Los modelos empresariales de la economía social se presentan como una de las respuestas más consistentes a la actual crisis sanitaria, económica y social..
La economía social se configura bajo distintas fórmulas jurídicas: sociedades laborales, cooperativas, centros especiales de empleo, empresas de inserción… y comparten un principio decisivo “La primacía de las personas y del fin social sobre el capital”.
CEO’s de grandes empresas cotizadas en bolsas y representantes empresariales, giran su visión hacia las personas que sostienen a sus organizaciones, presentándolas como el valor fundamental sobre el que descansa la viabilidad de sus proyectos empresariales. Esta mirada no solo no es nueva para las empresas de economía social, sino que desde su nacimiento constituye la razón de ser de nuestros proyectos empresariales.
La Unión Europea ya es consciente de esta realidad y considera a la economía social, como elemento estratégico para reducir los desequilibrios territoriales, contribuir a la igualdad y a la erradicación de la pobreza, basándose en el potencial generador de riqueza y empleo y redistribución equitativa de rentas, desarrollando el potencial de los recursos endógenos del territorio.
La Economía Social ha demostrado, tanto en épocas de crecimiento económico como en periodos de recesión, su valor añadido en la generación de riqueza y empleo. Debemos recordar que en el periodo 2009-2020, la destrucción de empleo en las empresas de economía social fue 6 puntos inferior al de las sociedades tradicionales.
La Economía Social representa el 10 por ciento del PIB español, el 12,5 por ciento del empleo en España y el 80 por ciento de los trabajadores tienen un empleo de carácter indefinido. Las empresas de la Economía Social están presentes en todos los sectores económicos y es muy importante subrayar que el 42,8 por ciento de la población esta vinculada a la Economía Social.
También debemos poner en valor que el 47 por ciento de los empleos corresponden a personas menores de 40 años y son más de 128.000 personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social las que trabajan en empresas de la Economía Social. Un modelo que apuesta por las personas.
La capacidad de mantenimiento y creación de empleo hace de la Economía Social la mejor alternativa para empresas en dificultades y la garantía para evitar la destrucción de empleo, transformado dichas empresas en dificultades en Sociedades Laborales o Cooperativas. La experiencia nos indica que han sido un numero importante de empresas y por tanto de empleos los que se han logrado mantener a partir precisamente de esta transformación.
Esta opción, ya permitió en la anterior crisis, salvar puestos de trabajo y evitar el cierre de numerosas empresas en crisis o abocadas al cierre, ya que se transfiere la propiedad y la dirección de la empresa a sus empleados. En la gran mayoría de los casos donde se han producido estas transformaciones, los trabajadores capitalizaron desempleo, accedieron a ayudas específicas para la Economía Social, para seguir con la actividad de su antigua empresa, y de esta manera mantener viva tanto su actividad como sus puestos de trabajo.
Una parte muy significativa de estas transformaciones empresariales lograron, con el tiempo, mantenerse en el mercado y, especialmente, potenciar su actividad. Actualmente, estas empresas actúan en todos los sectores económicos como Sociedades Cooperativas y Sociedades Laborales.
En las empresas de la Economía Social la doble condición de socios y trabajadores de sus integrantes hace que se puedan desarrollar unas relaciones laborales óptimas, facilitando la adaptación de las condiciones salariales y laborales a la situación económica, lo que favorece, innovación, competitividad y creación de empleo estable y con derechos.
Complementariamente al posicionamiento de las personas en el centro de la actividad empresarial las empresas de economía social se presentan como modelo de empresa sostenible. Empresas sostenibles económica, social y medioambientalmente.
Empresas que no se deslocalizan, comprometidas con el desarrollo territorial y por cubrir las necesidades de su entorno, con productos y servicios competitivos, pero salvaguardando su estructura social y medioambiental, pues es en ese ecosistema donde los socios trabajadores viven y conviven. Por ello el Gobierno Español considera a la economía social como una de las políticas palanca para la Agenda 2030 y consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por tanto, promover a la Economía Social como palanca para la reindustrialización y el fortalecimiento del tejido económico, fomentando el emprendimiento colectivo como motor para la reindustrialización, es una prioridad.
Es necesario igualmente fomentar e impulsar la digitalización de las empresas sociedades laborales y entidades cooperativas y de la Economía Social: no hay ninguna duda de que el futuro es digital; esta crisis además nos lo ha anticipado aún más, pero también nos ha dicho que debe ser justo, inclusivo, democrático y con empleos de calidad.
La Economía Social como vector de una Economía Verde, es una de las apuestas que venimos realizando. Un modelo de crecimiento diferente, basado en el necesario cambio del modelo productivo, que reduzca desigualdades y que sea sostenible medioambientalmente, con una apuesta hacia la digitalización, por una economía centrada en la resiliencia industrial con empresas que no se deslocalizan.
La Economía Social debemos ser los aliados naturales de las administraciones públicas, habiendo demostrado una gran capacidad en la generación de servicios muy vinculados al Estado de Bienestar.
Si una palabra resume la esencia de la Economía Social ese término es “Compartir”: compartir decisiones, trabajo, riesgos, esfuerzo, beneficios, oportunidades, empleo de calidad… Frente a la individualidad, la fuerza del grupo compartiendo la responsabilidad en la gestión de un proyecto. Sus beneficios y oportunidades.
Los cerca de 2,5 millones de puestos de trabajo sustentados por las empresas de economía social son un dique para resistir la acometida de esta crisis y está llamando a crecer para contribuir a una sociedad más justa.