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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Negligencias médicas

Pilar Hernández Fernández | socia de elDiario.es

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Tengo 44 años soy natural de Cuenca y quiero informar lo que han hecho conmigo durante dos años. Todo fue en una clínica de Madrid. No se cómo expresar el sufrimiento que llevo, tanto psíquico como físico en mi rodilla derecha, todo por una simple caída. Tuve una rotura de menisco y me operaron la primera vez y quedé mal, luego una segunda vez y seguía teniendo dolores y se me hinchaba la pierna de hacer viajes con las muletas y mi equipaje, me siguieron haciendo pruebas y siempre traslados de Cuenca para Madrid, luego tuve otra operación más, la segunda, así cuatro en dos años y ninguna medicación me calmaba los dolores y sigo teniendo. No puedo hacer una vida normal, tengo que ir a la unidad del dolor para ponerme calmantes y no me dura ni un día. Son excusas y palabras bonitas derivadas de la primera operación. Ya no puedo trabajar, me llamaron del Tribunal médico y me dieron la incapacidad permanente total.

Yo no comprendo que a los jugadores los operan de las rodillas y luego vuelven a jugar y a mí después de 4 me han dejado inútil total.

Esta persona me arruinó mi vida y ya no sé qué hacer. En el 22 de septiembre del 2020 me fui otra vez a Madrid y con mucho dolor y con la pierna tiesa sin poder doblar la rodilla. Con una clínica prestigiosa y mi vida arruinada.

Tengo 44 años soy natural de Cuenca y quiero informar lo que han hecho conmigo durante dos años. Todo fue en una clínica de Madrid. No se cómo expresar el sufrimiento que llevo, tanto psíquico como físico en mi rodilla derecha, todo por una simple caída. Tuve una rotura de menisco y me operaron la primera vez y quedé mal, luego una segunda vez y seguía teniendo dolores y se me hinchaba la pierna de hacer viajes con las muletas y mi equipaje, me siguieron haciendo pruebas y siempre traslados de Cuenca para Madrid, luego tuve otra operación más, la segunda, así cuatro en dos años y ninguna medicación me calmaba los dolores y sigo teniendo. No puedo hacer una vida normal, tengo que ir a la unidad del dolor para ponerme calmantes y no me dura ni un día. Son excusas y palabras bonitas derivadas de la primera operación. Ya no puedo trabajar, me llamaron del Tribunal médico y me dieron la incapacidad permanente total.

Yo no comprendo que a los jugadores los operan de las rodillas y luego vuelven a jugar y a mí después de 4 me han dejado inútil total.