La campaña acaba de empezar y cada día suceden cosas. Anteayer Oriol Junqueras se quedaba en la cárcel mientras medio Govern salía, ayer Carles Puigdemont dejaba de estar en busca y captura por una euroorden y hoy sólo el cielo sabe qué pasará en una campaña que ha hecho de la anormalidad lo normal: desde candidatos en prisión a candidatos desde el extranjero o el plasma pasando por avisos judiciales sobre qué decir o no en campaña. El preelectoral del CIS sólo nos da una foto de cómo podían estar las cosas antes incluso del arranque de la carrera, concretamente en la última semana de noviembre, fecha del trabajo de campo. Cocina aparte, apunta muchas cosas interesantes sobre qué puede pasar.
1. El PP sería el partido menos votado. La aplicación del 155 beneficia a Albert Rivera y castiga a Mariano Rajoy y les sale caro a los socialistas. Ciudadanos se está quedando con la mitad de los antiguos votantes populares, la formación naranja recoge otra cuarta parte de su voto entre antiguos votantes socialistas y abstencionistas en autonómicas.
2. Solo uno de cada diez catalanes declara no saber aun cuando le preguntan a quién va a votar. Ni la indecisión ni la volatilidad parecen resultar tan altas como todos presumíamos. La gran mayoría tiene claro ya qué va a hacer con su papeleta. Con una indecisión tan baja resulta sorprendente que Ciudadanos pase de ser la tercera fuerza en intención directa de voto a convertirse la más votada, recuperando los cuatro puntos de ventaja que le saca ERC en intención directa y poniéndose dos puntos por delante en voto estimado. La clave puede estar en su bajísimo recuerdo de voto: apenas un 9% recuerda haber apoyado a Ciudadanos en 2015. El CIS parece asumir que la sangría Popular no va a parar y el voto oculto que antes iba a los Populares en Catalunya ahora irá a Ciudadanos
3. Cuatro de cada diez catalanes califica de buena o muy buena la labor de Puigdemont como President. No sabemos qué opinan de Rajoy y su gestión porque al CIS no le ha parecido relevante preguntarlo. Si a alguien le intrigaba por qué el PDeCAT ha renunciado a su marca y se ha refugiado bajo la franquicia del President, en esos datos tiene la respuesta y la explicación de por qué la antigua Convergencia vuelve a disputarle a ERC la herencia electoral de JuntsxSí. Oriol Junqueras es el único líder que aprueba: 5.28. Si se pregunta si a ERC le beneficia o le perjudica que Junqueras siga en prisión, ahí tiene también la respuesta: no, es su activo electoral más valioso,
4. Cuatro de cada diez catalanes quieren un Estado que reconozca la posibilidad de acceder a la independencia, cuatro de cada diez se consideran nacionalistas. La segunda posición más escogida (tres de cada diez) prefiere un Estado que dote de más autonomía a las CCAA. Para que lo tenga en la cabeza la próxima vez que alguien le hable de la “mayoría silenciosa”.
5. Siete de cada diez catalanes se muestran pesimistas respecto a la situación política y creen que la cosa va a ir a peor. Nueve de cada diez dicen tener intención de acudir a las urnas. La extraordinaria movilización y participación que se apuntan es fruto de la preocupación, no de la expectativa de futuro o de cambio. Un motor que mueve más al voto no nacionalista que al nacionalista.