Estamos en un momento crítico para el futuro de nuestro planeta. Las temperaturas están aumentando, las tormentas son cada vez más fuertes y muchas cosechas se están echando a perder en todo el mundo.
La pandemia de la COVID-19 nos ha enseñado muchas lecciones, y una de ellas es que podemos utilizar este momento como una oportunidad para reconstruir el futuro de una manera más sostenible y más limpia.
Precisamente, estos días ha tenido lugar la Semana del Clima de Nueva York, la cumbre climática más grande que se celebra este año y que ha transcurrido en paralelo a la Asamblea General de Naciones Unidas. Uno de los objetivos de esta reunión internacional es sacar lecciones que contribuyan a la transición hacia un futuro de emisiones cero.
España es un excelente ejemplo de país que lidera la transición energética en Europa. Por ejemplo, la disminución del uso de carbón ha ayudado a España a reducir sus emisiones en más de un 6% el año pasado. La Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050, publicada recientemente por el Gobierno español, muestra las enormes oportunidades económicas para la creación de empleo mediante la mejora de la eficiencia energética y la utilización de nuevas tecnologías de energía limpia como la eólica, la solar y el hidrógeno. Esta estrategia también tiene en cuenta una transición justa para las comunidades afectadas por dichos cambios.
Para el Reino Unido es prioritario aumentar los compromisos mundiales para reducir las emisiones de carbono y lograr una reconstrucción más verde tras la pandemia. Como anfitriones de COP26, la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que tendrá lugar en Glasgow el año que viene, queremos instar a todos los países a apostar por una recuperación sostenible que aborde los desafíos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la salud pública.
España se preparó para acoger la COP25 con poca antelación el año pasado y se aseguró de que pudieran continuar las negociaciones internacionales. Mientras Madrid pasa el testigo a Glasgow, el Reino Unido trabajará con España y en colaboración con Italia para garantizar un resultado exitoso en la COP26 que sitúe al mundo en el camino hacia el cumplimiento de nuestros compromisos compartidos.
Hoy en día, pese a la bajada de los precios de las energías renovables, más de 50 países están aún planificando nuevas plantas de carbón. Tenemos un gran reto por delante: para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, la transición global hacia la energía limpia debe ser de cuatro a seis veces más rápida que en la actualidad.
Los países en desarrollo a menudo afrontan barreras para expandir su capacidad de producción de energías renovables, como altos costes de capital, dificultad para acceder a financiación y falta de apoyo con los aspectos técnicos de la transición hacia la energía limpia.
El Reino Unido está reuniendo a países, bancos de desarrollo, inversores, industria y sociedad civil para garantizar que todos los países puedan acceder a la inversión y la ayuda necesaria para dar un impulso más rápido a las energías renovables, de modo que podamos eliminar el uso del carbón a nivel mundial.
En esta línea, el presidente de la COP26 y ministro británico de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Alok Sharma, ha anunciado recientemente varios compromisos. Desde mi país acabamos de lanzar el Consejo de Transición Energética COP26, junto con líderes en política, finanzas y tecnología del sector energético global. Este Consejo aprovechará el poder de convocatoria multilateral y la experiencia del sector para encontrar soluciones que impulsen la transición hacia la energía limpia en los países en desarrollo de un modo más rápido. Además, el Reino Unido está destinando 50 millones de libras de inversión financiera internacional para un nuevo Fondo de Innovación de Energía Limpia. Esta financiación acelerará las tecnologías innovadoras de energía limpia, como el almacenamiento de energía en los países en desarrollo.
Acelerar la transición hacia las energías renovables no solo es bueno para el medio ambiente, también es bueno para el empleo y el crecimiento. Pronto será más barato instalar nueva capacidad de producción de energías renovables que continuar operando con las plantas de carbón existentes. Además, como ha demostrado la Agencia Internacional de las Energías Renovables, impulsar la inversión en energías limpias aumentaría los puestos de trabajo en el sector a 42 millones en todo el mundo para 2050, cuatro veces más que en la actualidad.
Los motivos a favor de una transición energética limpia son claros. Ahora, debemos ser más ambiciosos para proteger nuestro planeta. Y debemos hacerlo ya, no hay tiempo que perder.