Uno de los detectives que siguió a la víctima de ‘la manada’ testificará en el juicio
Aunque no lo aceptaron inicialmente como prueba porque la instrucción del sumario ya había concluido, los jueces que juzgan a los cinco integrantes de ‘la manada’ por un delito de violación grupal sí han admitido ahora el informe de unos detectives sobre la vida diaria de la víctima tras la denuncia a través de las redes sociales. El informe viene a ampliar documentalmente el testimonio de uno de los detectives que participó en el seguimiento de la joven. Está previsto que declare como testigo de la defensa el próximo jueves, al día siguiente de que los procesados hayan prestado declaración.
La prueba aceptada es un informe encargado por la defensa de uno de los acusados a un despacho de detectives privados de Sevilla sobre la vida posterior de la denunciante a través de las fotografías publicadas en redes sociales.
Una agencia de detectives llevó a cabo un seguimiento de la joven que denunció la violación durante los días y semanas posteriores a los hechos. Sin saberlo, la chica fue investigada incluso el primer fin de semana de septiembre mientras se encontraba disfrutando en Madrid de unos días de vacaciones junto a sus familiares y amigos. Sin embargo, ese documento que fue presentado durante la fase de instrucción como prueba por una de las defensas, fue posteriormente retirado por la misma defensa con la solicitud de que no constara.
El informe que sigue incorporado a la causa es un resumen de las fotos que la joven subió en su cuenta de Instagram con posterioridad a los hechos, así como sus comentarios sobre su vida diaria en otros perfiles de redes sociales. A este informe se ha añadido una foto más, que fue la admitida por el tribunal el lunes.
El contenido que se refiere a las redes sociales de la joven se recoge también en un informe psicológico aportado por su abogado en el que señala que la actividad en redes de la víctima se mantuvo con cierta normalidad, durante un corto espacio de tiempo, para evitar ser reconocida o asociada con los hechos por parte de sus conocidos. Dicha actividad en redes, señala el informe psicológico, tenía como objetivo ofrecer cierta imagen de normalidad para que sus conocidos no pudieran identificarla como la posible víctima.
El informe, de 48 páginas, se presentó en el juzgado cuando la instrucción del caso ya había concluido. La defensa tenía la oportunidad de incorporarlo como prueba durante la vista oral, petición que formalizó durante la primera jornada del juicio y fue aceptada por unanimidad por parte del tribunal. Puesto que la declaración del detective ya había sido aceptada, el informe se aportó como ampliación documental de dicho testimonio.
El criterio del tribunal
La respuesta que las peticiones de las partes está teniendo por parte del tribunal está siendo muy desigual durante el juicio. Mientras que la defensa de uno de los acusados ha visto aceptada como prueba el citado informe de los detectives, la fiscalía no ha conseguido que se incorporen al juicio otras pruebas y tampoco logró que el tribunal prohibiese la exhibición en la sala de los vídeos que grabaron los acusados. Los vídeos no se emitieron, pero si las defensas lo hubieran querido, tenían el permiso del tribunal para hacerlo.
Hasta el momento, la fiscalía no se ha visto muy recompensada por el tribunal en sus peticiones. Ya el primer día del juicio, durante las cuestiones previas, pidió que los acusados declarasen en la primera jornada y no en la octava, como había decidido el tribunal. La fiscal entendía que, si del interrogatorio a los procesados se reconocía alguno de los delitos cometidos, posteriormente podrían ahorrarse preguntas durante las testificales. Además, llamó la atención sobre el hecho de que sólo la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra sigue el criterio de interrogar a los acusados en último lugar para “favorecer su derecho de defensa y dar adecuada satisfacción a los principios acusatorio y de contradicción”, según justificaba el tribunal en su auto de septiembre. Los magistrados rechazaron la petición de la fiscal y se atuvieron al criterio marcado en dicho auto, por lo que los procesados serán interrogados durante la octava jornada del juicio.
Los vídeos de ‘la manada’ quedan fuera
Pero la petición de la fiscal que, tal vez, pudiera ser más relevante fue la de incorporar de nuevo a la causa dos pruebas que habían formado parte del sumario inicialmente y que los jueces decidieron excluir más tarde: se trata del vídeo de la agresión sexual denunciada en la localidad de Pozoblanco y el mensaje que envió uno de los acusados a un chat en el que aseguraba que estaría bien que los cinco pudieran follarse a “una gorda”, y que él prefería “una gorda para los cinco”, antes que “follarme yo solo a un pepino de tía”; el acusado animaba al grupo a buscar “gordas con casa” en San Fermín.
Ambas pruebas se produjeron de forma previa a la estancia de los acusados en las fiestas de Pamplona. El vídeo con la agresión grabada en Pozoblanco es de mayo de 2016, y los mensajes que la fiscal quería volver a incorporar como prueba en el juicio están fechados días antes de que ‘la manada’ viajase hasta Pamplona. Remitiéndose a un auto anterior, los jueces volvieron a denegar la incorporación de estas pruebas al juicio al considerar que se refieren a hechos no “pertinentes, ni relevantes, ni necesarios” para juzgar a los acusados de violación. Los mensajes anteriores a lo ocurrido en la madrugada del 7 de julio, señalan los jueces, no fueron el motivo por el que se incautaron sus móviles a los acusados.