Fue sobrecogedor. La reacción inmediata con un despido y una destitución sumarísimos. Por un rótulo de las decenas que se emiten al día. Quizás inadecuado, nada más. Ocurría que Casa Real anunció que la heredera al trono estudiaría dos años de bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales. Rosa María Mateo, administradora única y provisional (durante casi tres años) de RTVE, surgió lívida pisoteando los palos del sombrajo que se le habían caído. En pantalla, según acababa de emitirse, se leía: “La princesa se va de España como su abuelo”. Una frase que, al parecer, atacaba los cimientos democráticos de todo un país y los preceptos constitucionales.
La reacción de los medios cortesanos fue pareja. “El rótulo es el refugio del cobarde, de quien no se atreve a decir según qué cosas en antena, pero las cuela como quien pintarrajea la puerta del baño del instituto”, escribía un tal Sergio del Molino en El País como destacaba su CEO en Twitter. Despliegue en ABC, que osa manipular el logo de TVE con una hoz y un martillo. Y el campo de orégano se abre para culpar a Podemos, sin el menor respeto por volver a dejar en cueros las obsesiones y proyectos políticos que -no informativos- de algunos medios.
Y todo en plena “polémica” –forzada- por si España vive en 'normalidad democrática' o no, algo cuyo solo enunciado enerva a patriotas de cazo y bandera. En fin. Y para completar el cuadro, periodistas del establishment que vuelven a constituirse en un ente profundamente corporativo, guardián de las esencias del periodismo (del que ellos practican).
Fue sobrecogedor, sí. Un reino feudal hubiera reaccionado de la misma forma ante tamaña ofensa, incluso avanzando un punto más allá, en vez de las destituciones inmediatas habría ajusticiado a los culpables y expuesto sus despojos en la plaza pública. Y no estamos muy lejos si pensamos que se castiga con cárcel las ofensas a la Corona, a ritmo de rap, aunque incluyan verdades como puños. Cómo será el asunto que hasta acribillan y exhiben a quienes ni pasaban de lejos por el control de realización de La Hora de la 1 de TVE.
Es una broma de pésimo gusto decir que los informativos de RTVE están en manos del gobierno o de la izquierda. A algunos periodistas nos repugna su servidumbre a los postulados del PP, la promoción incesante de la ultraderecha ocupando silla frecuente en los programas, el cierto ninguneo al gobierno y los ataques sistemáticos a Podemos. No por otra razón que por la defensa del periodismo y el derecho a la información de los ciudadanos. Jaime Olmo, Javier Valenzuela, Olga Rodríguez, Juan Tortosa, periodistas de toda solvencia, lo denuncian como yo misma a menudo. Por lo demás, el mismo programa había lanzado un par de días antes el bulo de la niñera con su rótulo preceptivo y no había pasado nada. El periodista de ElDiario.es Aitor Riveiro lo contó.
La reacción al rótulo no beneficia en nada a la causa monárquica que promueve esa corte oficiosa. A la causa monárquica o a los privilegios y excepciones crecidos a su amparo. Se han retratado de cuerpo entero. Sumisión, veneración, desmesura teatral. Algo impropio del siglo XXI en el que vivimos. Máxime a una jefatura del Estado hereditaria y familiar que recae además en los Borbones, cuya ejemplaridad no atraviesa sus mejores momentos. No se entiende a estas alturas de la historia esa devoción reverencial, cierta o fingida, por un jefatura del Estado de estas características.
Para acabar de confirmarlo mandan a la princesa Leonor, la heredera, a un colegio que por las informaciones que llegan parece un laboratorio de seres principales. Nos dicen que es “el centro predilecto de algunas realezas, millonarios californianos e intelectuales bohemios, por su empeño en fomentar la responsabilidad individual de los alumnos, su capacidad de descubrir, experimentar, colaborar y servir a los demás.” Que son 350 alumnos de 90 países. Tres cuartas partes con “becas y ayudas de benefactores privados” y que llevan ¿como muestra? a desfavorecidos del mundo que se verán diferenciados en ese ambiente de riqueza: “un 5% de los alumnos de UWC son refugiados procedentes de zonas conflictivas como Palestina, Yemen, Irak o Afganistán”. “El sitio que Dios habría construido si hubiera tenido dinero”, dijo del castillo medieval el dramaturgo George Bernard Shaw. Ya lo han hecho los nuevos dioses ricos. Los reyes son altos patronos de la organización que seleccionó a la princesa Leonor para estudiar en Gales y la financiación corre a cargo de miembros del equipo habitual. Leonor parece una chica inteligente y con ideas propias, ojalá humanamente salga con bien de la experiencia.
Un eurobarómetro del Parlamento europeo publicado este viernes revela que el 53% de los españoles no está satisfecho con la evolución de la democracia que tenemos. Y que estamos entre los más descontentos, dado que en la UE27 son el 57% los que se muestran entre satisfechos y muy satisfechos con su democracia y aquí el 46% . Sin duda Felipe González, Margarita Robles, y los más punteros medios y periodistas del clan de los establecidos se encuentran en ese grupo precisamente.
Igual la valoración mejoraría si en este país se dejara de robar aprovechándose del cargo político y de enaltecer la corrupción; si algunos de sus próceres no mintieran con tres de cada cuatro palabras; si el poder judicial abandonara su situación de okupa; si no se obligara a votar en un momento crudo de una pandemia y no llevaran años de cárcel algunos políticos por votar; si los medios y periodistas se dedicaran a informar prioritariamente; si todos los cargos de la democracia fueran electos. Si se ejercieran todas esas labores para la sociedad, desde ella, a pie de calle, sin privilegios, ni trampas, ni mentiras.