento, fue una chapuza, y la financiación a día de hoy está sin acabar de resolver. La segunda fase, tal como se está proyectando, es una patata caliente heredada y hay que resolverla de la mejor manera. Creo que por primera vez se están haciendo estudios serios, se están contemplando alternativas diferentes que tiendan a ahorrar sobre el proyecto inicial y creo que tienen que servir en primer lugar para que la ribera llegue agua de boca de calidad. Y también de riego, asequible para los regantes.