El mitin de Vox en Bilbao termina con fuertes enfrentamientos entre la Ertzaintza y grupos antifascistas: “Vienen a vomitar su discurso de odio”

El acto de Vox convocado para abrir la precampaña en Bilbao, que ha tenido lugar este viernes en San Francisco -un barrio humilde del centro de la ciudad donde gran parte de sus residentes son migrantes- ha terminado con fuertes enfrentamientos entre la Ertzaintza y manifestantes antifascistas y con una persona detenida por atentar en contra de la autoridad. Con cacerolas, tomatazos y gritos cerca de 200 personas se han concentrado en contra de los militantes y dirigentes de Vox, entre ellos, Javier Ortega Smith, que este fin de semana se recorrerá las tres capitales vascas junto con los candidatos de su formación de cada provincia.

Una plaza del Corazón de María rodeada de decenas de patrullas y furgonetas de la Ertzaintza ha sido el escenario en el que Ortega Smith y el candidato de Vox en Bizkaia a las próximas elecciones autonómicas vascas, Niko Gutiérrez han realizado el primer acto de precampaña con un público de no más de 30 personas y entre abucheos y gritos de los vecinos, que con cacerolas y pitidos trataban de silenciar el discurso desde sus balcones.

El acto, que ha finalizado con el himno de España y gritos de '¡Viva España!', se ha convertido en una batalla campal cuando simpatizantes y dirigentes de la formación de Abascal han tratado de abandonar la plaza bilbaína y grupos antifascistas y vecinos se han enfrentado a ellos al grito de “fascistas” y “racistas”.“Hoy, como hace 83 años, Vox convoca una algarada fascista en Bilbao y vienen a vomitar su discurso de odio”, señalaba en un llamamiento la organización Sare Antifaxista, que alentaba a los vecinos a manifestarse en contra del mitin.

Los agentes de la Ertzaintza han cargado varias veces contra los manifestantes. Al menos dos ambulancias han tenido que socorrer a personas que han resultado heridas en los disturbios. Durante los sucesos se han producido escenas de alta tensión al lanzarse tomates a los coches de los simpatizantes de Vox y botellas a los agentes de la Ertzaintza.