Medellín se va a convertir a partir de mañana en la sede de la gran fiesta del periodismo de América Latina. Durante tres días la Fundación Gabriel García Márquez va a escenificar, con la entrega de sus premios y una multitud de conferencias y debates, la pujanza del oficio en la región.
Y es que, mientras en Europa, y muy especialmente en España, doblan las campanas por la degradación o muerte de muchos periódicos, allá, de México a Chile, florecen un buen puñado de nuevos medios que pelean, desde la calidad, el rigor y el compromiso con sus lectores, por hacerse un hueco en el mercado. Y muchas veces en situaciones complicadas, teniendo que enfrentarse a las amenazas del poder o de las mafias. Pero siempre recorriendo el presente y mirando al futuro con optimismo, ese bien tan escaso hoy en nuestro país.
Medellín, la segunda ciudad de Colombia, en nuestra memoria por la violencia, el narcotráfico y la guerra sucia de los paramilitares, es hoy un milagro. Es verdad que perviven muchos problemas, que en sus cerros y comunas aún anida la pobreza y la exclusión, pero es difícil imaginar que en tan solo diez años haya en el mundo una gran ciudad con un ritmo de cambio tan acelerado.
Ojalá, a pesar de las dificultades, y de los excesos (ahora urbanísticos), se complete el proceso con éxito. Los pilares de la transformación están siendo la educación, la cultura, la movilidad (a caballo del metrocable) y la tecnología digital. Quizá por esto último, lo digital, Medellín se va a convertir en el escenario ideal para premiar el trabajo periodístico bien hecho y para pensar en el futuro de un oficio en plena revolución, dura, difícil, pero llena de oportunidades.
Solo desde la fe en el periodismo, como herramienta de agitación y control de los desmanes del poder, y el entusiasmo por aprovechar esas nuevas posibilidades que ofrece la tecnología es posible entender la gran eclosión de medios, de muy diferente tipo, que se está dando en la región.
Y a casi todos les une un hilo a veces evidente y otras casi invisible con la Fundación del premio Nobel colombiano, que lleva más de quince años organizando talleres y conferencias por toda América Latina a las que han acudido miles de periodistas que hoy son los protagonistas principales de todo lo bueno que está sucediendo.
A modo de guía, para los no iniciados y siempre desde mi punto de vista personal, ofrezco a continuación, ordenada por países, una relación de las iniciativas más interesantes, tanto en soporte web como en papel, de este fenómeno.
México
Animal Político. @pajaropolitico en Twitter es una joven y ya influyente publicación sobre política y mucho más que se está convirtiendo en imprescindible para comprender la situación del poder y la sociedad mexicana. Su director: Daniel Moreno.
Guatemala
Plaza Pública. Aún más joven, tiene el apoyo de la Universidad Rafael Landívar y está en la senda del periodismo al servicio de la gente en un país en el que esto es casi una heroicidad. Martín Rodríguez Pellecer es su director.
El Salvador
Elfaro. El decano de los digitales y el más premiado. Llevan más de 15 años haciendo periodismo de investigación sobre la violencia y el narco en Centroamérica. Carlos Dada dirige un gran equipo de reporteros.
Nicaragua
Confidencial. Su director, Carlos Fernando Chamorro, hijo de Pedro Joaquín Chamorro (director de La Prensa, asesinado en 1978) y de Violeta Barrios de Chamorro, que llegó a ser presidenta de su país entre 1990 y 1996, sigue la saga de periodistas en lucha por la verdad en un entorno complicado.
Colombia
La Silla Vacía. Juanita León y Olga Lucía Lozano han construido un sitio que mezcla la información más dura sobre la violencia política con los desarrollos digitales más atrevidos y participativos.
verdadabierta.com. Todo sobre derechos humanos y el conflicto armado, dirigido por María Teresa Ronderos, toda una garantía.
El Malpensante.com. Revista cultural mensual. Cuidada, bien escrita, muy interesante. Dirigida por Mario Jursich.
Soho. Es, como decirlo, muy especial. Hace un tiempo llevé un ejemplar a la redacción del periódico en el que trabajaba (El País), me la quitaron de las manos en segundos y desapareció para siempre. Su director, el chispeante Daniel Samper Ospina.
Kienyke.com. Desenfado, entretenimiento e información. Fundada por Adriana Bernal y dirigida por Ignacio Greiffenstein.
Perú
Etiqueta Negra. Una gran revista impresa, un lujo editorial. Muy cuidada en todos los sentidos. Desde hace poco tiene otra hermana con talento sostenible: Etiqueta Verde. Su director, Julio Villanueva Chang, pasa por ser el editor de textos más exigente de la historia.
Idl-Reporteros. Unidad de investigación periodística dentro del Instituto de Defensa Legal, una organización no gubernamental vinculada a la defensa de los derechos humanos. Dirigida por Gustavo Gorriti, un gran periodista ligado a la reciente y dura historia del Perú.
Revista Cometa. Un tema, una revista. Una revista enorme. Un gran experimento. Marco Avilés es su editor.
Argentina
el puercoespin. Su subtítulo lo dice todo: política, periodismo, literatura, zoología. Impulsores: Gabriel Pasquini y Graciela Mochkofsky.
Anfibia. Revista digital de crónicas y relatos de no ficción. Dirigida por Cristian Alarcón y creada por la Universidad Nacional de San Martín con el apoyo de la FNPI.
Infobae. Otro veterano. Por allí anda el genial Pablo Mancini.
Chile
The Clinic. Nació con la detención en Londres de Pinochet y lo que en un principio eran cuatro páginas satíricas se ha convertido con el tiempo en (casi) una institución. La dirige el gran Patricio (Pato) Fernández.
Ciper. Una fundación dirigida por Mónica González, el prestigio y la garantía de independencia hecha periodista, dedicada a hurgar en los entresijos del poder.
El Mostrador. Otro veterano, tiene más de 10 años y está en plena forma. Su director, Mirko Macari Squella; uno de sus fundadores, Federico Joannon Errázuriz.
Brasil
Agência Pública. Sin ánimo de lucro y dirigida por Natalia Viana y Marina Amaral, se dedican al periodismo de interés público y todos sus contenidos se apoyan en el rigor y los datos.
Revista Piauí. Gran formato, estupendo papel, ilustraciones geniales y periodismo literario que no evita ningún tema. Una joya. Director: Fernando de Barros e Silva.