En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
El síndrome de la judicatura
Una avalancha de manifestaciones de jueces desborda el ámbito judicial e inunda mediáticamente la sociedad española.
No solo se detecta por parte de miembros de la judicatura una invasión funcional de los ámbitos que estrictamente no les corresponden en un estado de Derecho sino que también social y sociológicamente, el-la juez persona-ciudadano se manifiesta a partir de su condición como juez. Pide, exige que se le reconozca y a la vez que su opinión como ciudadano, tenga la aceptación, reconocimiento y efectos de una sentencia .
La lista de los-las jueces mediáticamente re-conocidos se ha incrementado con la del juez Juan Carlos Peinado con una actuación saliendo del anonimato de sus funciones estrictamente profesionales que se iniciaron en las Islas Canarias, pasando por Girona y actualmente en Madrid.
La función del Juez es tomar decisiones que inciden en forma decisiva y contundente en la vida de otras personas. Decisiones desde la función y no de la persona. Lo que puede significar subjetivamente la falta de reconocimiento por la sociedad del trabajo que se hace .
A la justicia se la representa ciega y sus productos, las sentencias, deben imponerse por su propio peso y no por el de que la dicta.
A lo largo de su vida profesional, se produce en algunos una situación de estrés por la falta de reconocimiento social o por el conocimiento negativo.
El estrés deriva en obsesión, en algunos por el pánico del final de su vida profesional que lo ha sido todo, o que ya se anuncia en el horizonte no tan lejano; en otros estrés por cambios personales y que después de unos 20 años de ejercicio profesional el cuerpo les pide salir del anonimato.
Estas fotos y planos de jueces, ellos y ellas, postureando ante las cámaras, estas manifestaciones de primera plana, es un grito de ayuda, un SOS de unas personas que no pueden más con su trabajo, con su función en la sociedad: gestionar, decidir, solucionar conflictos y solo conflictos de todo tipo y condición. Juzgar es solo esto .
La “Vida normal” pasa fuera y de largo de los tribunales.
Una avalancha de manifestaciones de jueces desborda el ámbito judicial e inunda mediáticamente la sociedad española.
No solo se detecta por parte de miembros de la judicatura una invasión funcional de los ámbitos que estrictamente no les corresponden en un estado de Derecho sino que también social y sociológicamente, el-la juez persona-ciudadano se manifiesta a partir de su condición como juez. Pide, exige que se le reconozca y a la vez que su opinión como ciudadano, tenga la aceptación, reconocimiento y efectos de una sentencia .