Comisión de investigación, actas y dimisiones: el plan de Casado para tumbar al Gobierno cuando “amaine” la epidemia
“Los españoles estamos hartos de un Gobierno al que le sobran soberbia, incompetencia y mentiras” o “los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta” son algunas de las frases que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha repetido en los últimos días. Esas dos las pronunció el miércoles, durante el Pleno del Congreso que prorrogó el estado de alarma. Sin llegar a pedir directamente la dimisión del Ejecutivo –al que de momento ha apoyado en todas las votaciones para prolongar el confinamiento–, el dirigente conservador insinúa y sugiere constantemente una salida de Pedro Sánchez de la Moncloa por su gestión de la crisis del coronavirus.
En el Partido Popular, Casado -que tenía por delante casi cuatro años de desierto en la oposición cuando estalló la crisis- no disimula que la peor pandemia del último siglo puede ser una oportunidad para llegar al Gobierno mucho antes de lo que tenía previsto. Los dirigentes populares han empezado a establecer paralelismos con el 11-M. La frase “no merecemos un presidente que nos mienta” que pronunció Casado es la misma que dijo Alfredo Pérez Rubalcaba en los días posteriores a los atentados de Atocha cuando el Gobierno de Aznar se empeñaba en mantener contra todas las evidencias que la masacre era obra de ETA. Este miércoles, en el Congreso, el propio Casado volvía a recurrir al atentado más grave de la historia de España: “Para hacernos una idea de la dimensión, ha habido jornadas en España en las que ha habido más victimas que cinco atentados del 11-M”. El PP siempre acusó a los socialistas de haberse aprovechado de aquellos atentados en una semana trágica que acabó con la victoria del candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, contra Mariano Rajoy.
El PP quiere esperar a que la crisis sanitaria “amaine” para exigir oficialmente “responsabilidades” al Gobierno, al que acusa de “mentir” con las cifras de fallecidos y contagiados por la COVID-19 o de “engañar” con sus planes económicos. Pero cuando la emergencia sanitaria se relaje, los populares tienen previsto desplegar toda su artillería para hacer caer al Ejecutivo.
El plan de Casado pasa por exigir la constitución de una comisión de investigación que fiscalice la gestión del Gobierno de coalición, analizar las actas de todas las reuniones mantenidas entre el Ejecutivo y sus asesores técnicos durante la pandemia y, en su caso, reclamar las dimisiones correspondientes. “Ya veremos”, explican fuentes de la dirección nacional del PP, que no cierran la puerta a exigir la salida de Sánchez, del ministro de Sanidad, Salvador Illa, o de cualquier otro miembro del Gabinete.
Hasta ahora, la más clara en la exigencia de responsabilidades ha sido la polémica portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que durante la pandemia compite con el secretario general, Teodoro García Egea, por las declaraciones más incendiarias contra el Gobierno. En una entrevista en ABC publicada el lunes, Álvarez de Toledo consideró que Sánchez debía someterse a una “cuestión de confianza” en el Congreso para bascular sus apoyos en plena crisis sanitaria. La entrevista se publicó el mismo día en que Casado se reunía con Sánchez por videoconferencia para afrontar un posible pacto de reconstrucción, que derivó en una comisión parlamentaria.
Del acuerdo con Sánchez al ataque en la misma semana
Casado evitó respaldar después la proposición de su portavoz parlamentaria, una de sus apuestas personales que, en cambio, ha sido muy criticada internamente por sus postulados extremos. La propia Álvarez de Toledo evitó repetir esa petición después de que el lunes Sánchez y Casado acordaran crear una Comisión para la Reconstrucción en el Parlamento, a pesar de la pésima relación que mantienen el jefe del Ejecutivo y el líder del principal partido de la oposición.
“Ya habrá tiempo de pedir responsabilidades”, insiste el presidente del PP, que esta misma semana anunciaba que su partido registrará una comisión de investigación en el Parlamento “para saber en qué se ha fallado y la operatividad del Mando Único” y que ya ha pedido formalmente las actas de las reuniones del comité de expertos del Gobierno, así como las de las conferencias de presidentes autonómicos que Sánchez celebra todos los domingos desde que comenzó la pandemia.
Una vez analizados todos esos datos, el siguiente paso será exigir dimisiones. La depuración de responsabilidades de Casado se centrará exclusivamente en el Gobierno central, al que acusan de faltar a la verdad en la cifra de las víctimas del coronavirus, a pesar de que son las comunidades autónomas –también las gobernadas por el PP– las encargadas de facilitar esos datos al Ejecutivo.
Casado, que ha llegado a responsabilizar a Sánchez de los fallecidos por la COVID-19, obvia en todas sus intervenciones que la Comunidad de Madrid que gobierna Isabel Díaz Ayuso, una de sus grandes apuestas personales, se ha convertido en uno de los principales focos de la epidemia en todo el mundo y es la más afectada en España con más de 60.000 contagiados y cerca de 8.000 fallecidos, según los últimos datos oficiales.
El contenido del nuevo argumentario
Como el resto de comunidades, la madrileña tiene las competencias para gestionar la sanidad, las epidemias y las residencias de mayores, donde desde el inicio de la emergencia han fallecido 6.444 ancianos, 5.272 confirmados o con síntomas de coronavirus.
La dirección popular pide sin embargo a todos sus cargos centrar las críticas exclusivamente en el Gobierno. El jueves, el equipo de Casado distribuía un nuevo argumentario interno entre los principales dirigentes del partido –al que ha tenido acceso eldiario.es–, dando directrices precisas para focalizar los ataques. “Los españoles no se merecen esta gestión chapucera” o “el Gobierno ha actuado tarde y mal” son algunas de las consignas que Génova 13 pide repetir a los cargos del PP de toda España.
La idea que remarca la dirección de los populares en esos argumentarios internos es que “el Gobierno ocultó” el coronavirus. “No solo fueron la OMS y la UE los organismos que alertaron con antelación al Gobierno de la llegada de la pandemia. También los propios datos que tenía el Gobierno, porque sabía ya en febrero que el virus había entrado por nuestro país por 15 vías diferentes”, señala el último documento distribuido por la dirección del PP, que remite a una información publicada por el diario El País.
La información del periódico no llega a semejante conclusión: el estudio en que se basa se ha conocido esta semana, apunta a las vías de entrada del coronavirus en España, pero en ningún momento sostiene que el Gobierno conociese esa información en febrero.
“El 23 de febrero el Gobierno aseguró que el virus no estaba presente en España. Si esto es así, se demostraría una vez más que el Gobierno antepuso de nuevo la ideología a la verdad, con graves perjuicios para la salud de los ciudadanos”, añade el documento, que trata de nuevo de responsabilizar al Ejecutivo de “alentar” las manifestaciones del 8M –a las que también acudieron miembros del PP–, a sabiendas de que podían multiplicarse los contagios.
“Así no se puede seguir, esto no va bien”
La dirección del PP insiste en que el Gobierno actuó “tarde y mal”. “Así no se puede seguir, esto no va bien”, apuntan los populares, que piden a sus dirigentes insistir en la idea lanzada por Casado el jueves en el Pleno, cuando aseguró que “Sánchez pone el carro de la propaganda antes que los bueyes de la gestión”.
“En España cae la producción un 90%, en Alemania un 10%. Esto ha causado casi un millón de parados, como si todo Valencia perdiera el empleo. Y casi 100.000 desempleados por ERTE diarios (como si todo Toledo lo sufriera cada día)”, añade la dirección del PP en su argumentario, en el que también reclama a sus cargos hacer hincapié en las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. Su conclusión es firme y así lo plasman los populares en todos sus discursos: “El coronavirus se ceba con gobiernos ineficaces”.
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