Este gobierno, que esperamos que se vaya pronto, ha mantenido una guerra nada abierta y nada disimulada contra las mujeres. Eso sí, trufada toda ella de declaraciones enfáticas y completamente vacías. Desde los gobiernos de Reagan y Thatcher, sabemos que el neoliberalismo tiene especial interés en combatir la igualdad de las mujeres. Desde que estoy en la Asamblea de Madrid veo cómo las diputadas del PP tienen como mantra permanente que esto de la igualdad no es un tema ideológico. Para ellas, nada es ideológico, ni la violencia machista, ni la brecha salarial, ni que los adolescentes sean cada vez más machistas, ni que las mujeres sean las que cuidan… nada tiene que ver con la ideología patriarcal. Todo es una cuestión de pura mala suerte, al parecer.
Pero por supuesto que es ideológico. Y por supuesto que el gobierno hace ideología con esto. Ideología que pretende hacer pasar por no-ideología, lo mismo que hacen con sus políticas económicas. Por eso han ido recortando en todas las partidas de igualdad hasta dejarlas en la mitad, por eso el ministro Gallardón quiso prohibir el derecho al aborto y dejarnos con un recorte brutal de derechos que es, por supuesto, puramente ideológico. Por eso, las diputadas del PP claman contra la violencia de género mientras se niegan a educar a los adolescentes (los más machistas) en igualdad de género. La igualdad de género es un asunto ideológico y no precisamente de la ideología que mantiene el PP, cuya idea es meramente formal y algo que se puede defender siempre que no ataque los pilares de la sociedad patriarcal.
La igualdad del PP es la 'igualdad' sin feminismo. Por eso presentan ahora, a bombo y platillo, la Estrategia de la Comunidad de Madrid contra la Violencia de Género, y lo hacen sin contar con ninguna organización feminista. Igualdad entre mujeres y hombres sin feminismo, la cuadratura del círculo. No importa que sea Rajoy o que sea Cristina Cifuentes, que se pretende dar la misma pátina de progresismo que se daba Gallardón (y ya sabemos como acabó). Ahora el gobierno de la nación, en funciones, pretende –antes de irse- proponer a Ana Pélaez como representante española en el Comité CEDAW de Naciones Unidas (Convención para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer). Pélaez, que ha hecho una buena labor por los derechos de las personas con discapacidad, es, sin embargo, una activista antiabortista cuya trayectoria va en el sentido contrario a las Observaciones CEDAW/C/ESP/CO/7-8 a España de que “garantice que no se apruebe el proyecto de ley sobre el derecho al aborto para las niñas y mujeres de 16 a 18 años de edad” al que el gobierno ha hecho caso omiso con la Ley Orgánica 11/2015, de 21 de septiembre.
Por eso, ahora, las organizaciones feministas han sacado un manifiesto para denunciar que, sin consultar con ninguna organización feminista, el gobierno está aprovechando estos últimos días que le quedan para nombrar en puestos relevantes y en instituciones en las que se lucha por los derechos de las mujeres a mujeres que hacen lo contrario, oponerse a derechos básicos de las mujeres. Sin feminismo no hay igualdad, esto es básico y por eso, precisamente, el gobierno habla tanto de igualdad…sin feminismo. Hay que impedir que este gobierno en retirada nombre a personas no cualificadas para ocupar organismos que luchan por el feminismo.