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Sequía y consumo insostenible de agua: miremos a los campos de golf
La situación actual de sequía en España es muy preocupante, hasta el punto de que la escasez coyuntural de agua, con respecto a lo que se considera un escenario de normalidad, afecta, en mayor o menor medida, al 47% del territorio español: un 20% se encuentra en situación de prealerta, un 13% en situación de alerta y un 14% sufre una situación de emergencia, con posibilidad inminente de restricciones en el suministro de agua, incluso para el consumo doméstico.
Estos y otros muchos datos sobre la escasez de agua ocupan los medios de comunicación estos días y muchas miradas se dirigen al consumo de agua por las explotaciones agrícolas intensivas y/o de dudosa sostenibilidad, pero parece que la opinión pública o, más bien, la opinión publicada se ha olvidado de un factor que, en mi opinión, es el máximo exponente del consumo insostenible de agua, especialmente en épocas de escasez: el riego de los campos de golf. He buscado información objetiva, rigurosa y fiable sobre el asunto y los resultados que he obtenido me parecen indignantes.
Empiezo, como referencia, por el consumo doméstico de agua, en España, para las necesidades que pueden considerarse básicas: la alimentación, la higiene y la limpieza en el hogar. Un estudio de la Fundación Aquae, muy detallado y pormenorizado, cifra el consumo medio doméstico en 142 litros de agua por habitante y día. El 19% del agua se consume en la cocina, 73% en el cuarto de baño y el 8% en otros usos.
Hay que aclarar que ese consumo doméstico de agua no incluye el regado de jardines privados (particulares y comunitarios) ni el llenado de piscinas privadas (particulares y comunitarias). Si se suman esos usos del agua, la cifra de consumo medio sube hasta los 265 litros por habitante y día.
Y ahora vamos al consumo medio de agua de los campos de golf. Hay muchas referencias en la red que, de un modo global, establecen el consumo de agua de riego de un campo de golf en una horquilla entre 150.000 y 400.000 metros cúbicos al año. Esa horquilla es muy amplia para sacar conclusiones rigurosas, pero me he encontrado con un estudio sumamente detallado, riguroso y además, muy reciente (noviembre de 2022), publicado por Hidrología Sostenible, una consultora de ingeniería especializada en el uso sostenible del agua en la construcción, que ha calculado con mucha precisión el consumo medio de agua de un campo de golf y la necesidad de agua de riego para obtener ese consumo.
Pues bien, teniendo en cuenta las necesidades de agua de cada una de las zonas y hoyos que componen un campo de golf, para las que varía el tipo de césped plantado y la altura del césped, las superficies de cada zona, la ubicación de los distintos campos de golf en España y las características de su ubicación en cuanto a las precipitaciones medias anuales de lluvia y su índice de aprovechamiento, así como la evapotranspiración media anual del agua, el resultado de ese estudio es que la necesidad total de agua de un campo de golf es, de media, 422.000 metros cúbicos año. A ese consumo contribuye el agua de la lluvia con una media de 181.000 metros cúbicos. En consecuencia, un campo de golf, en España, necesita consumir 241.000 metros cúbicos (241 millones de litros) de agua de riego al año.
En España hay un total de 473 campos de golf, lo que multiplicado por el volumen de agua de riego anual de cada uno de ellos nos lleva a que se necesitan 114 millones de metros cúbicos de agua para regarlos, cifra equivalente a la que utilizan para sus necesidades domésticas de cocina, higiene y limpieza casi 2,3 millones de personas.
Desde otro punto de vista: en España hay unas 280.000 personas que practican el golf, lo que significa que cada campo de golf tiene una media de 590 usuarios, para cada uno de los cuales se consumen 1.120 litros de agua de riego al día, es decir, que, para que un 0,6% de la población española, es decir, 6 de cada 1.000 ciudadanos, se dé el capricho de jugar al golf (una actividad elitista, con todos mis respetos y sin ánimo de ofender a quienes la practican), cada uno de ellos provoca que se consuma tanta agua de riego como la que consumen 8 ciudadanos en todas sus necesidades domésticas, para la cocina, la higiene y la limpieza del hogar.
La situación actual de sequía en España es muy preocupante, hasta el punto de que la escasez coyuntural de agua, con respecto a lo que se considera un escenario de normalidad, afecta, en mayor o menor medida, al 47% del territorio español: un 20% se encuentra en situación de prealerta, un 13% en situación de alerta y un 14% sufre una situación de emergencia, con posibilidad inminente de restricciones en el suministro de agua, incluso para el consumo doméstico.
Estos y otros muchos datos sobre la escasez de agua ocupan los medios de comunicación estos días y muchas miradas se dirigen al consumo de agua por las explotaciones agrícolas intensivas y/o de dudosa sostenibilidad, pero parece que la opinión pública o, más bien, la opinión publicada se ha olvidado de un factor que, en mi opinión, es el máximo exponente del consumo insostenible de agua, especialmente en épocas de escasez: el riego de los campos de golf. He buscado información objetiva, rigurosa y fiable sobre el asunto y los resultados que he obtenido me parecen indignantes.