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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Antonio Gramsci y los monstruos

Sebastián Fernández Martínez

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Tenía razón Antonio Gramsci cuando pronosticaba ya en el primer cuarto del siglo pasado: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.

Gramsci vislumbraba que tras las crisis cíclicas del sistema capitalista y sus variantes históricas, se alumbraría otra sociedad. Que el proceso de humanización de la sociedad, al final predominaría sobre el proceso de destrucción social que propugna el capitalismo en sus distintas vertientes.

EL NUEVO MUNDO TARDA EN APARECER

La nueva situación que estamos viviendo tiene mucho que ver, al menos, con estos seis aspectos que señalo. 1) Que la sociedad española está atravesada por un conflicto social determinado por la lucha de clases, cuya contradicción fundamental es Burguesía/Proletariado, en la que el Gobierno de Coalición Progresista está implementando una legislación progresista que choca frontalmente con el establishment y su representación parlamentaria de las derechas de sesgo fascista (es difícil diferenciar al PP, Ciudadanos y Vox en sus planteamientos). Esto se hace notar en los plenos de control al Gobierno, en su postura contraria ante las leyes que se aprueban y las fotos de Colón compartidas; 2) Que cuando la gran burguesía, ve que pierde poder, pone en marcha o impulsa el fascismo con el objetivo de seguir detentando sus privilegios; 3) Que se está abriendo paso otra forma de hacer política, otra cultura, como forma de sentir, pensar y actuar en la realidad que vivimos. Otros paradigmas; 4) El cuarto aspecto tiene que ver con el paso de una situación de alternancia en el poder político, el bipartidismo, en que PSOE y PP se turnaban en el gobierno, con el apoyo de los partidos nacionalistas fundamentalmente, a otra situación en la que se da un pluralismo político, que vio la luz tras el 15 de Mayo de 2011, con la irrupción de Podemos en el tablero político; 5) Ligado al anterior, es, que se está dando un contrapoder a los poderes fácticos, de ahí su nerviosismo ¿Quién iba a pensar que saldrían del armario como han salido los monstruos, sin escrúpulos? También la aparición de medios de comunicación alternativos a los afines a los poderes fácticos; 6) Que se está pasando de un bipartidismo descarnado al diálogo. Esta nueva práctica política se está aprendiendo, calando e imponiendo. Una prueba de ello es el diálogo del Gobierno con los socios de investidura y gobierno catalán, que deja a los poderes fácticos económicos, financieros, a la oposición política de la derecha y fascista a los grupos mediáticos afines y al poder judicial, fuera de juego, a pesar de los intentos de dividir a las izquierdas y al Gobierno.

Un nuevo mundo que gira alrededor de estos puntos o programa de mínimos que está siendo suscrito por un amplio sector de la sociedad en el conjunto de la Unión Europea (UE): Eliminación de los paraísos fiscales; Reforma fiscal progresiva; Tasa sobre las operaciones financieras contra la especulación; Homologación de la presión fiscal y de la legislación laboral en toda la UE; Intervención pública de los bancos para proteger los ahorros y facilitar créditos a la economía productiva; Reducción del gasto en armamento, inversiones masivas en materia de sostenibilidad ambiental (lo que se llama New Deal verde: energías limpias y renovables y técnicas ecológicamente sostenibles); Defensa de los derechos sociales y en particular del Estado de Bienestar; Igualdad de Género; Lucha masiva contra la pobreza y la exclusión; Considerar la inmigración como una oportunidad y no una amenaza; Impuestos a los bancos, grandes fortunas y grandes corporaciones energéticas…

Y EN ESE CLAROSCURO SURGEN LOS MONSTRUOS

Los monstruos que aparecen en ese claroscuro o transición, los refleja muy bien Rosa María Artal en su magnífico artículo “La calumnia, el bulo y la bula”, en el que habla de sus monstruosidades.

¿Acaso no son monstruosidades las prácticas, con total ausencia de código deontológico, los Villarejo, Pino, Abascal, Ortega Smith, Espinosa de los Monteros, Monasterio, Garriga, Figaredo, Olana, Díaz Ayuso, Feijóo…? ¿Pero también Losantos, San Sebastián, Dragó, Cuesta, Pedro J., Cebrián, Caño, Carlos Herrera, Arcadi, Tertsch, Ferreras, Ana Rosa, Terradillas, Sostres, Marhuenda, Inda, Rojo, Claver, Ussia… ¿Y también Alba, García Castellón, Escalonilla, Alaya, González…?

Tenía razón Antonio Gramsci cuando pronosticaba ya en el primer cuarto del siglo pasado: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.

Gramsci vislumbraba que tras las crisis cíclicas del sistema capitalista y sus variantes históricas, se alumbraría otra sociedad. Que el proceso de humanización de la sociedad, al final predominaría sobre el proceso de destrucción social que propugna el capitalismo en sus distintas vertientes.