Sabido es que la Constitución española establece que el rey es quien ostenta la jefatura del Estado, siendo la monarquía el régimen político vigente y la Casa Real el primer baluarte institucional de dicha monarquía. Es por ello que esta institución ha de ser un referente en lo relativo a la transparencia y la apertura informativa a la sociedad y la ciudadanía. En estas líneas hacemos algunas observaciones y propuestas sobre esta transparencia de la Casa Real, poniendo de manifiesto lo que a nuestro juicio son luces y sombras en esta materia.
No vamos a evaluar otros aspectos como la idoneidad o conveniencia de la existencia de dicha Casa Real y por ende de la monarquía, frente a otros regímenes alternativos como pueda ser la república, debate que siempre estará abierto en nuestro país, y que en todo caso tendría un horizonte temporal a largo plazo, dado que estimamos que la sociedad actual tendría serias dudas de que entregar la jefatura del Estado a los políticos y a los partidos que tenemos actualmente en España fuese la solución óptima para representar a nuestro país en las más altas instancias, dada la desafección y el distanciamiento de la ciudadanía respecto a nuestra clase política, sobre la cual recae además una clamorosa falta de credibilidad.
El nivel de transparencia de la Casa Real española se podría calificar en general de aceptable, con un conjunto de aspectos positivos y también con una serie de carencias informativas, y ello en base al grado de información que esta institución ofrece desde su página web, esa ventana abierta permanentemente a la sociedad.
Hemos de señalar, en primer lugar, que el nivel de transparencia ha aumentado notablemente en los últimos tiempos, ofreciendo ahora bastante más información que hace unos años, si bien propiciada por la existencia de una normativa legal que exige actualmente una buena parte de dicha información. Concretando algo más, podemos destacar la amplia y detallada información publicada en relación con las distintas actividades de la Corona, siendo destacable igualmente la detallada información económica y financiera, tanto en cuanto a las cuentas anuales, como a los presupuestos y a los informes de auditoría (en lo cual se nota la buena labor realizada por la intervención general del Estado). La información sobre los contratos y convenios suscritos por la Casa Real es igualmente detallada e individualizada; también se publican las retribuciones de los miembros de la familia real y los altos cargos que les acompañan. Es valorable igualmente que la web se publique en varios idiomas, tales como: castellano, inglés, catalán, euskera, gallego y valenciano.
Además de las anteriores luces positivas, la apertura informativa adolece a nuestro juicio de algunas carencias que indicamos aquí en clave constructiva y como sugerencias de mejora en esa información a la sociedad.
En cuanto a Información económica, y aunque en la web se publican los presupuestos y las cuentas anuales, por lo que vemos que los gastos de la Casa Real son aparentemente de 8,4 millones de euros, hemos de señalar que el coste real de esta institución supone realmente una cantidad bastante mayor, ya que en dicha cifra no se incluyen otros muchos gastos que tiene la misma, como pueden ser todos aquellos relacionados con la seguridad de la familia real, los vehículos que utilizan en sus traslados, los gastos derivados de instalaciones o residencias utilizadas (aparte del palacio de la Zarzuela), etc., gastos que están incluidos en los presupuestos de otros ministerios o instituciones, y que por tanto no se pueden conocer aquí por los ciudadanos. Es, por tanto, una importante asignatura pendiente que la sociedad pueda conocer el importe real que supone para el erario público esta institución; ello se podría resolver mediante una cuenta satélite o una simple transcripción y publicación ordenada de todas esas partidas en la web de la Casa Real. En relación con lo anterior cabría sugerir igualmente que se pudiesen calcular mediante una sencilla contabilidad analítica y publicar los gastos de cada una de las actividades principales: visitas oficiales, seguridad, protocolo, viajes, etc., y ello más allá, por tanto, de las simples partidas genéricas de las cuentas anuales.
También sería conveniente, por otra parte, que se publicase una RPT (relación de puestos de trabajo) de la Casa Real, como hacen obligatoriamente miles de instituciones públicas: (ministerios, ayuntamientos, etc.) para poder disponer así de una información detallada de la plantilla completa y efectiva de la Casa Real. A un nivel algo más personal, pensamos se deberían publicar las declaraciones de bienes o patrimoniales de los miembros de la familia real y de los altos cargos y directivos de la propia Casa Real, al igual que han de hacer los altos cargos de las administraciones públicas, parlamentarios, etc.
En referencia a las relaciones con los ciudadanos nos permitimos sugerir, en primer lugar, que se estableciese de forma visible en la web un buzón de opiniones, sugerencias o quejas de los ciudadanos, además de la posibilidad legalmente existente de solicitar información a la Casa Real, la cual está actualmente canalizada solo a través una solicitud a la presidencia del Gobierno, lo que resulta algo incoherente y con algún riesgo de conflicto de intereses. También sería bueno, por otra parte, que hubiese un registro de lobbies, o al menos una relación de las personas o instituciones que visitan o se relacionan con la Casa Real. Y nos permitimos asimismo sugerir que se incluyese en la web un contador visible en tiempo real del número de accesos o visitas a la web, de cara a tener así una idea del grado de interés informativo de los ciudadanos en relación con esta institución.
Vamos a terminar esta serie de sugerencias, con un último tema, algo más delicado, pero que entendemos que es de interés social, y es que se publicase información concreta sobre los gastos que, en su caso, pudiese estar o haber estado originando el rey emérito (como miembro actual de la familia real, según se señala en la propia web) en conceptos de asistencia, seguridad, etc., o bien indicar explícitamente que el gasto es cero (ello siempre será informativo para la ciudadanía).
Los anteriores aspectos sugeridos, o al menos algunos de ellos, creemos que deberían estar recogidos en una nueva norma legal en relación con la transparencia de la Casa Real, para no quedarse así en meras sugerencias realizadas por ciudadanos como el que escribe estas líneas. Esperamos en todo caso que el rey Felipe, que ha demostrado en ocasiones ser un defensor de la transparencia, y del que la mayoría de la población creemos tiene una buena opinión, pueda propiciar un aumento de la apertura informativa de una institución socialmente fundamental como es la Casa Real.