Ha muerto Antonio González Pacheco (Billy el Niño), uno de los policías de la Brigada Político Social franquista que más se distinguió en la práctica de la tortura a las personas detenidas luchadoras por la libertad.
Descanse en paz.
La paz que no pudieron tener los hombres y mujeres de todo tipo de profesión y edad, comprometidos en la resistencia contra una de las dictaduras europeas más sangrientas sobrevenidas a un criminal golpe de estado militar. La tortura que practicó pretendía humillar, dañar y hacer sucumbir la dignidad de las personas detenidas comprometidas, desde diferentes organizaciones políticas y sindicales clandestinas, para conseguir el fin de la dictadura y la recuperación de la democracia.
Muchas de esas personas sucumbieron o quedaron marcadas para toda su vida sin ningún tipo de atención o reconocimiento de las instituciones democráticas conseguidas por la movilización popular y por el sacrificio de todas las personas asesinadas, torturadas, depuradas, exiliadas o encarceladas.
Su muerte le evita conocer la posible decisión gubernamental de retirarle todas las distinciones y medallas otorgadas en su día por la dictadura y durante la transición democrática y el resultado de los recursos interpuestos por las personas torturadas ante instancias internacionales ante la falta de respuesta de los tribunales españoles para otorgar justicia y reparación a las víctimas del franquismo.
Su impunidad, la de todo el aparato represor de la dictadura, sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la democracia. No podremos reconocernos como hombres y mujeres libres hasta que el Estado resuelva definitivamente la verdad, la justicia y reparación para todas las víctimas del franquismo.
Antonio González Pacheco ya no podrá ver como se hace justicia pero sus víctimas sí.
Esperemos que los poderes del Estado resuelvan definitivamente la reparación para con todas las víctimas del franquismo, la verdad del exterminio de las personas que defendieron la República y la lucha contra la dictadura y la retirada de cualquier tipo de reconocimiento público para con todos los aparatos del estado franquista y sus funcionarios.
No descansaremos hasta conseguirlo.
Willy Meyer
Uno de los querellantes por torturas contra Antonio González Pacheco