A los diarios se les debería dejar vivir y morir en paz por el bien de la empresa editora y, sobre todo, el de sus lectores.
El caso de El Correo de Andalucía, recientemente adquirido por 1 euro por un fondo de inversión llamado Abra Invest, dedicado a fusiones y adquisiciones y “expertos en crecimiento empresarial”, según reza en su página web, puede ser un nuevo caso de eutanasia a un medio de comunicación centenario que ya estaba malherido.
El Correo es el diario decano de Sevilla. Lo fundó el obispo de la ciudad en 1899 y pasó, entre otras, por las manos de Prensa Sur, una sociedad vinculada al PSOE andaluz bajo la batuta de un testaferro del partido llamado Emilio Martín, que se apoderó de las acciones del diario ante la mirada atónita de Gaspar Zarrías (exvicepresidente de la Junta de Andalucía y actualmente diputado en las Cortes por el PSOE), que teóricamente era quien lo gobernaba a placer.
Durante una época convivieron en su accionariado la nacionalizada CajaSur, perteneciente a la Iglesia, y el PSOE andaluz. Todo un dislate que suponía un tira y afloja entre la Junta y la Iglesia representada por el cura Castillejos, entonces presidente de CajaSur.
Más tarde, la Junta consiguió inclinar la balanza hacia el Grupo Prisa para que adquiriera el paquete de Prensa Sur y se acabara haciendo con la mayoría de El Correo de Andalucía. En el paquete iban también el diario Jaén y Odiel de Huelva, y un paquete minoritario del diario Córdoba.
Prisa, necesitada de financiación, hizo un pase al grupo siderúrgico Gallardo, que en sus momentos dulces optaba también a la compra del Grupo Zeta cuando éste se puso en venta. Prisa ha seguido prestando hasta la fecha servicios de impresión y asesoramiento a la cadena periodística de Gallardo y envía suplementos a El Correo a través de las sociedades GMI (Grupo de Medios Impresos) y GMP (Gestión de Medios de Prensa). De hecho, la sociedad editora de El Correo de Andalucía sigue siendo accionista minoritaria de esas empresas de servicio de PRISA, según consta en la memoria del Grupo Prisa.
Y al fin llegó el famoso fondo. Un fondo que no ha entrado en el accionariado haciendo una ampliación de capital que pudiera permitir, siquiera, pagar los sueldos atrasados de los trabajadores del diario y remontar la sociedad con una financiacion adecuada. ¿Dónde está la expertise de crecimeinto empresarial de Abra Invest?
Me temo que el diario se hundirá en el fondo si alguien no lo remedia. Tantas manos e intereses accionariales como tuvo en su historia no fueron capaces de acabar con él. Ahora solo lo podría salvar un editor con los periodistas. Pero, ¿qué es eso? ¿Existe esa figura?