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Redes sociales, medios de información y Trump (suspiro)
Los medios de comunicación tradicionales lamentan, de nuevo, el uso que Trump hace de las redes sociales para desprestigiarles como prescriptores de información. Según denuncian en artículos y tertulias, esta estrategia ha favorecido la difusión masiva de bulos que ha contribuido al éxito electoral del candidato republicano y delincuente convicto.
Y seguro que tienen razón, pero creo que también deberían señalar con más ahínco a quienes de ellos no están a la altura informativa que exige este tiempo y contribuyen a su desprestigio publicando noticias u opiniones que, ni de lejos, pasan la prueba del algodón del rigor periodístico.
Hasta el momento se contentan con señalar a los llamados “pseudomedios” como máximos responsables de activar la “máquina del fango” pero el fango salpica también a redacciones de medios a los que no se aplica el prefijo acusador.
Quizás los medios y periodistas deberían ser más activos a la hora de desenmascarar, con nombres y apellidos, a esos impostores que tanto daño hacen a su (nuestra) profesión y a la democracia de la que deben ser garantes.
También deberían ser más exigentes con lo que publican y difunden a través de sus propios perfiles sociales antes de señalar lo que comparten otros perfiles alimentados por “bots” desestabilizadores, influencers majaderos o personas anónimas con la racionalidad de una ameba.
Puede pasar si no que, de tanto mirar la paja en el ojo ajeno, el periodismo se quede sin ojos en los que ver su propia viga. Y sus ojos son los de los ciudadanos que depositan su confianza en ellos para que distingan entre verdad y mentira explicando, desde la diversidad ideológica, los grises que pueda haber entre un extremo y otro.
Los medios de comunicación tradicionales lamentan, de nuevo, el uso que Trump hace de las redes sociales para desprestigiarles como prescriptores de información. Según denuncian en artículos y tertulias, esta estrategia ha favorecido la difusión masiva de bulos que ha contribuido al éxito electoral del candidato republicano y delincuente convicto.
Y seguro que tienen razón, pero creo que también deberían señalar con más ahínco a quienes de ellos no están a la altura informativa que exige este tiempo y contribuyen a su desprestigio publicando noticias u opiniones que, ni de lejos, pasan la prueba del algodón del rigor periodístico.