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Henar Moreno, IU en La Rioja: “Tras este espectáculo, quien decida votar y no mandarnos a la mierda irá al voto útil del PSOE y sería un error”

Henar Moreno, portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento de La Rioja y diputada regional por Izquierda Unida.

Iker Rioja Andueza

Henar Moreno es la única diputada de IU en el Parlamento riojano y también es vicepresidenta de la Cámara. Concurrió a las elecciones en coalición con Podemos, pero las diferentes estrategias para canalizar la mayoría de izquierdas en la comunidad autónoma han hecho que el adjetivo de Unidas Podemos se quede muy lejos de la realidad.

Moreno sí cerró un acuerdo con el PSOE y ha apoyado a Concepción Andreu en su fallida investidura. El suyo es un acuerdo con medidas programáticas “de 25 folios”. Entre ellas destaca la de destinar el 5% del PIB a educación. La “pluma” de IU -se felicita- estaba en “todo el programa” de la socialista, cuya investidura ha tumbado su excompañera de Podemos. Moreno afirma que el partido morado se ha ocupado solamente de los sillones y alerta de que una repetición electoral barrería a las fuerzas de izquierda en La Rioja y devolvería la mayoría a la derecha. Su intervención este 18 de julio en la Cámara autonómica –“el 18 de julio siempre trae mala suerte a la izquierda”– ha sido muy aplaudida por el PSOE al tiempo que se ha abucheado a su excompañera Raquel Romero –crítica, por su parte, con Moreno en la entrevista que concedió este miércoles a eldiario.es– por no apoyar a Andreu.

¿Cómo resumiría lo ocurrido en el Parlamento de La Rioja en los últimos días?

Ha sido una vergüenza. Decía Ciudadanos –que ya sabe no es santo de mi devoción– que estamos siendo protagonistas en una situación ridícula y es verdad. Es una pena que toda la ilusión que se generó el 26 de mayo, a pesar de que el resultado de Unidas Podemos no era el esperado, quede en nada. Es una pena desaprovechar oportunidades como estas. Considero que, si no conseguimos formar un Gobierno de izquierdas en los próximos dos meses, esto es una derrota para la clase trabajadora y para las clases populares, que tardarán muchos años en recuperarse.

Más en concreto, ¿qué ha pasado con Unidas Podemos, que logró dos escaños y ahora las dos diputadas votan en sentido opuesto?

Que Podemos ha actuado en solitario. Nosotros planteamos que estamos de acuerdo con la investidura, pero que hay que intentar vincularlo con unos puntos programáticos. Y en esas estábamos hasta que un día unilateralmente yo me entero –además, por el PSOE– de que vienen unos señores de fuera, de Castilla-La Mancha. Empiezan mintiendo y engañando, porque dicen que representan a IU federal también. Y empiezan a decir que quieren consejerías, en plural, y que, si no, no se va a investir al PSOE. Nosotros tuvimos bastante paciencia como organización y decidimos no salir públicamente a pesar de que hacían todo tipo de declaraciones también en nuestro nombre.

Finalmente, decidimos en una asamblea, en una coordinadora ampliada de Izquierda Unida, desmarcarnos en el sentido de que nuestra estrategia política era hacer tirar al Gobierno, al PSOE, hacia la izquierda. Y eso sólo se puede hacer desde el punto de vista programático. Sin cheques en blanco, apostamos por un documento programático de 25 folios. No es el programa de Izquierda Unida, pero sí que tiene importantes avances para nuestra comunidad: escuela pública, sanidad –venimos sufriendo privatizaciones por parte del PP– y otra serie de cuestiones. Estamos hablando de 25 folios de medidas, algunas genéricas, como no puede ser de otra manera, pero muchas muy concretas.

¿Entiende, por tanto, que Podemos, la otra pata de la coalición, ha priorizado en esta negociación la búsqueda de cargos antes que el programa?

Usar la palabra priorizar es ser demasiado generoso. Priorizar implica decir que hay una petición secundaria. Y no ha habido ninguna petición programática. Raquel [Romero] se pone en contacto y pactamos un equilibrio: una vez pactado el programa, buscaremos un Gobierno de coalición. Nosotros estábamos dispuestos a cumplirlo. Entrar en los Gobiernos no es nuestra prioridad, pero tampoco es que estemos en contra.

Pero siempre y cuando primero se antepusiera lo programático, que era lo acordado. Podemos decide no apostar por lo programático y, en definitiva, mira única y exclusivamente a los puestos, que es lo que obliga a que Izquierda Unida negocie lo programático.

¿Cree que ha sido exagerada la petición de cargos?

Han sido excesivos porque no han dicho para qué los quieren. Si yo no tengo política acordada, ¿gestionar para qué? Además, entrar en el Gobierno es un factor peligroso porque hipotecas el Parlamento. Si estás más en el Gobierno, estás menos en el Parlamento.

Sin embargo, Podemos también acusa a Izquierda Unida de buscar sillones en la Mesa del Parlamento, en comisiones o asesores.

Vamos a ver, el único puesto es el de vicepresidenta primera de la Mesa, que tiene mucho trabajo técnico, mucho trabajo, y ninguna compensación. En este momento, no hay ningún asesor ni asistente al cargo. Y ser vicepresidenta no implica liberación alguna. Nos parece importante asumir ese puesto porque permite desbloquear iniciativas legislativas, pero no es un puesto de Gobierno, evidentemente. Con las comisiones, no sé ni a qué se refiere. ¿Se refiere a las comisiones técnicas que se han constituido? Son tres. En una de ellas estoy yo presente como miembro de la Mesa y las otras dos nos las repartimos. Ella me planteó que quería estar en una y yo en la otra. Yo dije que sí y decidió no aparecer en la primera reunión. Consta en el acta que actué en sustitución de ella.

¿Cómo están las relaciones personales ahora mismo entre Podemos e Izquierda Unida, entre usted y Romero?

La relación personal entre Raquel Romero y Henar Moreno no ha existido. Prácticamente sólo hemos coincidido a lo largo de la campaña electoral, donde cada una lógicamente va con su organización, porque es una coalición y así se establece. Vino prácticamente directa de Berlín [antes de las elecciones] y no ha habido tampoco la posibilidad de tener demasiada relación personal. A partir de ahí, yo lo que veo es que es una persona con la que es muy difícil contactar. A mí, muchas veces, ni me coge el teléfono.

¿Repetiría una coalición con Podemos?

No defendería repetir una coalición con Podemos, ni en La Rioja ni en general. Pero las coaliciones no las acordamos los candidatos, son de las organizaciones. Pero dudo que en mi organización en La Rioja sea viable hacer una nueva coalición.

Lo digo porque es posible una repetición electoral. ¿Qué perspectivas podría tener Izquierda Unida y, en su caso, Podemos tras lo ocurrido? ¿Podrían desaparecer del Parlamento?

Pues seguramente. Eso puede ocurrir. Yo creo que Izquierda Unida ha tenido una postura más coherente en lo político. Creo que la gente así lo ha visto y que sufriría menos la pérdida de votos. Pero es claro que sufriríamos pérdida de voto ambas formaciones. ¿Por qué? Porque después de este espectáculo, la gente que decide votar y no mandarnos a la mierda decidirá ir al voto útil del PSOE, lo cual sería un error, porque entonces ya no habría posibilidad de que la izquierda de esta comunidad impusiera ese giro a la izquierda.

¿Todo esto beneficia al PP?

Claro. Es más, en esta investidura, la intervención de Ángel Garrido, el portavoz del Partido Popular, fue ya haciendo un llamamiento al voto de toda la derecha a la casa común, que son ellos.

Vayamos al Congreso. Desde una parte de la organización de Izquierda Unida, ¿qué opinión le merecen las gestiones que está haciendo Pablo Iglesias en relación a la investidura de Pedro Sánchez?

Una parte no, sólo una militante. No voy a hablar mucho porque el sábado hay una coordinadora autonómica en la que profundizaremos en esto. Creo que el planteamiento de Pablo Iglesias, al menos en la línea de lo que está apareciendo mediáticamente, no es compartido por la organización. Ahora bien, es verdad que la presencia de Izquierda Unida en esas negociaciones está haciendo que se haya hecho un esfuerzo programático.

Han tenido reuniones con movimientos sociales, con sindicatos, con colectivos en lucha, etc. para elaborar ese programa. ¿La coalición? No estamos en contra de estar dentro del Gobierno, pero estamos en contra de anteponer como prioridad los Gobiernos. Personalmente, estoy en contra de eso y creo que la postura de Izquierda Unida debe ir encaminada a lo que he manifestado en mi intervención aquí: anteponer el programa por encima de los puestos.

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