No me lo envuelvas por favor: así ahorramos papel. No me lo imprimas: mejor envíamelo por correo electrónico; así ahorramos papel. Perdona que no te coja el folleto: es que hay que ahorrar papel. En esta escalera no admitimos correo comercial: estamos ahorrando papel.
Cada vez somos más los ciudadanos involucrados a nivel personal en el cuidado del medio ambiente. Gente de todas las edades que ha decidido echarle una mano al planeta a través de gestos tan simples como éstos. Pequeños cambios de hábitos que no suponen un cambio de vida, pero que son la base de la ecología doméstica que está cambiando el mundo.
Por eso resulta tan incomprensible y tan desquiciante que, ante esa vocación de ayuda por parte de la sociedad, los partidos políticos sigan mostrando tan poca sensibilidad y tanto desprecio al medio ambiente cuando se trata de pedirnos el voto.
Carteles embadurnando las paredes, banderolas colgando de las farolas, pancartas colgando de puentes, folletos por los suelos y adhesivos pegados por todas partes. Cada campaña electoral supone un despilfarro de recursos tan bestia que anula los esfuerzos que los ciudadanos venimos realizando en nuestro día a día. Uno de los mejores ejemplos de este disparate es el buzoneo personalizado de propaganda electoral.
Los partidos políticos saben perfectamente que en la mayoría de los casos esos sobres rellenos de folletos y papeletas van a la papelera sin llegar a ser abiertos. Pero les importa un pito porque tampoco lo pagan ellos.
La ley electoral obliga a las administraciones públicas a costear con el dinero de todos nosotros ése envío masivo de propaganda. Y cuidado porque en el caso de las elecciones generales estamos hablando de una cantidad cercana a los 20 millones de euros, un dinero del que como mínimo más de la mitad va directamente a la papelera.
Pero además de denunciar un derroche de dinero público tan absurdo, en este rincón del diario toca subrayar otro no menos importante: el derroche de energía, de agua, de emisiones asociadas al reparto y de un recurso natural tan costoso de obtener como el papel. Un malgasto al que podemos poner freno ahora mismo: en apenas un par de clics.
De lo que se trata es de entrar en ésta página web del Instituto Nacional de Estadística (INE) y solicitar la exclusión de nuestros datos personales de las copias del censo electoral que se entregan a los partidos políticos para realizar sus envíos postales de propaganda.
Pueden acceder a este servicio totalmente gratuito todas las personas inscritas en el censo electoral, siempre y cuando dispongan de la necesaria clave de identificación electrónica para las relaciones con las Administraciones Públicas. Una de las maneras más ágiles y sencillas de obtener esa identificación es mediante el sistema Cl@ve al que se puede acceder siguiendo los pasos que aparecen aquí
De este modo tan simple y en apenas un par de pasos evitaremos tener que ir echando viajes durante cada campaña electoral del buzón al contenedor azul, que es donde hay que echar la propaganda de papel.
Aunque ojo: no será fácil librarnos definitivamente de ella, pues lo que pretenden ahora los partidos, todos sin excepción (el interés les une), es enviarnos su propaganda por Whatsapp, correo electrónico o directamente al móvil sin necesidad de pedirnos permiso.