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El milagro económico de Trump: un mito

12 de noviembre de 2020 06:01 h

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Joe Biden ha ganado finalmente las elecciones. Contra todo pronóstico, Donald Trump ha estado cerca de imponerse en los comicios con un discurso centrado en su gestión económica, aunque los datos (realidad) no lo avalen. ¿Es realmente tal su legado? ¿Tiene razón?

 La tendencia del crecimiento en Estados Unidos

Algunos afirman que Trump ha conseguido un verdadero milagro en cuanto a crecimiento económico y desempleo se refiere, consiguiendo una tasas históricamente bajas de ambas variables. Sin embargo, ¿qué tiene de cierto esta suposición?

Como se puede apreciar en la siguiente gráfica, la evolución de la tasa de crecimiento de Estados Unidos en los primeros años de mandato de Donald Trump no es muy distinta a su evolución en los últimos tres años con Obama como presidente, y forma parte de una tendencia heredada de su predecesor. La media de ambos conjuntos es de 2,5% y 2,3% respectivamente, teniendo en el 2014 un crecimiento del 5,5%.

¿Qué hay del desempleo? Si bien es cierto que la tasa de desempleo en febrero de 2020 fue de 3,5%, la más baja en 50 años, durante los últimos tres años de Trump en la Casa Blanca antes del estallido de la pandemia, 6,4 millones de puestos de trabajo fueron creados, respecto a los 7 millones en los últimos 3 años del mandato de Obama.

El proteccionismo de Trump

Otro de los puntos estrella del presidente estadounidense es la aplicación de altos aranceles a las importaciones de varios países, destacando entre ellos China. Algunos insisten en la aplicación de más aranceles, argumentando que EE.UU. debe tener cierta autosuficiencia para disminuir su dependencia de terceros países, a la vez que defienden que este tipo de medidas aumentan el empleo local. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación?

Nada. En un reciente estudio, la Reserva Federal investiga el efecto de los aranceles en el sector manufacturero de Estados Unidos y el de los aranceles impuestos como represalia sobre el empleo y los precios que soportan los productores. Sus resultados son claros: este tipo de proteccionismo ha aumentado los costes de producción y es responsable de una disminución del empleo en el sector manufacturero de un 1,4%, es decir, que lejos de “devolver” a los estadounidenses los empleos perdidos por la deslocalización en el sector, que les ha servido para beneficiarse de precios más bajos, ha reducido su empleo.

El proteccionismo ha aumentado también los precios de los bienes finales y reducido los votos al Partido Republicano, como ya publicó un servidor en Libre Mercado.

La reforma fiscal

Otras de las principales medidas del presidente Trump ha sido su gran reforma fiscal, que redujo, entre otros, el Impuesto de Sociedades desde el rango 15-35% dependiendo de la empresa a un 21% para todas. Si bien estudios como el de Kumar (2019) afirman que cada punto del PIB de menores impuestos debido a la reforma fiscal de Trump se tradujo en una creación de empleo un 0,3% mayor, la reforma ha creado un agujero en la recaudación estadounidense, siendo la recaudación por sociedades 80.000 millones de dólares menor de lo pensado al llevar a cabo la reforma y 230.000 millones respecto a las proyecciones anteriores a la reforma tanto en 2018 como en 2019.

El empleo en EEUU y el COVID-19

En lo que a economía se refiere, si ha habido un protagonista de esta crisis en Estados Unidos, ese ha sido sin duda el desempleo. El desempleo estaba cayendo en Estados Unidos cuando estalló la crisis del COVID-19, lo cual revirtió totalmente esta tendencia, haciendo que Estados Unidos llegase a una tasa de desempleo mayor que 14% que ahora empieza a caer, con un futuro incierto. Ante este escenario, el Congreso decidió extender los beneficios por desempleo de tal manera que llegaron a exceder al 90% del salario medio de todos los estados del país. Tanto fue así que uno de cada cinco desempleados que cobraron estos beneficios consiguieron ingresar el doble o más de lo que ingresaban en sus respectivos trabajos. Sin embargo, aunque los demócratas quieren extender estos beneficios extra hasta al menos enero, los republicanos luchan por reducirlo, algo que puede ser fatal en una recesión, pues reduce uno de los mecanismos mediante los cuales se está sosteniendo la demanda agregada, que afecta a su vez al empleo.

Se habla mucho sobre las supuestas cifras espectaculares de la economía estadounidense, pero los datos no confirman tal hipótesis. La economía de Norteamérica se ha mantenido, tanto en crecimiento como en empleo, en la tendencia heredada de Obama, y el proteccionismo de Donald Trump ha reducido el empleo en Estados Unidos a la vez que ha aumentado los precios de los bienes que compran los consumidores estadounidenses. Además, al intentar reducir los beneficios por desempleo, claves en esta grave recesión, se está atacando a uno de los mecanismos mediante el que se mantiene la demanda agregada.

Joe Biden ha ganado finalmente las elecciones. Contra todo pronóstico, Donald Trump ha estado cerca de imponerse en los comicios con un discurso centrado en su gestión económica, aunque los datos (realidad) no lo avalen. ¿Es realmente tal su legado? ¿Tiene razón?

 La tendencia del crecimiento en Estados Unidos