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Policía privada de la extrema derecha

Marcha policial contra la reforma de la Ley Mordaza en Madrid.
27 de noviembre de 2021 22:47 h

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Una marcha oscura recorrió las calles de Madrid. La extrema derecha uniformada camuflaba de reivindicaciones corporativas una protesta contra el Gobierno para que la impunidad de los cuerpos policiales no dejara de ser su privilegio. Los sindicatos policiales convocantes ansían convertirse en la policía privada de los fascistas para no tener que dar explicaciones cuando reprimen a demócratas o a personas de izquierdas. No debieran temer, para muchos hace tiempo que la policía se ha convertido en un imaginario armado de las ideas de la extrema derecha y no confiamos en su acción ni en su palabra. Se lo han ganado ustedes solos, ya son una policía de parte, dejaron de servir al Estado para ser solo garantes de lo más reaccionario de la sociedad hace mucho. 

No pidan respeto, solo les queda autoridad. Se quejan amargamente porque esta última está cuestionada, lo que no saben es que lo que están perdiendo es el respeto de una parte importante de la ciudadanía que se ha dado cuenta de que son un peligro público más que los garantes de la seguridad. No teman por su autoridad, la policía seguirá ostentando el monopolio de la violencia y el ejercicio de la fuerza emanado de una sociedad liberal burguesa. De una democracia que no respetan uniéndose en la marcha a la extrema derecha contra un Gobierno que no les gusta por motivaciones políticas espurias. 

Los policías con alma parda no piden una mejora de las condiciones de trabajo, exigen que no se les pueda grabar para que puedan golpear y reprimir sin miedo, quieren eludir que se les aplique la ley si cometen abusos en las manifestaciones del resto de personas trabajadoras que sí luchan por los derechos de su clase. Piden mintiendo que no se les grabe y exigen no perder la presunción de veracidad de sus declaraciones que han servido para condenar sin prueba alguna a cualquiera que se cruzara con sus porras. Sin vídeos y teniendo que probar los hechos tendrían más difícil arruinar vidas de gente que sale a la calle a ejercer un derecho fundamental como es el de manifestarse. 

Pero es que es mentira. No pierden esa presunción de veracidad, por eso todas las mentiras utilizadas por la policía en los medios de comunicación tendría que servir para de verdad retirarla cuando han demostrado que no tienen complejos en mentir de forma burda de manera pública. Imaginen qué no harán en sus atestados. Tampoco se retiran las pelotas de goma, aunque también han mentido en eso. No han hecho más que mentir y no han contado que la sentencia del Tribunal Constitucional que validó la Ley Mordaza en su casi integridad sí exigió que se retirara la autorización previa para la grabación y difusión de las actuaciones policiales. Nadie podrá poner en peligro a un policía señalándolo e identificándolo como nunca se ha podido, porque siempre ha sido ilegal y seguirá siéndolo. Pero si no mienten tienen que explicar que el único motivo de su manifestación es protestar contra un gobierno que no les gusta porque es de izquierdas. Muy de izquierdas cuando eres de extrema derecha. 

Toda persona que haya salido a la calle a manifestarse por defender alguna causa asociada a la izquierda sabe que se arriesga al encontrarse con un policía, que no está segura, que las motivaciones políticas la convierten en sospechosa y se emplearán con dureza a la mínima oportunidad. La extrema derecha siempre estará al lado de los cuerpos policiales, como en la manifestación de ayer, y es que no son necesarias camisas negras cuando tienen a una inmensa mayoría de los cuerpos policiales al servicio de su ideología.

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