Al otro lado de la pantalla, la imagen de Yaiza Rubio (León, 1987) aparece ante un fondo que representa a una ciudad plagada de rascacielos que iluminan la noche. Rubio fue la primera mujer hacker española y es una de las mayores expertas del mundo en ciberseguridad. Desde este mismo año, ostenta el cargo de Chief Metaverse Officer de Telefónica; o, lo que es lo mismo, jefa de operaciones de la multinacional española en ese mundo virtual que está llamado a cambiar un poco más nuestras vidas.
Como padres y madres, ¿tenemos que preocuparnos más si cabe por la relación hijos-tecnología por la irrupción del Metaverso?, le pregunto. “Yo creo que los chavales van a pasar mucho tiempo en el Metaverso, pero igual que ahora lo pasan con la tecnología. Y los padres también van a poder poner esas barreras que ya ponen en otras aplicaciones. Los mismos consejos que valen para Instagram van a valer para el Metaverso. Los padres no van a tener que preocuparse más de lo que realmente ya deberían de estarlo”, responde con una sonrisa final.
Esos consejos que valen para Instagram y para internet en general se van desglosando de forma amena en las páginas de Las aventuras del equipo Ciber (Shackletoon kids), un libro infantil ilustrado por el reconocido autor de cómic Artur Laperla y escrito por Cristina Serret en el que Yaiza Rubio es protagonista ejerciendo de ella misma. Es decir, de docente de ciberseguridad en la escuela Tramontana. Tras acabar la lectura del libro, uno se pregunta si no sería necesaria una Yaiza Rubio en cada centro educativo. “Eso sería lo ideal, pero lamentablemente no es escalable. No puedes tener expertos en todas las materias en todos los colegios”, concede la experta, que considera que la familia también debería ser responsable de esa educación en el uso de internet y de las redes sociales, aunque reconoce que “muchas veces” ni los profesores ni los padres están preparados para ello.
“Para poder ser un apoyo para tus hijos o alumnos y darles ciertos consejos lo suyo es saber cómo funcionan las redes sociales, las malas prácticas que existen, que implican conceptos como malware, grooming, sexting, ciberbullying, false friends, etc. A lo mejor no se trata tanto de formarse como de, al menos, tener conocimiento de las herramientas que existen”, dice.
El peligro de los false friends
En uno de los capítulos de Las aventuras del equipo Ciber, la profesora de Ciberseguridad pide a los chicos y las chicas que durante el fin de semana hagan un nuevo amigo en su red social favorita. El lunes, muchos de ellos empiezan a contar cosas sobre esos amigos con los que, a su vez, ellos también han compartido datos personales e intimidades. Un instante después todos aparecen boquiabiertos al comprobar que esos supuestos amigos no existían, sino que todos ellos eran la misma persona: la propia Yaiza. “A determinadas edades no es muy recomendable tener mil amigos en internet porque no los conoces, no sabes ni quiénes son. Y es muy complejo saber quién hay detrás de una cuenta en internet. El volumen de cuentas falsas o que no corresponden con la verdadera identidad de quienes las usan es enorme”, sostiene Yaiza Rubio, que explica que los false friends son una puerta abierta al grooming o acoso sexual a un niño, niña o adolescente a través de internet.
Explica la Chief Metaverse Officer de Telefónica que las cuentas falsas se pueden identificar por la foto de perfil (no suelen tener o son poco naturales) o el nombre de usuario (nombres extranjeros o con muchas letras y números sin aparente sentido), aunque señala que la mejor herramienta de protección es la configuración de privacidad y seguridad que tienen casi todas las aplicaciones. ¿El problema? Que por defecto estas configuraciones no están pensadas para proteger al usuario: “Son los usuarios los que tienen que entrar en esa sección y protegerse, cuando debería ser al contrario porque es fundamental, ya que de esas configuraciones depende lo fácil que es que te encuentren otras personas, cómo de público es lo que tú compartes, si publicas tu geolocalización o no, que igual lo haces sin ser consciente, etc.”.
La falsa sensación de seguridad
A través de la profesora Yaiza, los niños y niñas que se acerquen a este libro aprenderán sobre los problemas y riesgos de internet a través de casos prácticos a los que se pueden enfrentar en su día a día en la vida real. La sensación es que padres y docentes magnificamos los riesgos de internet cuando, en el fondo, no difieren tanto de aquellos a los que los chavales se enfrentan en su vida fuera de las pantallas. “Es cierto que los problemas son parecidos, pero no son lo mismo, porque al final cuando ves un riesgo físico comprendes más fácil que puedes estar en peligro. Uno se piensa más las cosas. Al tener una pantalla de por medio, sin embargo, la gente no es tan consciente de los peligros reales que existen, somos menos precavidos a la hora de realizar determinadas acciones porque no pensamos que éstas puedan tener un impacto sobre nuestra persona”, argumenta Yaiza Rubio.
Pese a estos posibles riesgos derivados de la falsa sensación de seguridad que transmite el hecho de tener una pantalla de por medio, la experta en ciberseguridad no se atreve a dar una respuesta para ese eterno debate que cada año se repite entre las madres y padres de toda España: ¿Cuándo poner el primer móvil en manos de sus hijos? “No hay una edad. Dependerá de cada niño, de la utilidad del móvil, de la necesidad de estar contactable”, apunta Rubio, que recuerda que su padre le compró su primer móvil en 1998, cuando ella se fue a la academia de tenis de Juan Carlos Ferrero a entrenar durante el verano. Apenas sumaba 11 años.
“Por aquel entonces ya había móviles, pero no eran algo mainstream, desde luego no los tenía todo el mundo. Mi padre me lo compró porque era útil para estar en contacto conmigo en la distancia. La tecnología es muy útil, el problema es concienciar sobre su uso correcto y sobre sus riesgos”, concluye.