De Marine Le Pen a Donald Trump: los referentes internacionales de Vox
“Tenéis todo nuestro apoyo”. Marine Le Pen, la presidenta del Frente Nacional francés, dedicaba esas palabras a Vox hace ahora un año, cuando el presidente de la formación española, Santiago Abascal, y otros miembros del partido, participaron en un encuentro con la dirigente ultraderechista en Perpiñán. Acudieron como invitados a un mitin con motivo de las elecciones a la presidencia de Francia que finalmente ganó Emmanuel Macron. Entonces, desde Vox resaltaron “las coincidencias” entre ellos y el Frente Nacional en la “defensa de la soberanía nacional, la protección de la identidad cristiana de Europa y la reacción frente a la dictadura de la corrección política”.
El Frente Nacional no es el único espejo en el que quiere mirarse el partido de extrema derecha –de “extrema necesidad”, dicen ellos– español. En enero de 2017, Vox participó en la cumbre Libertad para Europa que reunió en Coblenza (Alemania) a los líderes de los partidos integrados en el grupo Europa de las Naciones y de las Libertades del Parlamento Europeo, que aglutina a las formaciones ultraderechistas del continente. Allí, Santiago Abascal se fotografió con los principales representantes de esos partidos: la propia Le Pen, la entonces líder de la xenófoba Alternativa para Alemania, Frauke Petry, o el antiislamista holandés Geert Wilders.
Vox se presentó entonces como “el representante natural en España” de esa corriente ideológica que “denuncia el multiculturalismo como causa de la crisis y que defiende la identidad nacional frente a los intereses de Bruselas y la identidad europea de sus pueblos frente a la masiva inmigración islámica”. Abascal mantuvo encuentros con Le Pen, Petry y Wilders, así como con Matteo Saviani, presidente de la euroescéptica y xenófoba Liga Norte italiana, que hoy está a punto de entrar en un gobierno de coalición.
Los contactos con la ultraderecha europea estuvieron avalados por la militancia de la formación española. Según explicó el partido, Vox consultó a sus bases a través de una encuesta interna “por la opinión sobre establecer de manera regular estos contactos internacionales. A la pregunta '¿Crees que Vox debe abrir canales de interlocución con partidos que están triunfando en Europa defendiendo principalmente la soberanía de sus países y control de sus fronteras (Austria, Francia, Alemania, Polonia, Hungría, Italia, Gran Bretaña...)?', el 73,7% de los participantes respaldó la propuesta”.
Este diario se ha puesto en contacto con el partido para conocer cómo ha ido evolucionando esa relación entre Vox y el resto de partidos de la extrema derecha europea, y para saber cuáles han sido las últimas reuniones que han mantenido Abascal y otros dirigentes de la formación con otros líderes europeos. Fuentes del partido se han negado a dar esa información. “Sobre las relaciones internacionales de Vox, en estos momentos no tenemos nada que decir ni haremos declaraciones”, han apuntado.
Lo que sí ha trascendido en las últimas semanas es que la formación parece querer seguir los pasos que llevaron a Donald Trump –otro de sus referentes– a la Casa Blanca. Los contactos con el Partido Republicano estadounidense vienen de tiempo atrás. En enero de 2017 Rafael Bardají, fundador y actual director del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) y asesor del Gobierno de José María Aznar, se reunió en la Torre Trump con el equipo de Trump. Bardají fue enviado por Abascal en nombre de Vox para analizar el avance de la llamada alt right –derecha alternativa– europea y el futuro de Europa.
Pero además, el partido ultraderechista español ha fichado a Steve Bannon, que fue estratega jefe de la Casa Blanca de Trump hasta agosto del año pasado y uno de los responsables de que el magnate estadounidense ganara las elecciones presidenciales a Hillary Clinton. Según desveló El Confidencial, Bannon se sumará a Vox para colaborar en la estrategia electoral que seguirá la formación para mejorar su actual posición, y con la que pretende sustituir al PP como referente de la derecha española. Uno de los principales cometidos que abordará Bannon será el de mostrar “la realidad” del separatismo catalán fuera de España. El estadounidense cree que son necesarias en España fuerzas políticas que “defiendan con más claridad aspectos como la existencia de fronteras o la identidad del país”, algo que a su juicio hace la formación que preside Santiago Abascal.