El nuevo acuerdo entre la UE y los OEACP es un punto de inflexión mundial

Comisaria de Asociaciones Internacionales en la Comisión Europea y ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación e Integración Africana de Togo, respectivamente —
16 de mayo de 2021 21:47 h

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Al cabo de dos años y medio de intensas negociaciones, se vislumbra el sucesor del Acuerdo de Cotonú. El 15 de abril, como negociadores principales, concluimos las negociaciones que conducirán a la firma de un nuevo Acuerdo de Asociación entre los 79 miembros de la Organización de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico y la Unión Europea.

Estamos orgullosos de lo que hemos logrado juntos. El presente Acuerdo renueva, moderniza y profundiza la relación especial que los Estados de África, el Caribe y el Pacífico y la Unión Europea han construido a lo largo de más de cuarenta años. Establece el marco de nuestra cooperación durante los próximos veinte años.

Juntos representamos a 1.500 millones de personas en cuatro continentes, 106 países y más de la mitad de los escaños en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Compartimos valores comunes, pero también una visión común: sociedades pacíficas y prósperas que no dejen a nadie atrás.

En un mundo turbulento, en pugna con una crisis medioambiental sin precedentes, una pandemia devastadora y un resurgimiento de la tentación unilateral, la relación entre nuestros dos grupos de países representa un pilar de estabilidad y un faro de esperanza. Hemos decidido trabajar juntos.

El nuevo Acuerdo eleva nuestra asociación al siguiente nivel. Es más ambicioso, global y flexible que sus predecesores, en términos de empleo, retos mundiales, derechos, multilateralismo y diferenciación. Trasciende realmente el Acuerdo de Cotonú en diversos ámbitos. Veamos solo tres aspectos.

Desde una perspectiva geopolítica, juntos seremos más fuertes a escala mundial y nos esmeraremos en llevar a la práctica la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París, los marcos generales que guían nuestra asociación.

Desde el punto de vista de la asociación, por primera vez en más de cuarenta años de colaboración se incluyen en el texto sólidos componentes regionales. Esto refuerza las relaciones de la UE con cada una de las regiones mediante tres protocolos regionales a la medida, con prioridades específicas. 

En sustancia, el acuerdo sitúa los derechos humanos, la igualdad de género, la democracia y la buena gobernanza en el centro de nuestra asociación. Nos concentraremos especialmente en el desarrollo humano, el fomento de las oportunidades económicas para todos y la conservación del medio ambiente. 

El resultado de nuestras negociaciones atestigua la vitalidad de nuestra relación. Se trata de un auténtico punto de inflexión, un gran logro político y una poderosa herramienta para progresar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Nuestros jóvenes exigen un mundo más justo, ecológico y pacífico. La futura generación merece un orden mundial basado en normas que regule la política de poder, proteja a las personas vulnerables y promueva sociedades abiertas, sin dejar a nadie atrás. Nuestro nuevo acuerdo obra en este sentido.