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¿Nueva trampa a favor de la infanta?

Arrecian los rumores en el mundo jurídico sobre una nueva maniobra procesal que podría intentarse para evitar que la hermana del Rey se sentara físicamente en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Palma. Quiero imaginar que son solo eso, rumores. Quiero pensar que no se está pensando siquiera en volver a espachurrar el derecho procesal para conseguir beneficiar a la infanta Cristina. En serio, quiero pensarlo.

No obstante soy consciente de que si en algún caso se ha oído chirriar, quejarse y gritar a la separación de poderes ha sido en este. En mi libro recién aparecido esta semana La justicia sometida lo explico con detalle. Es cuando la Justicia choca con el Poder cuando todos los mecanismos se ponen en marcha para intentar controlarla y someterla. En el caso Nóos hemos visto cosas que pensamos que jamás veríamos y podría ser que aún nos quedara mucho de lo que sorprendernos.

Sabido es que la ultima esperanza para exonerar a la infanta Cristina reside en que le sea aplicada la denominada doctrina Botín. Ya hemos argumentado en otras ocasiones por qué en puridad no le es aplicable pero lo cierto es que sus abogados la alegaran para conseguir sustraerla del juicio. Lo que ahora parece insinuarse es que se prepara una forma especialísima y hecha a medida para que sus abogados la aleguen ante el tribunal. Una fórmula que pretendería evitar que la Infanta llegara a sentar sus reales posaderas en el banquillo.

Al parecer hay quien pretende que se convoque exclusivamente a los letrados y al fiscal a una “vistilla” en la que se estudiarían las cuestiones previas sin estar presentes los acusados, o sea, sin que la infanta tuviera que aparecer por la Audiencia. Si a resultas de esas alegaciones el tribunal la exonerara se conseguiría el efecto completo: nunca se habría sentado en el banquillo. Sólo que tal idea no existe en la ley procesal actual y es contraria a todo usus fori así que estaríamos de nuevo ante una alteración del funcionamiento normal de la Justicia para favorecer a una persona concreta.

Insisto en que quiero pensar que nadie está pensando en saltarse el artículo 786 (apartados 1 y 2) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En él queda claro que “la celebración del juicio oral requiere preceptivamente la asistencia del acusado y el abogado defensor”. Así que desde que comience el juicio S.A.R. deberá estar ante los jueces. También dice claramente el juicio oral comenzará con la lectura de los escritos de acusación y defensa y que seguidamente el tribunal abrirá un turno para las cuestiones previas. Es evidente pues que las cuestiones previas forman parte del juicio oral y que es preceptivo que los acusados estén presentes. Así se hace día tras día en todos los juicios.

Intentar arbitrar una fórmula diferente en este caso sería una componenda ilícita y creada expresamente a medida de la hermana del Rey. No sería la primera en ese caso. Hemos visto estupefactos cómo las providencias de citación de imputados se transformaban en autos de cientos de páginas, como se permitían recursos y presentación de escritos no recogidos en la ley, como los fiscales actuaban de defensores, como la Agencia Tributaria emitía informes contrarios a los intereses del contribuyente... Hemos visto cómo todo el sistema se tensionaba buscando exclusivamente un fin.

Habría que pensar que han aprendido, no tanto por afán de limpieza del sistema sino porque deberían haber comprendido que cualquier intento de dar un trato especial a la infanta no sólo perjudica al Estado de Derecho sino también a la salud de la monarquía. Por eso vamos a pensar que son sólo eso, rumores, y que no vamos a tener que vernos clamando de nuevo contra otra manipulación del sistema judicial para favorecer al poderoso.