El PSOE, inquieto por la cadena perpetua revisable, carga contra el “oportunismo” de PP y Ciudadanos por reabrir el debate
El debate sobre la prisión permanente revisable preocupa al PSOE. A pesar de que no hay un cuestionamiento interno de la decisión de rechazar la cadena perpetua que el PP aprobó en solitario en 2015, en las filas socialistas cunde la preocupación por el momento en el que se aborda, en plena conmoción por el asesinato del pequeño Gabriel Cruz.
Precisamente, el PSOE acusa al PP y a Ciudadanos de haber puesto encima de la mesa ese debate como una mera estrategia de “oportunismo electoralista” y ven incluso en la maniobra de llevarlo al Congreso “una trampa”, según fuentes de la dirección socialista.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy retomó la prisión permanente revisable tras la aparición del cadáver de la joven Diana Quer y la detención de su presunto asesino. El PP organizó incluso un acto monográfico al que invitó a sus familiares y al de otras víctimas de crímenes que sacudieron a la opinión pública con el propósito de defender la ampliación de los delitos castigados con esa pena máxima.
Aquel era un momento de máxima preocupación en el partido de Rajoy ante el auge de Ciudadanos en las encuestas, tras su victoria en las elecciones catalanas.
Ciudadanos contraatacó en plena pugna con el PP desbloqueando algunas iniciativas que ambas formaciones habían paralizado durante meses en el Congreso. Una de las proposiciones que Albert Rivera decidió tramitar fue la derogación de la prisión permanente revisable, pero con una fórmula completamente distinta a la que dos años atrás –e incluso meses antes– había defendido en su acuerdo de gobierno para la investidura fallida de Pedro Sánchez.
Con el desbloqueo parlamentario, Ciudadanos sacó del cajón en el que llevaba la derogación de la prisión permanente revisable desde noviembre y presentó una enmienda a la totalidad a la proposición de ley con la que el PNV pretende derogar esta pena. El texto de Rivera plantea endurecer los requisitos para acceder a permisos penitenciarios y eliminar los beneficios encaminados a la reducción de las penas en casos “especialmente graves”. También apuesta por que los condenados a más de cinco años de prisión por terrorismo, corrupción de menores o abusos sexuales no puedan acceder al tercer grado hasta el cumplimiento del 75% de la condena.
Ciudadanos defiende ahora no tocar la cadena perpetua revisable hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la legalidad de la reforma del Código Penal aprobada por el PP en solitario durante su mandato con mayoría absoluta. Los de Rajoy registraron su propuesta de ampliación de los supuestos para esa pena máxima. Ambas enmiendas a la totalidad se debatirán en el Congreso este jueves y previsiblemente no saldrán adelante por lo que la derogación de la cadena perpetua seguirá su trámite en la Comisión de Justicia. Para tumbar esa reforma del Código Penal que el PP sacó adelante en solitario en 2015 se precisan 176 votos en el Congreso, por tratarse de una ley orgánica.
Los padres de Diana Quer o Mariluz Cortés se han reunido con los grupos en las últimas semanas para tratar de convencerles de mantener una medida punitiva para la que tienen 2,5 millones de firmas y que goza según algunas encuestas del respaldo del 80% de los españoles. “Los líderes políticos tenemos que estar a la altura. Respetar el dolor de las víctimas no es apropiarse del dolor de las víctimas”, ha expresado Pedro Sánchez en una entrevista en RTVE. “Legislar en caliente lo que hace es leyes incendiarias”, ha agregado el secretario general del PSOE.
Preocupación por el desgaste
En las filas socialistas no hay un cuestionamiento del rechazo a la prisión permanente revisable que consideran incluso inconstitucional. Pero en algunos sectores del partido cunde la preocupación por el desgaste electoral que puede suponer el rechazo a una medida que cuenta con respaldo social y más en un momento de conmoción por tragedias como las de Quer o Gabriel Cruz.
“Espero que los ciudadanos españoles tengan en cuenta la coherencia del PSOE, que no ha querido hacer oportunismo electoralista con el dolor de las víctimas”, admitió la portavoz parlamentaria, Margarita Robles. “En política no vale todo. No se pueden hacer cálculos electorales”, agregó.
Las críticas han llegado a la dirección de Sánchez, a la que algunos socialistas acusan de no haber tenido mano izquierda para negociar con el PP que ese tema no se abordara hasta que hubiera un pronunciamiento del Constitucional sobre el recurso que presentó el PSOE.
La dirección sostiene que dependía de PP y Ciudadanos retirar las enmiendas para evitar el debate en estas fechas. “En el Congreso no todo es reglamento, hay espacio para la política”, aducen los críticos, un sector del PSOE donde admiten que hay “mucha preocupación” sobre el asunto.
Margarita Robles admitió en una entrevista que el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, rompió el “acuerdo tácito” de no abordar este asunto hasta que hubiera sentencia del Constitucional. No obstante, los argumentos de Ferraz para rechazar la prisión permanente revisable van más allá del veredicto del alto tribunal. “Estamos hablando de derechos y libertades, de una concepción en valores que nos parece fundamental. Creemos que la finalidad de la prisión es la reinserción social y eso es lo que defiende este partido”, dijo la número dos del PSOE, Adriana Lastra.
Otro de los argumentos que esgrimen los socialistas en contra de la reforma que promovió el PP en solitario es que el crimen de Gabriel Cruz se ha producido con la prisión permanente revisable vigente. “El ordenamiento jurídico ya tenía las penas más duras de los países de nuestro entorno”, sostienen fuentes de la dirección del PSOE, que recuerdan que en países como EEUU, donde incluso existe la pena de muerte, las tasas de criminalidad son más elevadas.
Los socialistas cargan también contra Ciudadanos por su cambio de posición respecto a la derogación de la cadena perpetua revisable: “Estaba de acuerdo en la derogación. El cambio es por la competición esta que tienen en la derecha”, sentencia un destacado dirigente del PSOE.