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La innovadora herramienta para medir la desigualdad en Madrid

José Manuel Molina, Roberto Losada, Rubén Sánchez y Antonio Berlanga

Las decisiones políticas son complejas. Lo son más cuanto más complejo es el escenario en el que se producen, especialmente cuando los criterios en que se han de basar son tan numerosos que no es fácil manejarlos en su totalidad. Sin duda, la lucha contra la vulnerabilidad urbana y los desequilibrios en el desarrollo de la ciudad son un escenario de este tipo.

Por ello se hace necesario, no solo la identificación de las zonas más vulnerables, es decir, aquellas que necesitan una intervención más urgente, sino el análisis de las causas que las generan, lo que permitirá optimizar los recursos públicos invirtiendo en la corrección de los factores más determinantes que las afectan. Una tarea en la que merece la pena aplicar innovadores desarrollos metodológicos que no solo faciliten alcanzar los resultados esperados, sino que además legitimen la decisión frente a los principales afectados por las inversiones a que darán lugar.

El Ayuntamiento de Madrid, consciente de la importancia de una correcta asignación de sus Fondos de Reequilibrio Territorial (FRT), fondos de carácter transversal destinados a combatir las situaciones de desigualdad corrigiendo los desequilibrios que se dan en la ciudad, en colaboración con investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid, han elaborado una metodología para la ayuda a la decisión multicriterio que permite, mediante el uso del proceso de análisis jerárquico (AHP, en sus siglas en inglés), la combinación de diversos indicadores, la detección y ordenación de las zonas en función de su grado de vulnerabilidad e identificar aquellos factores que resultan más determinantes en la aparición de estos fenómenos de desequilibrio territorial. El resultado obtenido de la aplicación de esta metodología, mejora la asignación de los FRT de los que dispone el Ayuntamiento de Madrid.

La aplicación de la técnica del análisis jerárquico requiere, en primer lugar, que los expertos estructuren el problema agrupando los indicadores en un árbol de decisión. En este proyecto se han considerado trece indicadores socio-económicos que han sido agrupados en cinco subcriterios y estos a su vez agrupados, conforman el indicador de vulnerabilidad. Posteriormente, los expertos comparan dos a dos, la importancia relativa de los criterios que se encuentran agrupados en el mismo nivel jerárquico. Por ejemplo, en el indicador agrupado “Población” se tienen dos indicadores: el número de sus habitantes y el nivel educativo de los mismos, que se deben comparar en una escala cualitativa, cuál es más relevante a efectos de su impacto en la vulnerabilidad.

Una vez que se han realizado todas estas comparaciones, el algoritmo obtiene un indicador que combina los criterios y subcriterios  y permite la priorización de las alternativas, en este caso los barrios. Esto ha permitido, por ejemplo, constatar la existencia de factores estructurales y relaciones causales entre los mismos, como la que se da entre el nivel educativo y el nivel de desempleo y cómo la combinación de ambos factores afectan en la aparición de zonas vulnerables. El resultado de la comparación de estos indicadores, finalmente, ha ordenado los barrios de Madrid en función de su vulnerabilidad: el ranking de vulnerabilidad a partir del cual pueden distribuirse los fondos, asignando una mayor parte a los distritos más vulnerables.

La aplicación de esta metodología en el ámbito de la gestión pública es una experiencia novedosa e innovadora de éxito. Su elección responde a su capacidad para tener en cuenta un elevado número de criterios en la toma de decisiones, ordenar los resultados y a que permite la participación de los públicos objetivo afectados por la intervención pública (responsables públicos, expertos externos, asociaciones de vecinos, ciudadanos, etc.). Esto último, la convierte en una herramienta especialmente útil para la gestión pública participativa y los procesos de descentralización.  

Se ha logrado, de este modo, una mejor asignación de los Fondos de Reequilibrio Territorial, es decir, una decisión más deseable, más sólida, más consistente y capaz de hacer frente a las dificultades e incertidumbres que influyen en el desarrollo armonioso de una ciudad como Madrid.

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Este artículo ha sido escrito por los profesores de la UC3M del departamento de Ciencias Sociales Roberto Losada Maestre, Rubén Sánchez Medero y UC3M del departamento de Informática Antonio Berlanga de Jesús y José Manuel Molina LópezRoberto Losada MaestreRubén Sánchez MederoAntonio Berlanga de JesúsJosé Manuel Molina López