En la anterior legislatura, los concejales y concejalas que integramos Más Madrid empezamos a trabajar en una ciudad con menos contaminación y alternativas de movilidad sostenible, con mejores servicios públicos y menos desigualdades, una ciudad, en suma, más humana y cercana, más saludable y habitable. Los principios que nos guiaron en movilidad, biodiversidad o residuos han demostrado ser, con la llegada de la pandemia, la receta para salir de esta crisis que se ha aplicado en las ciudades y países de nuestro entorno. No en vano, las ciudades han aprovechado la reducción de la movilidad para crear nuevas redes de carriles bici y en las ayudas europeas ganan peso la reducción de emisiones contaminantes y la transición ecológica justa.
Por ese motivo, quisimos aportar nuestra experiencia y nuestro trabajo a la consecución de un acuerdo para la reconstrucción, ofreciendo nuestra disponibilidad real y sincera para alcanzar unos Pactos de Cibeles que nos dejan una serie de acuerdos que ayudarán a la ciudadanía a superar esta crisis, aunque todavía quede mucho camino por recorrer.
En la Mesa de Estrategia de Ciudad, hemos impulsado actuaciones que facilitarán que nos movamos de forma sostenible, con la mejora del transporte público como uno de los ejes principales de la ciudad, logrando que se vaya a construir el proyecto de la M35, una línea de bus de alta capacidad que unirá los distritos de la periferia este y sur, solventando al fin un déficit histórico de transporte público en los barrios obreros de nuestra ciudad. Esta medida debe ir acompañada de un fortalecimiento de la EMT, que ha sufrido una disminución enorme de ingresos por la caída de la demanda, y cuya solvencia económica y financiera hemos garantizado gracias a la propuesta de Más Madrid.
Pero la movilidad va más allá de la red de transporte público. La bicicleta debe tener un papel protagonista y ha salido reforzada mundialmente de la pandemia. Gracias a los colectivos ciudadanos y a nuestro impulso se consiguió reabrir BiciMAD y ahora en las negociaciones se ha arrancado in extremis la creación de carriles bici provisionales. Pese al anuncio a la prensa antes que a los grupos políticos que lo habían propuesto, nos alegramos de ello y desde nuestra labor en la oposición lucharemos para que se mantengan como definitivos. También hemos conseguido que se cree una línea de financiación para la compra de bicicletas, tanto eléctricas como convencionales, que ayude a tomar la decisión de moverse de manera más sostenible.
Un cambio en la movilidad de la ciudadanía, con menos coches y más movilidad activa, debe ir acompañada de una mejora del espacio público. Necesitamos realizar, como hemos convenido en la mesa de negociación, peatonalizaciones definitivas en todos los distritos de la ciudad de Madrid, haciendo un esfuerzo especial en los cascos históricos y en los alrededores de mercados, centros de salud, centros educativos y zonas de acceso al transporte público. Más espacio público al servicio de las personas y no de los coches, y también más verde, con la inclusión de medidas para crear corredores arbolados, azoteas verdes o terminar el acondicionamiento del río Manzanares en el límite sur de la ciudad, así como la recuperación ambiental del Camino de la Magdalena junto al arroyo de la Gavia.
Madrid necesita más transporte público y bicicletas, pero también medidas dirigidas directamente a reducir el uso del coche, a mejorar de forma sustancial la calidad del aire, como sucedió con Madrid Central, más ahora que sabemos que la contaminación no solo produce miles de muertes silenciosamente todos los años, sino que también puede hacer más mortal el SARS-CoV-2 . Sin embargo, en este caso, no ha habido receptividad por parte del Gobierno municipal, que continúa con proyectos que van en la dirección contraria, como el aumento de capacidad que supone el soterramiento de la A-5, y que no ha querido debatir la ampliación de Madrid Central hasta la M-30 o la creación de nuevas zonas de bajas emisiones en los distritos exteriores a la vía de circunvalación.
Además, Bicimad debería extenderse a estos distritos, pero el equipo de gobierno se ha negado a la única solución para llevar el servicio a toda la ciudad, es decir, la gestión directa del contrato por parte de EMT. Ha apostado, en cambio, por privatizar el servicio de bicicleta compartida, con un mecanismo cuyo rendimiento está aún por demostrar. Tampoco ha salido adelante la construcción de aparcamientos para residentes en los distritos exteriores a la M-30, actuación que iría acompañada de la implementación de Zonas de Aparcamiento Vecinal y que tiene que acompañar irremediablemente a las peatonalizaciones si queremos que estas tengan éxito y conseguir mejorar nuestros barrios.
En nuestras propuestas había una clara voluntad de reequilibrio territorial, que se han conseguido solo parcialmente, ya que se han quedado fuera de los acuerdos actuaciones como el plan para poner fin a la incineración en Valdemingómez en 2025 o la modificación de los contratos de limpieza actuales para contratar más personal y poder adaptarnos a la realidad actual marcada por nuevas necesidades de desinfección y limpieza, algo que no se está consiguiendo hacer como podemos ver en las calles y que sufren sobre todo los distritos del sur al ser los peor dotados por los contratos integrales que hizo el PP en 2013.
Ahora toca seguir los compromisos adoptados para asegurarnos su cumplimiento y buena ejecución, y también seguir reclamando soluciones a los problemas de la ciudadanía, cada vez más preocupada por la contaminación, el acceso a una movilidad sostenible y universal, la suciedad de las calles o la necesidad de ciudades más verdes para mejorar su salud y bienestar.