Musk tiene razón

Mira tú por donde, el avatar de Goebbels ha señalado al mundo el camino a seguir en estos tiempos de angustia insoportable, el mismo señalado por el pueblo español en los 70 hasta que lo cerró la infame traición de Felipe González en 1986: ¡¡OTAN NO!! En las actuales circunstancias hay que recuperar la otra exigencia que acompañaba a la anterior: ¡¡BASES FUERA!!, y cerrar las de Rota y Morón de la Frontera. Un mundo sin ejércitos ni armas es un mundo más seguro; y sin psicópatas en el poder, mucho más. Ejércitos y armas tienen como objetivo último matar y destruir, así de simple, así de fuerte y así de claro. ¿O no?

La acertada propuesta de Musk para que EE.UU. abandone la OTAN esconde la demoníaca intención de fijar posiciones globales para la gran guerra que pergeñan con el fin de precipitar el final de la Democracia, dando paso a un mundo sin Libertad, ni Igualdad, ni Fraternidad. Al abandono de la organización para la muerte, le ha precedido el de la organización para la vida (OMS) y le seguirán muy pronto las de cooperación y desarrollo (OCDE), cultura, (UNESCO), infancia (UNICEF), alimentación (FAO) y convivencia (ONU).

Musk tiene razón y plantea, de entrada, como primer paso de la estrategia, que EE.UU. deje la OTAN para ahorrarse pagar la defensa de Europa. Es más rentable, cómodo y fácil presentarle enemigos, Rusia por ejemplo, para convencer a los europeos de que hay que gastar el dinero en armamento. Se trata del dinero que debería cubrir servicios públicos (¿verdad, Pedro Sánchez?) como sanidad, educación y pensiones, que pasarán de derechos a mercancía en manos de la empresa privada. La jugada neoliberal de Reagan y Thatcher es seguida por Biden y Trump, Von der Leyen y Macron, derecha y ultraderecha, Aznar y González, Ayuso y Abascal. Europa pondrá el dinero, el escenario y los muertos.

Musk tiene razón y ha decidido apoyar una economía donde el dinero, como él mismo, quede al margen del control democrático de las urnas. Si resulta tan fácil manipular la información y a la opinión pública comprando medios de comunicación, redes sociales y tecnología, ¿por qué no hacerlo con el dinero? ¿Por qué no utilizar criptomonedas para estafar en total libertad, al estilo de los casinos y sus fichas? Jackson Palmer advirtió en 2021: «La criptomoneda es una tecnología derechista e hipercapitalista construida para multiplicar la riqueza de sus defensores … se aprovecha de relaciones comerciales turbias, y de influencers y medios comprados para perpetuar el “Hazte rico rápido” como sectas … utilizan el software para limitar técnicamente las auditorías, la regulación, los impuestos…». 

Musk tiene razón y la receta perfecta para el Make America Great Again de Trump: nada mejor que hacer pequeño al resto del mundo o, si fuera posible, hacerlo desaparecer. La fórmula no es nueva, ni original, sino una copia actualizada de la empleada por Hitler en 1934 para Hacer a Alemania Grande de Nuevo. Trump fija los mismos objetivos que Hitler: musulmanes por judíos, extranjeros, homosexuales, sindicalistas, comunistas y colectivos desfavorecidos. Hitler invadió Europa e involucró a Asia y a África en su delirio. Hitler y Goebbels acabaron suicidándose al final de la II Guerra Mundial: tendrá que pasar la III Guerra Mundial para ver si Trump y Musk corren la misma suerte, o quizá la de Mussolini.

La salida de EE.UU. de la OTAN busca desgastar económica y militarmente a Rusia, meter a Europa en una escalada militar sin precedentes, debilitarla económica y socialmente y convertir a China en el enemigo a batir con ejércitos y bolsas de valores. Aunque medios, economía y política digan lo contrario, la humanidad debería apostar por su supervivencia y los seres humanos tendrían que usar lo que los diferencia de los animales para dar la razón a Elon Musk y exigir a los gobiernos: ¡¡OTAN NO, BASES FUERA!! ¡¡YANKEE GO HOME!!