La histórica frase la dijo el dictador Francisco Franco en su discurso de Navidad de 1969. Todo ha quedado atado y bien atado con la designación como mi sucesor a título de rey del príncipe Don Juan Carlos de Borbón, dijo. Había sido en julio, con el aplauso de las Cortes. Y el tiempo ha demostrado lo cierto de la afirmación y la fortaleza de ese nudo. Es el origen de gran parte de nuestros problemas en España hoy y de la dificultad de soltar ese entrelazado gordiano.
El primero en abordar la tarea fue Juan Carlos de Borbón con un nutrido grupo de colaboradores esenciales. Llegado a la jefatura del Estado tras morir el dictador, el juancarlismo se asienta el 23F en un episodio que precisa ser desclasificado como secreto oficial. El rey ya pudo vivir de las rentas democráticas de aquel hecho según fue contado. Todo lo fundamental se mantenía en pie. La judicatura, la oligarquía económica que fue tomando sitio en los medios de comunicación, el clero, el Ejército y las fuerzas policiales también han mantenido focos, la corrupción troncal como tara insalvable.
En la política dejó tan intacto e impune al franquismo-fascismo que ha resurgido impoluto de manchas, con su mismo carácter antidemocrático y cargado de las nuevas idiocias. El Partido Popular no se explica sin el atado y bien atado. Y tras tantos años y con los viejos esquemas redivivos, los sectores de la sociedad a quienes se les extirpa el sentido crítico y, con él, el aprecio por la democracia.
2020, año de pandemias, desnudó también a la monarquía española. Al rey Juan Carlos que había pasado a ser emérito, sin duda, pero quedaron más interrogantes. Tres reputados periodistas publican La armadura del Rey (Roca Editorial 2021), tras haber investigado los hechos y hablado con decenas de protagonistas y testigos de la historia. Las conclusiones certifican la conducta verdaderamente inapropiada de Juan Carlos de Borbón y el blindaje que le permitió obrar a su antojo en un pacto del que no solo él resultó beneficiado. Se advierte y así se les dice que ser rey, los reyes, la monarquía, es “otra cosa, que no entra en el baremo del resto de los mortales”.
Y así fue como Juan Carlos de Borbón se hizo inmensamente rico desde la nada, desde pedir dinero a los compañeros para comprarse un traje. “La falta de transparencia marca el capítulo de la fortuna” -describe la periodista Eider Hurtado- “lo que hoy sabemos con datos ha sido gracias a la justicia suiza en particular que ha seguido el rastro del dinero”. “La justicia española ha ido siempre a remolque”, amplía Albert Calatrava, “en 2018, llegó un informe a la Audiencia nacional y el juez De Egea, que lo recibió, se lo ventiló en unas horas”. Este juez defiende que hay que hacer un pacto de jueces para proteger al rey, comenta Calatrava. Mayor aún, debe ser.
Se constata que la fortuna de Juan Carlos es cuantiosa. Y se va describiendo cómo se establece una forma de actuar, haciendo colectas entre los amigos millonarios y cobrando comisiones que incluso le autorizó el franquismo.
En el círculo de Juan Carlos había personas interesadas en la influencia del rey “para pescar” ahí, cuenta Ana Pardo de Vera. “Prado y Colón de Carvajal, que era el que iba a por los maletines de dinero”, por ejemplo. Pero “nos hemos centrado en los amigos políticos, en los que le ayudaron, a tapar sus escándalos, a sus cómplices. Ha habido una responsabilidad colectiva”, precisa Pardo de Vera.
Venciendo respetos reverenciales, cortinas de silencio, complicidades, los autores cuentan el papel decisivo de Santiago Carrillo –Secretario General entonces del Partido Comunista- y Felipe González –del PSOE- en la consolidación de la armadura de protección a Juan Carlos. Hoy, el principal valedor de la monarquía es el PSOE y sus más acérrimos entusiastas, PP y Vox, confirman los autores del libro. Un ex presidente del Gobierno les advierte: “No habrá una república si no hay una revolución social, está todo perfectamente organizado”. Atado y bien atado, pues.
El rey Juan Carlos “hizo política tanto o más que los presidentes” y su hijo también, constatan los tres periodistas. Como hemos visto. Y no solo el 3 de octubre de 2017. Opina sobre acuerdos que le gustan o no le gustan, con esa autoridad real con la que le visten.
«Este país no se puede permitir» recojo en el capítulo 6 de mi propio libro, La Bolsa o la Vida, sobre las pandemias de 2020. Una crisis institucional no se podía añadir a los tremendos problemas que vivíamos, se convino. Felipe VI comunicó su renuncia a la herencia de su padre el mismo día que entraba en vigor el estado de alarma y casi al mismo tiempo que el Gobierno detallaba las restricciones extraordinarias para afrontar el coronavirus. Una paradójica coincidencia. Supimos por el comunicado real que Felipe de Borbón sabía desde un año atrás la existencia de una cuenta offshore de la que él mismo era segundo beneficiario, según el diario inglés The Telegraph.
El 1 de mayo, con los contagios en punto crítico, aflorando el gran fiasco de los geriátricos, conocíamos otra nueva píldora juancarlista: otra maleta con destino Suiza. “Para los que se pierden con las grandes cifras: 1,9 millones de dólares son alrededor de nueve años de ese sueldo público que le pagábamos al rey emérito. Esa propinita (194.232 euros anuales) que, hace unas semanas, su hijo Felipe VI le quitó”, escribía Ignacio Escolar, director de ElDiario.es. Después el rey emérito se fue de España. Y lo comunica en carta a su hijo exclusivamente y un 3 de agosto.
Si les parece podemos repasar a la luz de todo esto las noticias de actualidad relevante. La Policía desgrana, al detalle, el sistema urdido en el PP para pagar “en negro” la reforma de la sede de Génova 13. El juez imputa a Fainé (La Caixa) y Brufau (REPSOL) por el espionaje de Villarejo al expresidente de Sacyr Luis del Rivero, la creme del empresariado. La empresa que Ayuso ocultó a la Asamblea no presenta cuentas desde 2014 ni hay rastro de a qué se dedica. La había ocultado en su declaración de bienes, y tras la información de Alicia Gutiérrez en Infolibre rectificó su declaración, pero había más. Ayuso insulta a esta acreditada periodista diciendo que “son cosas de Podemos”.
Las personas que vivimos en Madrid tenemos el 35% más de posibilidades de morir por coronavirus que la media de España. Lo han confirmado con un desmentido que rechazaba categóricamente que el porcentaje fuera del 54 %.
El Congreso aprueba la primera ley que protege a la infancia frente a la violencia por una amplia mayoría y Vox y PNV votan en contra.
El presidente de Vox justifica en el Congreso el golpe de Estado contra la II República. Sus medios no lo cuentan… así.
También en el Congreso, el jefe del PP Pablo Casado llama ‘gafe’ al presidente Pedro Sánchez, a voz en grito, por lo ocurrido con las vacunas… ¿en todo el mundo? Porque está siendo en todas partes.
Nudo: “Entrelazamiento de los extremos de un hilo, una cuerda o una cosa alargada y flexible y que cuanto más se estira por uno o ambos extremos, más apretado queda”.