Un vecino de la comarca de Estella, en Navarra, ha sido sancionado por haber envenenado 28 árboles que hacían sombra a sus cultivos. Según informan desde el Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, en el entorno de estas parcelas se ha detectado además diversas roturaciones de terreno forestal “con el fin de poner en cultivo esas zonas”. El hombre, que ha reconocido los hechos, ha sido multado con 7.200 euros y se le ha impuesto la obligación de repoblar la zona con cuatro robles por cada uno de los ejemplares que ha secado, así como a abandonar el cultivo en las zonas roturadas.
Fue una inspección del Guarderío de Medio Ambiente, tras detectar la presencia de robles secos en la sierra de Lokiz, la que confirmó que los árboles cercanos a la finca de un agricultor de la zona presentaban cortes con motosierra y agujeros de taladro por los que el hombre sancionado inyectó herbicida para secar los árboles y que no le hicieran sombra a su parcela.
Según detallan en su perfil de Twitter, la imagen de estos 28 ejemplares contrastaba con la de otros robles situados en la zona, pero más alejados de la finca, que presentaban “un buen estado sanitario”. Los robles secados eran centenarios y tenían hasta un metro de diámetro.
“Los grandes árboles aislados en el ambiente agrícola son elementos del paisaje que cumplen una función ecológica y paisajística importantísima, diversificando el paisaje y ofreciendo refugio a la fauna. Son parte de nuestro patrimonio natural a proteger”, explican desde el Gauderío de Medio Ambiente.
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