El pasado 1 de julio el candidato Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ganó las elecciones presidenciales mexicanas. La izquierda gobernará en la segunda potencia latinoamericana, tras Brasil, y el vecino de Estados Unidos.
Me voy a permitir augurar cómo cambiarán las noticias que los grandes medios de comunicación traerán ahora de México.
Si nos hemos fijado bien, hasta hoy, aunque las noticias trágicas sobre México son frecuentes, desde los feminicidios hasta los asesinatos de periodistas o las masacres de los narcos no incluían nunca el nombre del presidente del país. De hecho, muy pocos españoles conocerían su nombre, Enrique Peña Nieto. Suele ser un hábito de los grandes medios: cuando no pueden omitir las malas noticias de países con gobiernos neoliberales, al menos silencian el nombre y el partido del gobernante para que no se le asocie o no se le suponga responsabilidad ni relación alguna con las condiciones del país. Es por ello que no citan nunca al presidente de México o de Perú, pero Nicolás Maduro siempre aparece ante una mala noticia de Venezuela aunque la noticia sea un accidente de tráfico. Y no digamos anteriormente con Hugo Chávez o los Castro en Cuba. Muy pocos de los lectores españoles sabrían citar un presidente de Venezuela, Bolivia o Brasil distinto de Chávez, Maduro, Evo Morales o Lula. Ya, hace un par de años, Juan Carlos Monedero le preguntaba en un debate de televisión al periodista Nacho Martín quién era el presidente de Portugal. Al quedar en evidencia que no lo sabía, Monedero les restregaba que estuviesen hablando constantemente del presidente de Venezuela o el de Irán y no conocieran el del país vecino.
Son frecuentes las noticias de emigrantes que vienen a España, pero nunca citan a Mohamed VI cuando son marroquíes, jamás hemos oído el nombre del presidente rumano Klaus Iohannis cuando esos emigrantes son de ese país, el origen europeo de emigración más frecuente. Y tampoco nadie conoce al presidente de Perú, Martín Alberto Vizcarra Cornejo, el país del que más aumentado el flujo de emigrantes a España.
A partir de ahora veremos que cada noticia sobre emigrante mexicano, masacre de narcos o asesinato de periodistas llegará indefectiblemente ligada a López Obrador. Así, un reportaje sobre la violencia en México (Por qué en México es tan fácil matar y nunca pisar la cárcel) comienza a señalar las responsabilidades del Estado solo ahora. De hecho citan a López Obrador como el reto que tiene por delante, el nombre del presidente que tenía que resolver todo eso hasta hoy, ni aparece.
No era habitual encontrar noticias de manifestaciones o huelgas de trabajadores en México. No había ninguna medida legal que molestase a los mexicanos que protestaban más por las decisiones de Donald Trump que por las de su presidente. Curiosamente, los medios españoles hablan más de la corrupción del Peña Nieto ahora que se va. Pronto cada manifestación por una medida gubernamental será diligentemente informada, por muy pocos que la protagonicen. Solo con gobiernos de izquierda hemos podido asistir a grandes coberturas de manifestaciones de menos de un centenar de personas mientras silenciaban protestas españoles con miles.
Movimientos de izquierda que han sido ignorados en los medios, ahora tendrán protagonismo si critican a López Obrador. ¿Cuánto hace que no sabíamos de los zapatistas o del comandante Marcos? Pues ya está aquí: “Solo el zapatismo se resiste a Obrador”. Y de subtitulo: “La izquierda mexicana llegará al poder divorciada con el subcomandante Marcos y el movimiento indígena más conocido del mundo”
¿Alguien sabía que en México no había una Fiscalía independiente del gobierno? ¿O había leído en la prensa española alguna crítica al gobierno mexicano por ello? Pues López Obrador ya ha tenido esa crítica y eso que todavía no es el presidente: “López Obrador rechaza la creación de una fiscalía independiente en México”. “El presidente electo desestima la propuesta de 300 organizaciones y asegura que contar con un fiscal de la sociedad civil no garantiza su integridad”.
¿Cómo les iba a las empresas españolas en México? Hasta ahora no era un tema importante en los medios. Dentro de poco, cualquier tropezón señalará a López Obrador como responsable. Ya empiezan a informar que están bajando en Bolsa por culpa del nuevo presidente. Como si la función de López Obrador fuese velar por las empresas de capital español (recuerden que no son nuestras aunque las llamen españolas) en lugar de preocuparse por los mexicanos.
Puede ser que me equivoque en toda esta previsión. Sobre todo si López Obrador continúa como hasta ahora con las privatizaciones, firmando acuerdos de libre comercio con EEUU y Europa, ignorando los asesinatos de periodistas y mujeres, dejando que el narco campe a sus anchas y sin tocar la capacidad del Estado para actuar en la economía para mejorar las condiciones sociales de los mexicanos. Si hace todo esto, ojalá no, lo dejarán tranquilo. Si no, bienvenidos al infierno mexicano de López Obrador.