La izquierda a la izquierda del PSOE. La izquierda a la izquierda del PSOE. La izquierda a la izquierda del… Si lo repites cinco veces delante de un espejo no se te aparece Candyman, sino Julio Anguita, y te suelta un sopapo, o más bien tres, en plan programa-programa-programa.
Perdón por la broma, pero ¿soy el único al que le chirría esa fórmula? No consigo rastrear cuándo comenzó a circular, pero en los últimos meses ha cogido fuerza, se ha convertido en una frase hecha que hoy se emplea por sistema en cada noticia, artículo o tertulia para referirse a los partidos que negocian ser parte de Sumar. Veo además que la usan indistintamente políticos, periodistas y tuiteros de toda ideología, también en la izquierda a la izquierda de etc. para referirse a sí misma, e imagino que ya habrá calado en la calle. Incluso la leo en manifiestos de izquierda. A mí mismo se me habrá escapado más de una vez. Espero que a nadie se le ocurra usarla como lema de campaña para el 23J: “Vota a la izquierda a la izquierda del PSOE”.
Llámenme tiquismiquis, pero me mosquea un poco la fórmula, y no me parece nada espontánea ni inocente, sino muy cargada de intención. El PSOE debe de sentir un delicioso cosquilleo preelectoral cada vez que la pronunciamos. Que el resto de partidos se defina nombrándole, y se posicionen en el eje ideológico tomando al PSOE como meridiano, es una buenísima noticia para Sánchez y los suyos, a los que nadie se refiere como “la izquierda a la derecha de Sumar”. Te convierte en un apéndice, un plan B para el votante de izquierda, que elegirá entre el PSOE y lo que queda a su izquierda.
Por otra parte, subliminalmente el votante de izquierda solo escucha “izquierda… izquierda… PSOE”, lo que devuelve a los socialistas un colorcito rojo que en otros tiempos se le cuestionaba (especialmente se le cuestionaba por parte de esa misma izquierda que hoy se dice “a la izquierda de”, y ahí vuelve a aparecerse Anguita en el espejo, que el hombre se pasó la vida insistiendo en que el PSOE hacía mucho tiempo que no era ya un partido de izquierda). En tiempos de voto útil y polarización política, es buena noticia para los socialistas convertirse en la referencia principal por el lado izquierdo del tablero.
A cambio, que los votantes te vean como aquello que queda en “la izquierda a la izquierda”, no sé si te sirve para llegar más allá de los ideológicamente muy afines. La izquierda a la izquierda es la izquierda “plus ultra”, la extrema izquierda, lo que está en una esquina (al fondo a la izquierda, si preguntas en la barra). Si las elecciones se juegan principalmente a cuatro bandas, con dos opciones a derecha y dos a izquierda, te toca ocupar un espacio simétrico al de Vox: el extremo. Si además el PSOE lleva la delantera presentando candidaturas y propuestas, mientras la izquierda mantiene la intriga de su fórmula hasta el último minuto, corres el riesgo de que no pocos votantes acaben tomando la papeleta socialista, ya que total, todo queda en la izquierda. Vale que tu objetivo es reeditar el gobierno de coalición, cosa que me parece estupenda, pero algo tendrás que disputar con el PSOE para que no te coma la tostada entera, ¿no?
Ya digo, igual son chorradas, mimimimeces, y a lo mejor me estoy columpiando y resulta que es una frase genial que ayudará a movilizar electores de izquierda y ganar las elecciones y etc. Ojalá, pero tal como se plantean las elecciones, con un PSOE que está acaparando protagonismo, una derecha que le regala aún más protagonismo (“O Sánchez o España”), y sabiendo que tras un gobierno de coalición el pez grande suele comerse al chico, la insistencia en esa expresión parece mucho más favorable para el PSOE que para la izquierda. Perdón, para la izquierda a la izquierda del PSOE. Lo que en otro tiempo se llamaba “la izquierda transformadora”. O la izquierda, a secas.
Y hasta aquí mi análisis morfosintáctico de hoy. Mañana más.