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La prensa europea expresa alivio, pide diálogo y no descarta una intervención de la UE

Los que se suelen llamar “diarios europeos de referencia”, los grandes periódicos del continente, suelen coincidir con la opinión del establishment de cada país, particularmente en las cuestiones de política internacional. Eso debe ser tenido en cuenta para entender los mensajes que, de forma prácticamente unánime, han transmitido tras la declaración de Carles Puigdemont en el Parlament. Uno, alivio por lo que muchos califican de paso atrás del president. Dos, deseo de que Rajoy no opte por la vía dura tras lo consideran un cambio en la actitud del separatismo catalán. Tres, una apuesta decidida por el diálogo. Y más de un diario sugiere o afirma, según los casos, que en algún momento Europa deberá intervenir en el contencioso.

Algunos ejemplos que llevan a esas conclusiones. “Puigdemont apuesta por el apaciguamiento, la independencia tendrá que esperar”, titula abriendo el parisino Le Figaro. “Europa respira, no habrá revuelta en Barcelona”, dice el Bild, el diario más difundido de Alemania. “Puigdemont frena el impulso de la secesión y seca potencialmente el tenso enfrentamiento político con Madrid”, escribe en su primera página la edición europea del Wall Street Journal.

El editorial del Suddeutsche Zeitug abunda en esas ideas y va más allá: “Puigdemont ha elegido el camino de la razón. Rajoy tendría que seguirle. La crisis está aún lejos de ser resuelta pero una solución política es posible. España no debe humillar a los secesionistas derrotados” dice uno de los diarios más respetados de Alemania. Otro de ellos, el Frankfurter Allgemeine, además de titular que la independencia ha quedado suspendida, no ve precisamente las cosas fáciles: “Los separatistas ahora no tienen plan y el gobierno se ha negado a permitir cualquier diálogo”, escribe en su editorial.

Otro editorial, este de Le Soir, el primer periódico de Bélgica, conservador, afirma: “Proponer el debate es un deber de estado. Existen buenos argumentos contra la secesión de Catalunya. Pero no basta con referirse a la constitución. Las constituciones deben ser siempre objeto de debate”.

Aparte de reseñar que el euro se ha reforzado esta mañana, tras conocerse la suspensión de la independencia catalana, el Financial Times se muestra poco optimista al respecto de que se abra enseguida una negociación: “la posibilidad de un diálogo inmediato con Madrid es muy pequeña. La gran cuestión en estos momentos es cómo va a reaccionar el Gobierno español. Y podría decretar el artículo 155, dice su análisis.

¿Ha habido presiones extranjeras sobre Puigdemont para que modificara su postura? es una pregunta que se hacen algunos diarios. El Bild cree, sin dudas, que sí: “hubo diplomacia secreta hasta el último minuto”, afirma el diario alemán. ¿Y debe haberla? El Suddeutsche opina sin ambages que sí: “Sería mejor que Rajoy siguiera la parábola del hijo pródigo, pero si eso no ocurre, Europa debe interferir”. Eso sí, por el momento ningún diario cita la posibilidad de que también La Moncloa esté recibiendo peticiones de moderación.

Habrá que seguir con atención lo que se cuenta al respecto en los próximos días. Porque si el Gobierno español no toma medidas drásticas e irreversibles, todas las cuestiones van a seguir abiertas, incluyendo la de la posibilidad de una mediación europea, se llame como se llame. Dentro de unos días las actitudes actuales podrían ser distintas. Hay un dato significativo al respecto. El martes, en un cara a cara con Daniel Cohn Bendit durante la Feria del Libro de Frankfurt que retransmitieron varias televisiones, Emmanuel Macron rechazó varias veces la mediación extranjera que pedía su interlocutor. Pero este insistió y finalmente al presidente francés se le escapó esta frase: “Por ahora no”.

Le Monde publica un análisis sobre este asunto y sobre la postura de Macron: “¿Por qué el asunto catalán fascina tanto al resto de Europa?” se pregunta el texto. “Porque más allá de las fronteras de España se ha instalado el sentimiento de que no es una crisis puramente catalana o simplemente española, sino profundamente europea.

Y sobre la posibilidad de una intervención añade: “Catalunya ofrece un caso práctico ideal para conciliar las virtudes de ”los fragmentos de Europa“, ”los encantos de la diversidad“ y ”la suerte inédita del multilingüismo“ con una ”Europa soberana, unida y democrática“. (Los entrecomillados son frases textuales del discurso sobre su proyecto de reforma de la Unión Europea que hace cuatro días pronunció el presidente francés).