Este año, marcado por la guerra, creo necesario hacer un alegato contra ellas, por eso comentaré una serie de libros que se ocupan de este tema y que he reseñado en mi blog dedicado a la Literatura Infantil y Juvenil. (http://unabrazolector.blogspot.com/)
Ventanas de Paloma González Rubio. Es un impactante libro que te sobrecoge desde la primera página y te lleva a devorar los capítulos sin darte cuenta. La novela está magistralmente escrita.
La falta de solidaridad hace que los pequeños puedan ser un blanco fácil para personas desalmadas, y que personas asustadas teman recibir represalias si ayudan a seres indefensos.
Escritos en la guerra, de la editorial Kalandraka, es una obra colectiva con un fin común, denunciar las barbaridades de las guerras. Está ilustrado por Federico Delicado.
“La entrevista” de Elvira Menéndez. Es un relato con mucha fuerza, por el estilo de la autora y por estar contado por la voz de una niña española refugiada de la Guerra Civil a la que le tocó vivir los bombardeos nazis sobre Inglaterra.
“Como si hubiese pasado siempre” es de Rosa Huertas, homenajea a la escritora Elena Fortún y su personaje “Celia”. Sabremos de los problemas de suministros, bombardeos y ganas de vivir en Madrid durante la Guerra Civil.
Antonio García Teijeiro, con “Fragmentos de dolor y vida”, nos acerca a cuatro grandes poetas que vivieron directamente la Guerra Civil: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernández y Gabriel Celaya.
Mónica Rodríguez escribe “La niña asombrada”. Retrata la infancia de la escritora Ana María Matute que vivió siempre asombrada y se refugió en la fantasía para sobrevivir a la dureza de la vida, la severidad de su madre y al horror de la guerra.
“Caperucita Roja es poeta”, de Carmela Trujillo. La protagonista es una poeta muy conocida en el mundo infantil, Gloria Fuertes, que ve sus derechos como mujer olvidados tras la Guerra Civil
Gonzalo Moure escribe “Un instante”. Sobrecogedor relato muy personal que te absorbe desde su inicio, te inquieta y te preocupa mientras avanzas; terminas con un hálito de esperanza. A lo largo de la vida nos encontraremos con personas malvadas y buenas. Estas últimas son las que nos salvarán para siempre. Me ha encantado.
Cierra el libro, “Volatilizado”, Daniel Hernández Chambers. Con agilidad reconstruye los últimos momentos de la vida del aviador y escritor francés, Antoine de Saint-Exupery, desaparecido en el mar de Marsella pocos días antes de que los aliados entrasen en París.
Los libros de la señora Jella de Kathy Stinson, ilustrado por Marie Lafrance es un álbum ilustrado que nos muestra Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Rinde homenaje a Jella Lepman, alemana que tuvo que huir, por ser judía, de su país, en 1933. Acabada la guerra regresó y ayudó a todos los niños alemanes. Pensó que aquellos niños necesitaban comida y, también, libros.
Jella Lepman creó en 1949 la primera Biblioteca Internacional de la Juventud. Fue una de las fundadoras de la Organización Internacional del Libro Juvenil (IBBY)
La última grulla de papel de Herry Drewery es una excelente novela que puede ser leída por jóvenes y adultos. Trata del valor de la amistad, de la valentía ante los problemas extremos, de la solidaridad, del dolor humano, de la destrucción que causan las guerras, de lo absurdo del mal...pero, sobre todo, de la esperanza, de la resiliencia y de la fuerza de la voluntad humana para conseguir nuestros propósitos.
Setenta y cinco años después de la caída de la bomba atómica sobre Hiroshima, novelas como esta vuelven a recordarnos las desgracias que traen las guerras.
Águilas sobre Damasco de Daniel Hernández Chambers. Narra la historia de una familia que abandona su país de origen en busca de un lugar donde poder vivir en paz. Conoceremos los pormenores familiares y su andar cargados y sin descanso por paisajes desconocidos, enfrentándose al cansancio, el frío, el calor... y a hombres buenos y malos, que solo buscan conseguir dinero de los pobres migrantes.
Trilogía del fuego de Henning Mankell. El escritor sueco conoció a una niña en Mozambique que acababa de perder sus dos piernas y a su hermana pequeña al pisar una mina antipersona. Nunca vio a una niña tan valiente y tan decidida; la definió con la palabra invencible.
Después noveló su existencia en tres títulos: El secreto del fuego, Jugar con fuego y La ira del fuego. El relato no es solo la vida de Sofia, hay que sumarle la lucha contra la pobreza, la injusticia y el sinsentido que la vida ofrece a algunas personas en determinadas ocasiones, dotando a la obra de fuerza para superar el estupor y la indignación ante las adversidades y las guerras.
¿Por qué? de Nikola Popov es un magnífico libro visual con ilustraciones de corte clásico de gran poder comunicativo. El autor refleja recuerdos de su infancia cuando el ejército nazi avanzó sobre la Unión Soviética y en su afán por reivindicar la paz creó este singular álbum que refleja la locura armamentística y destructiva, proclamando ante la barbarie el diálogo, la tolerancia, la convivencia y la paz.
Los dos protagonistas, un ratón y una rana, reflejan su pesar al comprobar cómo es posible llegar a tanta devastación sin haber intercambiado una sola palabra entre ellos.
No fotografíes soldados llorando de Jordi Sierra i Fabra nos indica que en la guerra no todo vale, que el ser humano ha de respetar hasta a sus enemigos y que nunca debe dejarse llevar por las bajas pasiones.
En esta ocasión el escritor se apoya en un fotoperiodista para manifestar sus ideas respecto a la barbarie de la guerra, poner en valor el trabajo de los periodistas y fotógrafos y nos hace reflexionar sobre la bajeza de algunos seres humanos.