Con su habitual contundencia, el increiÌble Montoro ha revelado la clave que andaÌbamos buscando para entender el notoriamente desordenado Gobierno del Partido Popular. Lo poliÌticamente correcto no va con nuestro incontenible titular de Hacienda. Cuando le ronda algo por la cabeza lo suelta, que para eso es ministro. Si cuando uno detenta el poder ha de andarse siempre con panÌos calientes, mandar pierde toda la gracia.
NinguÌn Gobierno habiÌa reseteado tan ferozmente la Agencia Tributaria. Siempre habiÌa sido tratada como la joya de una administracioÌn que enfrenta desde siempre uno de los fraudes fiscales maÌs elevados de Europa. Ceses, dimisiones y escaÌndalos se han sucedido a la velocidad de los liÌos del SaÌlvame. Unos lo atribuiÌan al malestar por el papeloÌn de la AET en el affaire de la Infanta que nunca estuvo en Aizoon. Otros lo apuntaban a la amnistiÌa fiscal que tanta paz ha dado a la trama Gürtel, o a los tratos poco edificantes con grandes contribuyentes. Todos nos equivocaÌbamos.
El increiÌble Montoro ha arreado la verdad como suelta sus golpes el IncreiÌble Hulk. El problema reside en que la Agencia estaÌ llena de socialistas. La prueba debe aportarla ese empenÌo tan poco eficiente de los inspectores porque empresas y grandes patrimonios paguen sus impuestos. Algo que la derecha siempre ha dicho que resulta muy malo para la economiÌa y los negocios. La infeccioÌn es tan grave que hasta hay socialistas entre los cargos nombrados por el propio PP. Era natural hacer limpieza, vino a sugerir Montoro.
Nos faltaba ese dato incontestable y por eso lo entendiÌamos todo mal. Pero ahora se comprende todo. No es por la crisis. Es por el socialismo. El Gobierno estaÌ en una misioÌn de limpieza ideoloÌgica. El Ejecutivo de Mariano Rajoy no estaÌ gobernando, estaÌ fumigando EspanÌa.
Seguramente el resto de la administracioÌn tambieÌn estaba repleta de socialistas. Muchos funcionarios y empleados puÌblicos deben serlo porque si no resulta inexplicable que no esteÌn en excedencia y facturando para el sector privado. Por eso casi maÌs de 380.000 se han ido a la calle mientras el personal puesto a dedo crece en un 5%. Para hacer limpieza.
Seguramente entre los enfermos que atiende la sanidad puÌblica abunden tambieÌn los socialistas. Solo asiÌ se explica que carezcan de un buen seguro meÌdico privado y prefieran acudir a su ambulatorio. Por eso habiÌa que implantar el copago y deteriorar los servicios. Por pura profilaxis.
Seguramente los colegios puÌblicos tambieÌn anden plagados de socialistas. Solo eso puede explicar que no estudien o trabajen en la educacioÌn privada, que cunde mejor. Por eso habiÌa que reducir becas y echar maestros. Para acabar con tanta molicie socialista.
AuÌn resultaba peor el caso de la Seguridad Social. Un nido infestado de socialistas que prefieren cotizar para una pensioÌn puÌblica a disfrutar de las ventajas de un buen plan de pensiones privado con el que cualquier banco dobla los bonus de sus ejecutivos. Por eso habiÌa que reformarlas dos veces en dos anÌos, y tres y cuatro y las que hagan falta. Cuanto sea menester para librar a EspanÌa de cualquier rastro de bienes o servicios puÌblicos, que siempre acaban llenos de socialistas y ponieÌndolo todo perdido.