Ciudadanos y ciudadanas europeas entendemos que el Covid-19 es una amenaza común, que puede perjudicar a un país antes que a otro, pero que finalmente nos perjudicará a todos, y que puede afectar a nuestra vida cotidiana y a nuestra economía casi como una guerra.
Los ciudadanos europeos estamos preocupados y asustados por esta amenaza; y aún más por la cacofonía, el egoísmo y la miopía autodestructiva de las diferentes respuestas nacionales no coordinadas; por la falta de previsión de nuestros dirigentes nacionales, que fingen no saber que nuestra interdependencia requiere una respuesta europea única con estrictas medidas de contención de las pandemias, y un plan a escala de la UE para volver a poner en marcha la economía europea después.
Nosotros, los ciudadanos europeos, denunciamos que la actual UE es una Res Publica incompleta, por lo que está mal equipada para hacer frente a este desafío, con pocas competencias y poderes para hacer frente a las pandemias. Acogemos con satisfacción la oportuna decisión de la Comisión de proporcionar 25.000 millones de euros y flexibilidad financiera para hacer frente a esta amenaza. Tal vez sea lo máximo que puede hacer, pero no es suficiente.
Hacemos un llamamiento a la Comisión Europea y al Parlamento para que propongan, y a los gobiernos nacionales para que adopten (empezando por la reunión del Eurogrupo del 16 de marzo, y un posterior Consejo Europeo extraordinario que se convocará poco después) las siguientes medidas urgentes, utilizando también la cláusula pasarela del Tratado de Lisboa y las disposiciones simplificadas de revisión del Tratado:
1. Hacer de la salud pública y el combate contra las epidemias una competencia concurrente de la UE, sujeta al procedimiento legislativo ordinario, y dotar a la Comisión de poderes extraordinarios para coordinar la respuesta a las epidemias, como debería hacer un gobierno federal.
2. Ampliar el alcance del Mecanismo de Estabilidad Europeo para financiar el fortalecimiento inmediato de los sistemas de salud europeos y nacionales para hacer frente a las pandemias, que amenazan la vida de los ciudadanos europeos y, por consiguiente, también la estabilidad económica y financiera de la UE.
3. Suprimir la disposición presupuestaria equilibrada obligatoria para la UE y crear un Activo Seguro de la UE que se emitirá para financiar un plan de toda la UE para promover la recuperación económica y la cohesión social de la UE durante y después de la emergencia.
4. Trasladar las cuestiones fiscales al procedimiento legislativo ordinario y otorgar a la UE facultades fiscales para adoptar nuevos recursos propios –como el impuesto sobre el carbono (y los aranceles sobre el carbono), el impuesto digital, el impuesto sobre las transacciones financieras- para financiar el presupuesto de la UE (o el Instrumento Presupuestario de la zona del euro, si la decisión sólo pudiera adoptarse a nivel de la zona del euro).
5. Aprobar inmediatamente el próximo Marco Financiero Plurianual que aumente el presupuesto a por lo menos el 1,3% del PIB de la UE, como pidió el Parlamento Europeo, sobre la base de la estructura actual de la financiación presupuestaria; y con la disposición de alcanzar el 2% con los nuevos recursos propios, para garantizar el suministro de bienes públicos cruciales en toda la UE.
6. Convertir la prevista Conferencia sobre el futuro de Europa en una Convención Europea de pleno derecho para redactar un nuevo Pacto Constitucional entre los ciudadanos de la UE y los Estados miembros.
Nosotros, los ciudadanos europeos, creemos que es la hora de definir la UE. La percepción social de la UE estará formada durante años por su respuesta a esta crisis. Es el momento de demostrar que la UE es una comunidad de valores con un destino compartido, vital para sus ciudadanos y estados miembros ante un mundo global turbulento con amenazas políticas, económicas y sanitarias. Es el momento de dar pasos comunes audaces para superar el miedo. Es hora de la unidad europea, no de la división nacional.
- Alberto Alemanno, Haute Ecole Commercialec Paris, the Good Lobby
- Daniele Archibugi, Acting Director, IRPPS - Italian National Research Council
- Enrique Baron Crespo, Chair Jean Monnet ad personam, Former President EP
- Vitor Bento, Instituto Superior de Ciências Sociais e Políticas Universidade de Lisboa; former central banker
- Tito Boeri, President Triennale di Milano; Full professor Urbanistica Politecnico di Milano
- Innocenzo Cipolletta, President Assonime (all listed companies in Italy), also former director general of Confindustria (association of all industries in Italy), President of the Italian Railways and many other companies
- Carlos Closa, European University Institute
- Guillaume Klossa, Sherpa to the reflection group on the future of Europe 2020-2030, writer, founder of EuropaNova and Civico Europa (former or current President of the European Broadcasting Union)
- Peter Jambrek, President of the New University, Slovenia
- Pascal Lamy, ex director general de la Organicación Mundial de Comercio
- Jo Leinen, Former President Spinelli Group, European Movement International, Union of European Federalists, MEP
- Enrico Letta, exprimer ministro de Italia
- Paolo Magri, Director ISPI
- Kalypso Nicolaidis, Oxford University
- Claus Offe, Hertie School of Governance
- Gianfranco Pasquino, University of Bologna and, Fellow of the Accademia dei Lincei
- Otto Pfersfmann, Directeur d’Etudes Ecoles des Hautes Etudes en Sciences Sociales / Lier-FYT Paris
- Romano Prodi, exprimer ministro de Italia
- Adriano Prosperi, Scuola Normale Superiore
- Dimitrij Rupel, Nova univerza Ljubljana/Slovenia; former Foreign Minister of Slovenia (1990-1993, 2000-2008
- Saskia Sassen, Columbia University
- Enzo Siviero, Rector eCampus University
- Vladimiro Zagrebelski, Carlo Alberto College in Turin, former Judge of the European Court of Human Rights